Un inmenso prado cubierto de margaritas abre paso a mi locura.
He vuelto a correr al verlo ante mí.
Atravesando el amplio prado cubierto de mis flores.
Mis pies me mantienen firme pero mi mente vuela sin ninguna atadura.
No hay nadie que me hable.
Nadie que me busque.
Nadie que me encuentre.
Solo el viento llevándose todo mi lastre en el rocío que van dejando mis ojos.
El sol abrazándome con su calidez sonríe al verme pasar.
La tierra bajo mis pies desnudos me consuela y me trae de vuelta.
Me siento con ella y miro como las flores bailan entre sí.
Casi puedo oír como ríen alegres sin ninguna preocupación.
Sobre ellas el sol llena de acuarelas su despedida.
Todo es a mi medida.
Es el único sitio donde me puedo encontrar.
Donde nada me nubla y todo me conforta.
Todo aquí me llena de mí.
Me regresa a mí.
Me despierta permitiendo que pueda seguir.
Me hace más fuerte.
He vuelto a ser yo.
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Chocolates de formol
PoetryNada es tan cierto, claro y preciso como la poesía, por eso es la mejor manera que tengo para hablar contigo de frente. Estos poemas son solo pensamientos que ya no caben en ninguna parte de mi alma y a veces de mi imaginación, pero casi en su total...