-¿Qué está pasando aquí?- llegó el morocho en cuanto escuchó su nombre en la plática de las chicas. Vio a Carolina a punto de llorar e impulsivamente se acercó a ella para abrazarla, pero esta sé hizo a un lado antes.

-Nada amor- remarcó la última palabra la rubia- sólo le contaba a Male que estamos más que felices juntos.- dijo y tras mostrar una sonrisa sarcástica, tomó la cara de su novio y se acercó a él para unir sus labios. Carolina no podía ver eso, sentía un gran dolor en el pecho.

Agustín al notar la expresión seria de la morocha, se alejó de su novia y regresó junto a sus amigos.

-¿Te quedó claro?- preguntó arrogante Valentina.

Carolina no dijo nada, siguió caminando. Se sentía destrozada, no podía ni mantenerse en pie. A su mente llegaron recuerdos increíbles junto a su amiga, junto al chico que tanto amaba, y ahora sólo eso serían, recuerdos.

Iba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de las chiquitas que gritaban su nombre. Observó a cada una y la imágen que había visto minutos antes fue reemplazada por la de las hermosas niñitas que estaban más que contentas de verla.

Hubo un grupo de tres niñitas en particular que gritaban más que las demás, estas habían logrado burlar a un guardia y eso causó ternura en la morocha, volteó a ver a su amiga Malena que iba junto a la rubia y le indicó que ya iba.

Fue hacia las pequeñas y sintió una paz increíble cuando abrazó sus pequeños cuerpos y sin poder evitarlo, sonrió.

[***]

Un automóvil clásico del 99, negro con placas "A-17-623", iba conduciendo a toda prisa, se le había hecho tarde y tenía que ver a su pequeña en el aeropuerto en menos de diez minutos. Aceleró lo más que pudo y cuando vio la entrada del aeropuerto se sintió aliviado, cosa que no duró suficiente, había montones de camionetas de reporteros, sin contar la cantidad de gente que había en la entrada. Sabía que todos estaban ahí porque querían ver a su pequeña y a sus compañeros, claro que él sólo iba por la morocha.

Lo tenía todo planeado, sabía exactamente a qué hora la chica saldría del lugar y él estaría antes ahí, así cuando ella justo saliera viera su auto y se subiera en él. Sabía que lo reconocería de inmediato, había sido su vecino desde hace diez años, pero en cuanto la chica cerrará la puerta del auto él desapareciera de ahí con la morocha.

Sabía a dónde la llevaría, un lugar lejos de ahí, de su familia, sus amigos y sobre todo, de él, la persona que más la hacía sufrir, el que le rompía el corazón las veinticuatro horas del día. La peor persona que pueda estar junto a tan precioso ser, alguien que simplemente no la merecía y nunca lo haría, Carolina era bastante para tan miserable pedazo de basura que era el cordobés.

Había llegado el día, por fin estaría con su amada, sólo los dos, juntos y para siempre, nada, ni nadie los separarían. Estarían sólo el uno para el otro, su sueño al fin se haría realidad, la protegería de todos y de todo, y se aseguraría de que sólo fuera suya y de nadie más.

Vio a los chicos salir, iban en fila y eran escoltados por varios guardias. Se tenso cuando lo vio a él, sí, el morocho despreciable que hacía sufrir a su pequeña, sintió tanto odio que las ganas de bajar a matarlo no le faltaron, pero se supo controlar. Detrás venía la rubia que igual había traicionado a su morocha, una más a la lista de las personas que pronto debían morir.

Su morocha no salía, y eso a él ya lo estaba preocupando. Su plan no saldría como lo había planeado, ¿y si había salido antes y no la ha visto?

Y justo cuando una camioneta se alejó de la entrada del lugar, el aprovechó y aceleró todo lo que pudo para que nadie llegará a ocupar ese lugar.

Te necesito (Aguslina) (TE #1) [TERMINADA]Where stories live. Discover now