*Pov Frank*
Me sentía vacío llendo a casa, sin Gerard, ya quería llegar para llamarlo y hablar hasta quedarme dormido.
Tenía de igual forma una sonrisa en el rostro, hasta que llegué al jardín de mi casa.
Las luces estaban encendidas y se escuchaban gritos, al instante supe lo que significaba. Miré rápidamente a los costados, no quería que me robaran claro, pero no quería entrar a ese infierno. Saqué lo más rápido que pude el móvil y marqué con mis manos temblorosas el número de mi novio. Uno, dos, tres timbres que sentí eternos mientras sentía mis lágrimas salir, no lo soportaría, al menos no otra vez.
- Hola Fra - Lo corté
- Gee... Mierda, hay problemas -
- ¿Qué sucede, Frankie? - me quedé callado - Mierda ¡Frank! - dijo preocupado
- Es... Es mi padre -
-¿Qué? - dijo confundido. Nunca le había contado de eso.
-R-Regresó -
- Mierda... Ya voy para allá -
- No, no - exclamé
- Entonces hiciste mal en llamarme... No entres hasta que llegue - asentí como si fuera a verme.
Apreté el móvil con fuerza. No sabía que hacer. Mordí mi labio intentando ahogar mis sollozos, pero lo único que hice fue lástimarme con mi argolla; mi padré no sabía nada, hace mucho se había ido, a penas se dignaba a aparecer y ya habían problemas. Divisé a Gerard, no sabía como le había hecho para salir, seguramente Donna lo habría escuchado, pero eso era lo menos importante, el caso es que él estaba ahí por mí. Empecé a caminar hacía él lentamente.
Se escuchó un golpe sordo y un grito. Otra vez no, me dije, así que cambié de rumbo rápidamente y corrí hacía la casa.
Subí torpemente las escaleras, viendo el desastre. No entendía cómo le había dejado entrar, ella ya sabía como era él.
Empecé a temblar al coger el pomo de la puerta de la habitación de mi mamá. Ella estaba gritando, y se escuchaba como forcejeaban los dos y caían las cosas al suelo, luego un golpe, y alguien cayó a la cama. Pateé la puerta con fuerza hasta que esta abrió ya que estaba cerrada con seguro.
El sujeto que decía ser mi padre había dejado todo un desastre. Miré a Linda que estaba tirada en la cama con sangre en su cara. La había lastimado, como tantas veces antes, a ella y a mí, a parte de obligar a mi madre a acostarse con él, era un cerdo.
- Pero que tenemos aquí - dijo asombrosamente con bajo nivel de alcohol - Anthony, Anthony, Anthony - repitió como un demente. Ese segundo nombre me atormentaba, Cheech me lo había puesto.
- No, Frank, vete cariño - dijo Linda. Eso me molestaba mucho, que fuera tan sumisa, que se dejara siempre de ese sujeto porque ya no aguantaba más, y para que no se metiera conmigo, pero ya no era un niño, como antes; ahora yo también podía defenderme.
- ¿Qué haces aquí? -
- Quería ver como estaba todo, me esperaba una mejor bienvenida - bufé - ¿Qué es eso? - dijo apuntando a mi labio inferior.
- ¿Qué te importa? -
- Eres mi hijo -
- Si, lástimosamete lo soy - rodé los ojos.
- ¿Qué dijiste? - exclamó acercándose a mi madre, por lo que corrí en frente de la cama, interponiendome entre ambos.
- Lastimosamente soy hijo de un bastardo. ¡No la toques! - Grité, cada vez gritabamos más.
YOU ARE READING
The World Is Ugly (But You're Beautiful To Me) -Frerard-
FanfictionLos cambios no siempre son buenos. ¿Que podrá ser de la vida de un joven? ¿Qué consecuencias tienen las decisiones de las personas?