Yo nací en la gloria de la naturaleza, construida en tierras sagradas.
Donde el canto de la vida se pronuncia en cada flor que perfuma con su elegante sutileza.
En cada río que lucha por mantener su camino, llenando todo a su paso de color con su frescura.
En la agilidad, la perseverancia y el instinto de todo animal, que protege a toda costa su débil existencia.
En cada cascada violenta, en cada tepuy imponente, en el llano que inspira y cría guerreros.
En cada indígena, lleno de toda esa sabiduría que encierra el mundo y su formación.
Una tierra que abraza y sonríe al sol para despertar cada día
Llenando de optimismo, coraje, valentía y persistencia al obrero que levanta una ciudad.
Al panadero que alimenta el porvenir.
Al médico que sana cada hoy por un mañana.
Al maestro que forma al futuro.
A cada niño que con sus risas y juegos son un destello que llenan cualquier desolación.
Un país de costumbres y tradiciones sencillas y humildes que enaltecen a todo aquel que se arropa en su gentilicio.
Un país que desde el amanecer hasta el anochecer, en su música diaria, se puede escuchar muy bajito pero con mucho sentimiento, miles de bendiciones para el que se va y para el que llega.
Un país donde la sonrisa es un acta de nacimiento, por ser innato en cada uno.
La amistad un número de cédula, porque sólo expira con la muerte.
La fuerza y el coraje un pasaporte que nos lleva a donde queramos.
Por eso quiero regresar a mi país, quiero vivir en Venezuela.
¿Se acuerdan dónde queda?
Yo sí, pero un día salí de mi casa y se la habían llevado.
Aún la recuerdo con mucho cariño.
Por favor quien la encuentre y sepa el camino de regreso, tráigala de vuelta.
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Chocolates de formol
PoetryNada es tan cierto, claro y preciso como la poesía, por eso es la mejor manera que tengo para hablar contigo de frente. Estos poemas son solo pensamientos que ya no caben en ninguna parte de mi alma y a veces de mi imaginación, pero casi en su total...
