15.

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Hoy (un mes después del accidente)
Departamento de Agustín

-¡Ey!, chicos, ¿qué hacen aquí?- preguntó el morocho cuándo fue a abrir la puerta de su hogar.

Parados frente a la puerta estaban Michael, Valentina, Ruggero, Candelaria y Jorge. Traían cajas de pizza además de un par de sodas y bolsas con frituras.

-Venimos a hacerte compañía.- entró Valentina, dándole palmaditas en el brazo a su amigo.

-Pero, estaba por ir al hospital.- dijo confundido cuándo vio a los cinco entrar a su departamento y dejar todas las cosas sobre la mesa.

-Puedes ir más tarde.- dijo Mike y se sentó a un lado de Valentina.

-Pero, siempre voy a esta hora para regresar a las siete u ocho a casa.

-Agus, casi es medio día, ¿piensas estar en el hospital siete horas?- preguntó Jorge.

-Sí, siempre estoy allá ese tiempo.

-Es demasiado- dijo Ruggero- mira, entendemos que te preocupes por Caro y que quieras estar con ella, pero lo haces todos los días, también debes descansar y hacer otras cosas.

-Estoy bien así, me gusta ir al hospital a hacerle compañía.- se defendió.

-Y seguro Caro lo aprecia mucho, pero debes continuar haciendo tus viejas actividades, salir con tus amigos.- intervino la novia del italiano.

-No, así estoy bien- le empezó a molestar la actitud de sus amigos- no voy a salir con mis amigos, porque no quiero ir a divertirme, Caro esta en coma, ¿cómo podría ir a divertirme?- dijo molesto.

-Sí, Agus- se paró Valentina y caminó hacia su amigo- entendemos que te sientas así, pero ya paso un mes.

-Sí, paso un mes, y ya tan rápido ustedes se están olvidando de ella.- se rascó la nuca.

-No, hermano- se paró Mike frente a Bernasconi- no nos hemos olvidado de Caro, jamás. No la dejamos de visitar, pero tampoco vamos diario porque tenemos que seguir con nuestras vidas- Agustín no creía lo que oía- sí, tal vez suene mal, pero eso es lo que ella quiere, a ella no le importa si vamos diario, o cada tercer día, tienes que relajarte Agus.

-No, no me voy a relajar- comenzó a alzar la voz- están tratando de decirme que puede que no despierte en un buen tiempo.

-No, jamás dijimos eso.- habló Ruggero.

-Es lo que me dan a entender- suspiró frustrado- y no me importa si se tarda un mes, dos meses, cinco meses, un año o hasta una década- los miro seriamente- yo estaré junto a ella para ver ese momento, no la voy a abandonar.

-Nadie dice que la abandones- contestó la rubia- sólo que te des tiempo para ti- agarró su mano y le regaló una sonrisa- nunca la vamos a abandonar, nadie, pero debemos seguir con nuestras vidas en lo que ella despierta, ¿sí?- el cordobés la miró serio, no sabía que decir- eso es lo que ella quiere. Y te aseguro que la hace muy feliz que la vayas a ver diario- sonrió por lo bajo al igual que el chico- pero, yo creo que la hará igual de feliz que tú sigas con tus cosas, con tu vida, que salgas con tus amigos. A ella no le importa que vayas a verla ya sea una hora o siete horas, con saber de que está en tu corazón, ella está más que feliz, ¿sí?

-Está bien- suspiró el chico- trataré de volver a hacer mis actividades de antes, comenzaré a salir con mis amigos, y bueno seguiré yendo al hospital diario, pero sólo una hora o dos.

-Bueno, por algo se inicia.- dijo el mexicano y todos sonrieron.

-Bien, hay que comer esas pizzas que se van a enfriar.- dijo el italiano mientras se dirigía a la mesa en la que habían dejado todo.

Te necesito (Aguslina) (TE #1) [TERMINADA]Where stories live. Discover now