Capitulo 24

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—¿Es enserio Anastasia? —pregunta cruzándose de brazos sobre la cama y yo asiento sonriendo.

—Si. Quien te manda a ir con Elliot a ese tipo de construcciones —digo apuntando su pie y el refunfuña y me entrega su celular junto al portátil—. El ipad igual... —Estiró la mano.

—¡Ana! —La vuelvo a estirar y a regañadientes la saca debajo de las sábanas y me la entrega.

—No seas melodramatico, un día que no trabajes no te saldrá otra cabeza. —Volteo los ojos y meto sus cosas en mi maleta sintiendo sus ojos sobre mi—. El doctor fue muy claro y dijo claramente reposo, así que nada de trabajo. Sólo relajate.

—Siempre estoy relajado, el trabajo no me estresa —responde haciendo un puchero.

—¿Quieres que te recuerde como le gritaste ayer a Olivia por un informe? —Alzó una ceja.

—Tú misma lo dijiste​, Olivia me estresa, no el trabajo. —Sonríe ampliamente mostrando todos sus dientes y yo niego divertida. Ay Chris...

—Como sea, iré por tu desayuno.

—Bueno, puede que esto de estar en reposo comience a gustarme... —dice acomodándose. Suelto una pequeña risita y salgo de la habitación en dirección a la cocina.

Entrando a la inmensa cocina camino hacia la nevera en donde tomó la ensalada de frutas que prepare hace un rato y la pongo en la bandeja junto al café y tostadas.

Tomó la bandeja y comienzo a caminar hasta su habitación en donde lo encuentro infraganti con el celular de Taylor en mano y a Taylor a su lado que al verme golpea el brazo brazo de Christian.

—Ross no tengo mucho tiempo, estas a cargo, cualquier cosa llama a Taylor. Adiós. —Cuelga y mete el celular en el bolsillo a Taylor rápidamente como si no lo estuviera viendo para luego sonreirme con inocencia.

—Le van a cortar las pelotas —"susurra" Taylor para que sólo Christian lo escuche, pero que creen, si lo escuche.

Christian asiente casi imperceptiblemente.

—No será el único. —Achico los ojos en su dirección y veo como abre ampliamente los ojos.

—Taylor puedes retirarte, gracias.

—No es nada señor Grey. —Asiente y sale rápidamente de la habitación.

—Ten. —Dejó la bandeja sobre sus piernas y me acuesto a su lado sin muchas ceremonia.

—¿Estás enfadada? —pregunta cauteloso tanteando el terreno. Bien.

—No. No estoy enfada... —Tomó el control de la televisión y cambio repetidas veces de canal.

—Estas enfadada. —Hace una mueca dejando la bandeja sobre la mesita de noche.

—Dije que no estoy enfadada. —Lo fulminó con la mirada—. Tomate rápido el café que se enfriará —murmuró volviendo a tomar el control, pero me lo quita de la mano y tomándome por los brazos, me jala hacia él haciéndome rodar hasta quedar encima de su pecho.

—Ahora sólo somos tú y yo. —Besa la punta de mi nariz sonsacandome una sonrisa—. Soy completamente tuyo hasta el otro fin de semana —dice sonriente haciéndome ladear levemente la cabeza intrigada.

—Pero... tienes reposo sólo hasta el Martes —musitó confundida y él responde simplemente encogiéndose de hombros con una radiante sonrisa.

—¿Tarde de cine? —pregunta y yo asiento apoyando mi cabeza en su pecho.

—Me gusta mucho tenerte sólo para mi solita. —Beso su nariz y una sonrisa burlona se forma en sus labios distrayendome momentáneamente.

—Pues ya sabes, soy completamente tu-yo —dice marcando el doble sentido mientras niego divertida soltando una risita.

—Reposo. —Apuntó su pierna.

—Joder. —Maldice—. No vuelvas a permitir que Elliot me secuestre — dice haciendo un puchero.

—Lo prometo. —Rió y comienzo a repartir besos por toda su cara haciéndolo reír. Lo amo tanto.

Susurros de Amor... y del corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora