-No- se alejo un poco de él- mejor me pongo algo mejor- dijo decidida y el morocho sonrió- cuando hayas terminado vas y me buscas a mi habitación.- Agustín no podía querer más a esa chica, era tan linda, tierna. Simplemente era perfecta.

-Bien, en un rato voy por ti.- Carolina sonrió y se dio la vuelta para ir a su habitación, pero a mitad del camino recordó algo y volvió a girar hacia Agustín que caminaba igual a su habitación que estaba a unas cinco de distancia de la de ella.

-Espera, Agus.- lo llamó y este se dio la vuelta.

-¿Qué pasa Caro?- preguntó preocupado, rezaba porque no le fuera a cancelar.

-¿Te vas a tardar mucho?

-Como una hora, ¿por qué?- la chica suspiró aliviada.

-Está perfecto- sonrió- así me da tiempo.- esta vez Agus sonrió y los dos volvieron a caminar hacia sus respectivas habitaciones.

Cuarenta y cinco minutos después Agustín salió de su habitación y fue directo a la de Caro. Tocó la puerta suavemente.

Del otro lado Carolina apenas decidía que zapatos usar cuándo escuchó que llamaban a la puerta. Se vio en el espejo aterrada, aún no estaba lista.

-¡Voy!- gritó para que Agustín dejará de tocar, necesitaba más tiempo.

Había cambiado sus jeans y su camisa de rayas azules que llevaba antes por un vestido blanco suelto de tirantes que le llegaba un poco arriba de las rodillas, aún traía el peinado del show, sólo puso en su lugar algunos cabellos rebeldes, el maquillaje estaba casi intacto, quitó un poco porque creía que era bastante.

Quedó un poco más discreta, menos formal a como había estado hace un rato en el escenario. El problema con el que se enfrentaba es que no encontraba los zapatos perfectos, los que ella tenía en mente se los había prestado a Malena y no tenía idea de que otros usar. Esos eran perfectos, eran unas balerinas beige.

Se encontraba en el dilema de usar unos zapatos de puente blanco que tenían pequeños brillos o unos mocasines de piel color cafés.

-¿Ya, Caro?- la voz de Agustín la distrajó de la decisión que debía tomar.

-Un segundo.- gruñó y dudosa escogió los mocasines, los tomó y agarró su chamarra de mezclilla, no sabía a donde irían y si tardarían, tomó su pequeña mochila y metió lo indispensable en ella.

Una vez lista, caminó hacia la puerta y respiró un par de veces nerviosa, tomó valor y abrió la puerta, encontró a un Agustín recargado en la pared, se estaba acomodando el cabello.

No pudieron evitar sonreír. Él llevaba un traje negro parecido al que había usado una vez en una grabación de Soy Luna, lo único raro eran sus converse negros, eso le causo gracia a la chica.

-Te ves hermosa.- dijo impresionado por la belleza que tenía frente a él. Carolina se veía más que hermosa, estaba perfecta y se alegraba de que se arreglará así para estar con él, en una cita.

-Gracias- contestó tímidamente y observó cada detalle del atuendo del chico, llevaba su camisa gris abierta de los primeros dos botones y se lograba ver parte de su pecho- tú también te ves muy bien.

Agustín sonrió y se acercó a Carolina, la pegó a él y ella con las manos temblorosas agarró a Agustín de sus brazos, sentía que en cualquier momento se desmayaría. Agustín acortó la distancia que los separaba y se apoderó de sus labios, recorrió cada centímetro de ellos y le rogó porque no se alejara de él nunca, Carolina apenas consciente contestó el beso de Agustín y se pegó más a él, esperaba no alejarse de él, nunca.

Te necesito (Aguslina) (TE #1) [TERMINADA]Where stories live. Discover now