Te necesito (Aguslina) (TE #1) [TERMINADA]

11.

...

Los chicos se habían puesto en pie nerviosos. Malena, Ana, Jorge y Gastón salieron del lugar a ver si Carolina estaba fuera de este. Katja, Sebastián y Chiara fueron los responsables de pagar todo. Mientras que Agustín, Ruggero, Michael y Valentina buscaban a la morocha por todo el lugar.

Fueron una vez más hacia el baño y minutos después de que Valentina haya salido frustrada, continuaron su búsqueda en la terraza, nada.

Pensaron hasta en meterse a la cocina pero el capitán de meseros se los había impedido.

-Disculpe.- llamó Valentina al mesero que los había atendido toda la noche, iba pasando a lado de ellos con un par de bebidas.

-¿Sí?, dígame señorita.- se detuvo y le prestó atención a la rubia.

-De casualidad ¿usted sabe a donde fue la señorita morocha, que estaba con nosotros?- el mesero se puso a pensar.

-La que no paraba de pedirle mojitos.- agregó Ruggero.

-Oh, sí claro- dijo el mesero recordando haber visto a la chica con un hombre en el bar- la vi entrar al bar.- señaló el lugar.

-Muchas gracias.- le dijo Mike y fueron directo al bar. Cuándo entraron reconocieron música de jazz, estaba muy tranquilo, con la mirada buscaron a Carolina, pero una risa escandalosa les llamo la atención. Conocían esa risa como la palma de su mano.

Voltearon a ver de dónde provenía tan peculiar risa. Se encontraron con una chica morocha bebiendo muy animadamente junto a un hombre rubio. No lo conocían, pero a la chica sí. Era la morocha que buscaban.

-¿Quién es ese tipo?- dijo molesto Agustín. Sintió rabia al ver al sujeto tomando de la cintura a su Carolina.

-No sé, no lo conozco.- dijo Valentina.

-Ni yo.- agregó el mexicano. Estaban a unos metros de distancia de ellos pero los nuevos amigos no se daban cuenta de su presencia.

-Okay, iré yo.- dijo la rubia.

-¿Por qué tú?- preguntó consternado el cordobés.

-Es mejor que sólo hable yo con ella, si vamos todos se va a poner de necia- sabían que tenía razón. Sería más fácil hacerla entrar en razón si lo hacía su mejor amiga. Si el chico que la había llevado a ponerse así se acercaba, todo terminaría mal- esperen acá.- se dio la vuelta pero alguien tomó su brazo, haciéndola girar.

-Voy contigo, por si el sujeto no se pone amistoso.- Valentina asintió.

-Ustedes dos, tomen asiento en esa mesa.- señaló una mesa que estaba cerca de la entrada. Los dos chicos asistieron y fueron ahí.

El mexicano y la argentina caminaron hacia la barra, cuando llegaron hasta su amiga se dieron cuenta del interés del hombre. Sólo acariciaba la espalda baja de su amiga.

-Caro, ¿qué haces?- preguntó Valentina llamando la atención de su amiga. Esta volteó a verla muy animada.

-Valen- se separó del sujeto y abrazó a su amiga- ven, nos estamos divirtiendo.

-¿Sí?- preguntó molesta y dirigió su mirada al sujeto que no dejaba de ver las piernas desnudas de su amiga- ¿quién es él?- la pregunta hizo que el tipo alzará la vista y cuando se encontró con la amenazante mirada de la rubia se sintió intimidado.

-Mi nuevo amigo.- arrastró las palabras la morocha y abrazó del cuello a su compañía, este la acercó más a él.

-¿Cómo se llama?- preguntó el mexicano.