Capítulo 14: Chiara

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Naomi (Unos meses antes de la desaparición de Helena)

Peinaba despacio a Rossy la muñeca que me había dejado Nayara

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Peinaba despacio a Rossy la muñeca que me había dejado Nayara. Rossy era muy bonita, con el pelo largo y de color rojo. Su vestido es de color lila como mi flor favorita y sus zapatos de color negro. Nayara me dijo que me dejaba a Rossy porque Eddie estaba triste. Así los tres podíamos jugar y Eddie volvería a sonreír.

Miré a mi osito que dormía en mi cama, mientras yo estaba en el suelo al lado de la cama con los vestidos de Rossy tirados por el suelo. No sabía lo que le pasaba a mi peluche, pero a veces lloraba y no quería jugar conmigo. Ahora se había quedado dormido después de pasar un buen rato llorando sin parar.

Mamá se había ido un rato a ver a Alba. Yo quería ir a ver a Nayara para jugar con ella, pero mi mamá me dijo que no estaba. Se había ido a casa de su yaya*. Me quedé con Alex, aunque él estaba en el salón bebiendo un líquido asqueroso y viendo la tele. Mientras, yo estaba jugando con Rossy. Así tenía mi nave espacial cerca por si venía el lobo a por mí.

Me puse a jugar con la muñeca un ratito. Le cambiaba los vestidos y le hacía pasear para que mis otros juguetes le vieran lo bonita que estaba. Dejé para el final el vestido que más me gustaba: uno de color verde que tenía alas como las hadas. Se lo puse y comencé a peinarla de nuevo.

Entonces escuché un sonido que me recordaba a música. Era el sonido de los tacones de mamá. Siempre se los ponía cuando íbamos a dar un paseo por el parque. Pero antes de salir, siempre poníamos música para bailar. Mamá me dejaba sus zapatos, aunque me iban grandes, y me cogía de las manos para bailar. Las dos éramos muy buenas bailarinas, al menos ganábamos los concursos. El juez Eddie siempre nos daba las mejores notas, como las que me ponía Neus en el colegio.

Sonreí cuando el ruido de los zapatos estaba más cerca. Seguro que mamá quería ir al parque y comer helado. Me gusta el helado de chocolate. Me giré para ponerme delante de la puerta con Rossy en brazos.

Llegó por fin y noté como mi cuerpo empezó a temblar. No era mi mamá, si no Álex. Pero estaba muy raro y me daba miedo. Tenía puestos los zapatos de Helena y su vestido rojo favorito. Tenía el pelo largo de color amarillo como mi mami y con una cinta del mismo color que el vestido.

Me levanté del suelo y me fui poco a poco de espaldas hacia mi nave espacial. No sabía porque tenía puesto el vestido, a mí no me gustaba como le quedaba a él. Mamá es única y más bella que Álex.

—Hola —dijo él con una voz diferente, parecía que se había comido un silbato— ¿sabes dónde está mi papá?

Le miré y abracé a la muñeca. Quería que volviese Helena, Álex estaba muy raro ¿Me quería hacer daño?

—No lo sé—dije moviendo la cabeza lentamente— ¿Por qué llevas el vestido de mamá? — pregunté señalando.

—¿Es de tu mamá? Perdona, pero me desperté con una ropa muy fea y vi éste vestido. Es de mi color preferido y me queda muy bien —miró alrededor un rato— ¿Dónde estoy?

Eddie (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora