Capitulo 33

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—¿Qué piensas? Estas muy callada —dice Christian con el ceño fruncido y yo solo sonrió.

—Tengo mucho sueño, me estaba quedando dormida. —Rio y él sonríe ampliamente a la vez que se acerca y besa mi frente con cariño y ternura.

—Esa si es una novedad —dice con ironía haciéndome sonreír.

—Ya no me puedo dormir sola con tanta facilidad. —Confieso sintiendo como mis mejillas rápidamente comienzan a adquirir un fuerte color rosa.

—¿Por qué? —pregunta extrañado con el ceño fruncido.

—Porque... me acostumbré a que todas las noches me susurres al oído hasta que me quede dormida —respondo en un susurró y veo como la sorpresa le invade y el color de sus ojos brilla con mayor intensidad.

—¿Y a qué te despierte de la misma manera, igual? —Sonríe con ternura.

—Sí, me gusta escucharte, sea lo que sea que digas. Tu voz me relaja. —Mis mejillas queman mientras que Christian sonríe mostrando todos sus dientes complacido con mi confesión, pero antes de que pueda decir algo la puerta se abre de golpe entrando por ella Elliot y Taylor que viene por detrás con los ojos abiertos como platos.

—¡No follen que ya llegue! —grita tapándose los ojos y yo abro ampliamente los míos sintiendo como todo mi cuerpo se vuelve de un fuerte color rojo.

—Lo siento, señor Grey y señorita Ana. —Se disculpa Taylor con los ojos abiertos como platos.

—No te preocupes Taylor, ya lo conozco. —Entorna los ojos en dirección a Elliot que sonríe ampliamente.

—Señor. —Con un leve asentimiento vuelve a salir de la habitación.

—¿Trajiste a Kate? —pregunto directo al grano y él pone mala cara llevándose una mano directo al corazón.

—Hola Ana, ¿cómo estás? Yo estoy bien, gracias por preguntar —murmura derrochando ironía.

—Ay Elliot, sabes que te quiero, pero ya enserio, ¿trajiste a Kate? —Vuelvo a preguntar y él niega rápidamente.

—Ella es una de las principales razones por la que me encuentro en estos momentos aquí. —Aclara—. Lo bueno es que llegue a tiempo, un minuto más y el trauma hubiera sido asegurado —dice con sorna. Christian blanquea los ojos.

—En fin. ¿Qué ocurre Elliot? —pregunta Christian.

—Me he peleado con Kate, por lo que iré de copas...

—Sabes que eso la enfadara aún más. —Le interrumpo con una ceja alzada.

—Lo sé, por eso vengo a secuestrar a Christian. —Sonríe—. Si voy con él igual se enojara, pero no tanto; tendrá más compasión —dice y Christian alza ambas cejas sorprendido.

—Ya —Sonríe—, ¿pero quien dijo que yo quiero ir de copas? —cuestiona y la expresión de Elliot se vuelve desesperada.

—Oh vamos Christian, por favor. Solo serán dos copas y ya...

—¿En verdad solo serán dos copas o eso es lo que le harás creer a Kate?

—Touché, pez gordo.

—Como sea, no iré. Mañana tengo que trabajar —responde finalmente.

—Ustedes hablen de sus cosas, me voy a dar una ducha —murmuro poniéndome de pie, pero Elliot rápidamente se pone se espaldas contra la puerta bloqueándome el paso— ¡Elliot! —Me quejo cruzando mis brazos sobre mi pecho.

—Elliot nada. Nadie sale de aquí hasta que acepten —dice haciendo un tipo de barrera humana.

—Es Christian el que debe aceptar, no yo —replico y él niega frenéticamente.

—Ella no debe saber que saldré de copas. Nuestra discusión ha sido por eso, últimamente está muy celosa, así que necesito que me cubras por si llega a llamar. —Entorna los ojos en mi dirección como si fuera lo más obvio del mundo.

—¿Ósea que nos quieres arrastrar contigo a tu posible muerte? —Rio—. Deja de tonterías Elliot, pensé que la enfrentarías usando a Christian para salvarte el culo —murmuro con sorna y él pone los ojos en blanco.

—Ese es el plan b.

—Que patético. —Ríe Christian desde el sofá muy divertido.

—Bueno está bien, te cubriré, pero ya déjame salir. —Pido y él me abraza besando sonoramente mi mejilla haciéndome reír.

—Gracias Ana, eres la mejor. —Vuelve a besar mi mejilla.

—Saca tus manos de mi novia. —Le advierte Christian ya sin ni una pisca de humor.

—Tranquilo. También tengo besos para ti —Se burla—, pero los besos se ganan y tú aun no aceptas. —Tomo el pomo de la puerta y salgo riendo camino a la habitación.

Susurros de Amor... y del corazón Where stories live. Discover now