Capitulo 29

3.7K 503 38
                                    

Mantengo los ojos cerrados en un intento de dormir, pero no puedo ganándome la tristeza y la ansiedad.

Escucho como a la lejanía la puerta del dormitorio se comienza a abrir por lo que abriendo los ojos me remuevo y me acomodo dándole la espalda al lado de la cama de Christian.

—¿Problemas para dormir? —pregunta mordiendo sus labios y yo asiento sin mirarlo a medida que mis ojos se cristalizan—. Ven... —dice estirando su mano para que la tome, pero solo oculto un poco más mi rostro en la almohada.

—Déjame...

—Ana lo siento... —susurra afligido.

—Me siento mal... —musito en un intento de alejarlo y poder seguir con mi intento de dormir, pero veo como rodea la cama para acostarse a mi lado.

Percibo como su brazo se enrolla en mi cintura y me jala hacia él pudiendo sentir la calidez emanar de cuerpo y el latir desenfrenado de su corazón presionar contra mi espalda a la vez que una lagrima atraviesa mi mejilla.

—Yo solo quería que me abrazaras... —Mi labio inferior comienza a temblar.

—Ana...

—... Pero solo te enfadaste conmigo por algo que no tenía la culpa.

—No Ana, yo... —Pasa una mano por su cabello— yo no estaba, ni estoy enfadado contigo, lo estaba conmigo mismo. Se supone que no debo permitir que cosas como las de hoy pasen bajo ninguna circunstancia y mucho menos si te afectan... —Intenta explicarme, pero su voz se reduce a un pequeño susurro—. Tengo miedo —Suelta finalmente.

—¿Miedo a qué? —pregunto voleándome para mirarlo fijamente a los ojos.

—A que le hagas caso a esa nota y me dejes —responde a mi lado encogiendo mi corazón.

—Christian yo nunca te dejare —susurro tomando su mano—. Yo igual tengo miedo, eres lo único que tengo y no soportaría perderte, ya sabes el porqué. —Muerdo mi labio inferior intentando reprimir un sollozo.

Soy el doctor Baker, a partir de hoy seré quien atienda a su novia...

—Cariño, por favor despierta... —Escucho su voz apagada a la lejanía. ¡CHRISTIAN!

—Yo tampoco sería capaz de dejarte —Besa la punta de mi nariz y me acomoda a su lado mientras yo escondo mi rostro en su cuello como cada noche.

Enrollo mis piernas con las de él y acaricio su espalda mientras que él de cierta manera me acuna en sus brazos como si fuera una niña pequeña y besa repetidas veces mi mejilla hasta hacer un camino hacia mis labios haciéndome sonreír.

—Nadie se interpondrá entre nosotros. Eres la mujer mas maravillosa que conozco y no te dejaría por nada ni por nadie, tu luz es lo único que puede atravesar la oscuridad de mis sombras y llegar hasta mi corazón. Te amo nena —susurra en mi odio y yo sonrió media adormilada.

—Y yo a ti Chris...

Susurros de Amor... y del corazón Where stories live. Discover now