UNTITLED » a.i, m.c

UNTITLED || 81

Vic: Andele papá -reí y me le acerqué. Éste hizo un puchero y besé su labio-. Va aprendiendo.

Ashton: Ya ni siquiera puedo decir pene -susurré-. Tengo que decirle "la pipí" -ella rió divertida mientras yo la abrazaba por la cintura-. ¿Bailamos?

Vic: ¿Es baile de servicio completo? -pregunté y él se sonrojó-. ¿O tengo que pagarte?

Ashton: El privado es solo para V.I.P. ¿ya cuenta con su tarjeta de socio? -pregunté mientras sonreía sobre su hombro.

Vic: Uyy, ya soy hasta cliente frecuente -bromeé y besé sus labios-. Me gustas mucho.

Ashton: Sonreí mientras besaba sus labios castamente. Vi a Tyler y ella estaba bailando con su abuelo de la forma más ridícula que existía-. ¿Le hacemos competencia?

Vic: Hay que twerkear -bromeé-. Ay, no hay niños aquí -reí-. ¿Me acompañas a revisar el pastel?

Ashton: Claro vamos -mencioné tomando su mano.

Vic: Entramos por la puerta corrediza que estaba frente al comedor y nos pasamos a la cocina-. Uh, guantes porque te quemas -reí al recordar sus quemaduras anteriores.

Ashton: Eh -dije haciendo un puchero mientras me lo ponía-. Tampoco es para tanto, la otra vez ni grité.

Vic: Pero si lloraste -le saqué la lengua, éste abrió el horno mientras sacaba una botella de vino para festejar. Serví dos copas y bebí un poco de la mía. Cuando cerró el horno sonó el timbre-. Uh, ese es Richard. Yo voy -caminé hacia la puerta al ritmo de la canción que estaba puesta. Apreté el seguro y jalé de esta para después tirar mi copa al suelo.

Mike: Dos años han pasado, dos años desde mi muerte. Escondido y refugiado cuidadosamente pude mantener alejada a mi familia del peligro. Le extrañaba, extrañaba cada momento que pasaba con ella, cada risa, cada broma, cada lágrima, incluso cada coraje o burla que hacían. Nunca pude mantenerme lejos de ellos ni mucho menos de ella. Momentos en los que me escondía, lugares en los que por poco me descubrían, situaciones que me tocaron verla llorar y todo por mí. Siempre estuve a su lado, prometí que estando conmigo nunca le sucedería nada malo y así fue como cumplí mi promesa. Estaba cansado, cansado de fingir, cansado de limitarme, de aguantarme las ganas de llegar y besarla. De abrazarla, de ver a mi niña hermosa, Michelle. No puedo decir que fui el primero, pero la tuve entre mis brazos el mismo día que nació. No podía dejarla sin el amor de su padre, no podía evitar dejar que reconociera mis latidos, ella era mía. Era mi sangre, era yo. Estos dos años han sido difíciles, he recorrido muchos lugares, pero sobre todo he estado apegado a ella siempre. Era suficiente, es suficiente-. Mmm... ¿Hola?

Vic: No, Michael no poda estar aquí. Él esta muerto, él estaba muerto, no. No, era imposible. Apreté mis labios y mi mano fue directo a dar a su mejilla.

Mike: ¡Argh, estúpida! -dije sobando mi mejilla, ella sonrió y saltó a mi abrazandome. 

Vic: ¡Eres tu, eres tu! -dije abrazandolo, Dios mis lágrimas salían en este momento-. Dios... ¡Mikey!

Ashton: Salí de la cocina porque escuché un vidrio quebrarse y al llegar a la sala vi al mismísimo demonio parado en la puerta-. ¡Santa mierda! -Michael estaba ahí, estaba parado en los brazos de Vic quién lloraba desesperada mientras lo tenía cerca-. Pero tú...

Mike: ¡Hey! -sonreí y corrí hacia él. Él hizo lo mismo y me abrazó fuertemente-. Oh, hermano te extrañé tanto.

Ashton: Lo abracé y su perfume, su fuerza, su pelo picándome en la cara, todo. Definitivamente era él. Lo miré y le piqué un ojo-. Sí.... estás vivo.

Mike: Por allí escuché que alguien cumplía dos años hoy, así que... -mostré la cajita de regalo en mi mano-. ¿Donde están?

Vic: Cuando logré limpiar mis ojos, apunté hacia el comedor donde daba al patio-. Dios... -respiré-. No puedes salir aún... Tú sólo.. Mmm -tragué saliva-. Quédate aquí parado, ay... Dame ese regalo -lo dejé en la mesa-. Vas a causar un susto de la mierda a todos sí sales.

Mike: ¿Bien? -ella asintió y la vi alejarse. Me quedé allí parado, miré a Ashton y él me seguía mirando-. ¡Si estoy vivo! -reí.

Ashton: ¿Donde demonios estabas? ¡Te ví morir! Bueno... casi -dije mirándolo de arriba a abajo.

Mike: Estuve por allí... Vagando -confesé.

Vic: Mierda, ¿Qué le voy a decir? Oye tu novio no estaba muerto, sufriste en vano. Abrí la puerta y le hablé a Tyler-. Eh... A que no sabes a quien me... ¿Encontré?

Tyler: Fruncí el ceño mientras acomodaba mi cabello-. ¿A quién? -pregunté mientras entrábamos a la casa-. Oye, hay que traer hielo de la cocina, a Ashy se le pegó un chicle en... -pasamos por el recibidor y mi corazón se alteró. Él estaba parado junto a Ashton. Me miró y una sonrisa amplia se formó en su rostro. Me quedé ahí parada esperando a despertar. Esto... no. Él murió, yo lo vi. Lo enterramos. Miré a Vic y ella asintió. Luego a él de nuevo.

Mike: Dios, estaba a unos metros de mi. Se quedó helada y noté que se palidecía-. ¿Sorpresa? -reí un poco.

Tyler: Mi corazón. Mi corazón estaba demasiado acelerado. Caminé dudosa hacia donde él estaba. Imágenes sobre cómo la bala tocó su pecho. Como sangraba en mis brazos, cómo había muerto, cómo él reía vinieron a mí y me superaron. Mis ojos se humedecieron. Levanté una mano y toqué su cabello color rojo oscuro-. Mike...

Mike: Sonreí y sostuve su mano con la que tocaba mi cabello-. Soy yo Tyler -susurré, sus mejillas comenzaron a mojarse-. No... No llores, estoy aquí y vine para quedarme siempre -puse una de mis manos en su mejilla y junté mis labios con los suyos.

Tyler: Sentía sus labios entre los míos. Hace más de dos años que no sentía esa calidez y ese amor que solamente él me daba, pero mis piernas se hicieron de hule y luego todo se apagó.

Mike: La sentí caer en mis brazos-. ¡Tyler! -mierda, se desmayó-. Alcohol, traíganme alcohol -pedí y Vic corrió a un cajón y sacó el botecito. Me lo dio y mojé un poco mis dedos. Los comencé a pasar debajo de su nariz y a esparcirlo un poco por encima de su labio-. Despierta -reí.

Ashton: Sonreí al ver a Mike y a Tyler juntos otra vez, caminé hacia donde estaba Vic y la abracé fuertemente-. Estoy llorón.

Tyler: Abrí los ojos a penas y de debajo de mi vestido saqué una de mis dagas y corté un poco bajo su brazo. Él me soltó de golpe haciéndome caer de lleno al suelo y gruñí-. Agh, idiota... sí eres tú.