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Hoy [29 de marzo]
Departamento de Agustín y Carolina

*Sí, mamá, a Agus y a mí nos encantaría ir a comer hoy con ustedes- tenía cinco minutos que hablaba con su mamá por teléfono- ahorita que llegue le digo, fue a comprar unas cosas.

*Bueno, hermosa, estamos emocionados de tenerlos acá para comer, es sólo que te echamos mucho de menos.- dijo un poco melancólica Patricia.

*Y yo a ustedes, mamá- se hizo un silencio- bueno, te dejo mamá, me debo apurar, chao, te veo en un rato.- dijo entusiasmada y tras escuchar que su mamá se despedía de ella, colgó.

Dejó el teléfono de lado, se levantó de la cama y fue directo a tomar una ducha. Cuando estaba por meterse a la regadera sintió un punzante dolor en el vientre bajo, se removió molesta, y las ganas de hacer del baño la pusieron alerta.

Decidió ignorar ese incómodo dolor, tomó su refrescante ducha, sentía como el agua golpeaba en su cuerpo y sentía una extraña picazón en sus senos.

Salió de la ducha y fue directo a cambiarse, estaba eligiendo su atuendo cuando el mismo ardor en el vientre llegó a ella, se retorció del dolor y una idea llegó a ella, sacó de un cajón su particular calendario, le echó un vistazo. "Debe ser el periodo", pensó, ya que en su calendario decía que desde hace cinco días debía estar en sus días.

No le dio importancia, se puso un vestido violeta de manga larga y liso, le llegaba un poco arriba de las rodillas, y lo acompañó con unas balerinas negrasy esperó a que el cordobés llegará, este apareció media hora después, traía bolsas con provisiones para toda la semana.

-¡Amor!, ¡ya llegue!- escuchó como gritaba Agustín, acomodó todo lo que había movido de su lugar para arreglarse y fue a recibirlo.

-Hola, Agus.- mostró una tímida sonrisa, desde la particular visita que había tenido días antes no podía dejar de sentir desconfianza por el morocho, sin embargo decidió no decir nada.

-Que hermosa te ves- dijo y dio un suave beso sobre los labios rojos de la morocha- ¿vas a salir?

-Gracias- agachó la cara y caminó hacia atrás para poder recargarse en el respaldo del sofá- mi mamá ha llamado, nos invitan a comer en unas horas.

-Me parece perfecto, ¿a qué hora?- comentó entusiasmado.

-A las tres.- el morocho miró su reloj, faltaba hora y media.

-Bien, deja me doy una ducha, me arreglo y nos vamos, no tardo, amor.- anunció y una vez más dio un suave beso sobre los labios de Carolina.

-Sí.- dijo un poco incómoda, volvió a sentir el dolor y espero a que Agustín desapareciera, fue directo a la cocina y tomó una pastilla para el dolor.

Una hora después, iban en camino a la antigua casa de Carolina, el trayecto iba en silencio. Agustín hace días que había notado rara a Carolina, pero supuso que era el que se sentía rara de estar ahí, que echaba de menos su casa y a su familia.

Cuando llegaron, la familia de la morocha los recibió muy animados, la pareja había llevado un cheesecake que habían pasado a comprar antes, sabían que era el favorito de la mamá de la morocha, de trufa.

-Estamos muy contentos de tenerlos acá- comentó alegre Patricia- la casa no es la misma sin ti, Caro.

-Yo igual los extraño- dijo sincera la morocha- y la verdad si me está costando un poco de trabajo adaptarme- sintió la confusa mirada del morocho- pero Agus me ayuda a sobrellevar todo esto.

-Me imagino, Agustín es el único chico que acepto como yerno.- dijo gracioso Leonardo y todos rieron.

-Bien, vamos a comer, no hay que esperar más, he preparado una lasaña que sé que amaran.- comentó Patricia y todos se dirigieron de inmediato a la mesa.

Te necesito (Aguslina) (TE #1) [TERMINADA]Where stories live. Discover now