Opuestamente iguales (Cdm yaoi)

C.27 La casa de Kentin.

La vida de Alexy no podía estar mejor. Amaba a su novio y viceversa. Su hermano era feliz con Lysandro. Y hoy por fin había podido salir de compras con Sucrette.

La había pasado de maravilla esa tarde, pero ya estaba siendo un poco tarde y no quería preocupar a su hermano. Tuvo que despedirse de Su en cuanto salieron de las tiendas, así tal vez le alcance el tiempo para una visita sorpresa a su novio.

Tomó el bus mientras veía que el cielo se volvía rosado, no era tan tarde, pero por si las dudas le mandó un mensaje a su hermano advirtiendo que llegaría un poco tarde. Una vez que terminó sólo bastaron unos minutos para llegar a su destino.

Mientras caminaba a la entrada de la casa se preguntaba si era buena idea, después de todo, el padre de Kentin no parecía muy amigable desde la última vez que lo vio en la obra del instituto. Decidió decir que sólo era un amigo de Kentin. Tocó el timbre y esperó unos segundos hasta escuchar la voz de una mujer a través de la puerta.

- ¿Si?, ¿quién es? -. Alexy conocía a la madre de su novio, era joven y muy tierna, la adoraba pero no sabía si aceptaría que esté con su hijo.

- Hola, soy Alexy, un amigo de Kentin. -. Alexy iba a decir algo más, pero se escuchó de inmediato el sonido de la puerta abrirse.

- Kentin está arriba en su habitación -. Le dedicaba una tierna sonrisa de cariño, lo cual era extraño para Alexy ya que con suerte la conocía.- ¡no cierren con llave la puerta y no hagan nada indecente! -. Se reía de la cara se sorpresa de Alexy, sólo bromeaba por supuesto, pero una madre siempre está emocionada con el primer novio de su hija o hijo.

Alexy se relajó una vez que entendió que no había peligro, no se esperaba que su madre ya supiera sobre su relación con Kentin, y estaba muy contento por lo bien que se lo tomó la madre.

- Aunque no importa, cariño. Iré a comprar víveres y puede que demore un poco.- Entonces intercambiaron unas palabras más mientras reían por el comentario de la señora, pronto ella se fue y Alexy quedó solo en la sala.

Subió las escaleras en silencio, quién sabe si lo que encuentre podría quedar a su favor. Podría encontrarlo viendo porno, podría encontrarlo jugando con muñecas, incluso se le ocurrió que lo encontraría viendo películas de amor, sabía que Kentin amaba eso, pero nada de eso.

Abrió la puerta sin mirar, cuando ya estaba dentro, la cerró sin darse vuelta. Lo primero que vio fueron los envoltorios de galletas en el suelo, incluso algunas migas grandes en la alfombra, habían también en el escritorio, sobre la mesita de noche y sobre la cama. El cuarto estaba a oscuras, parecía una cueva de oso, Alexy quizo salir corriendo de ahí, pero vio que algo se movía en la cama, era Kentin.

Sabía que estaba durmiendo y no quería molestarlo, pero la curiosidad le ganó. Poco a poco se fue acercando a la cama, sólo podía ver su cabello castaño que no alcanzaba a ser tapado por las sábanas. Despacio, fue bajando las telas para ver su rostro dormido, era tan lindo, se veía relajado y tenía los labios entreabiertos con migajas de galletas alrededor.

Alexy sacó su celular, tenía que tomarle una foto. Estaba tan concentrado en lo tierno que se veía su novio, que olvidó por completo quitarle el flash y el sonido, vaya suerte la del chico arco-iris.

No pasó para nada desapercibido, estaba en un cuarto oscuro y silencioso, no podía esperar que no se notara. Cerró los ojos por la luz que vino de pronto, pero los abrió de inmediato para ver la reacción de Kentin.

- ¡Uwha!, ¡¿Qué, qué pasó?! -. Se sentó en la cama muy alterado. No había notado la presencia de Alexy hasta que miro hacia arriba.- ¿Alexy?