Deseo.

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Quería arrancarme los cabellos de la angustia

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Quería arrancarme los cabellos de la angustia. No puedo creer que esto me estuviera pasando a mi.

Juro que si veo a Tara o si me informan de ella, iré a matarla con mis propias manos y gozaré al hacerlo. Pensaba que entraría en razón, cuando la conocí era muy inteligente pero al parecer sus neuronas se fundieron con la obsesión que tiene conmigo.

Confiaba en que cambiaría y yo no tendría que tomar cartas en el asunto con ella, la verdad me sentía culpable... Culpable de la inocencia que le arrebaté y lo años de juventud que ella pudo haber aprovechado para conocer a más hombres. Aunque por esa parte fue su culpa, nunca le prohibí nada a esa chica.

Suspiré y casi me muero al verla en la camilla, pálida como un papel y con los labios blancos como la leche. Desearía estar en su lugar, no puedo verla así sin que me provoque un gran dolor en mi corazón. Siento que es mi culpa y si ella se va, yo me voy con ella por que no puedo vivir sin su presencia a mi lado.

Ya me acostumbré a ella, ya elegí una vida junto a ella y la ideé tan bien que pensaba que nadie nos podía separar. Si era necesario me iba a donde ella quisiera, todo por hacerla feliz a cambio de nada, porqué el solo verla sonreír me hace sentir el hombre más afortunado y feliz del mundo.

Tuve suerte al encontrarla. Tuve suerte de tenerla, porqué alguien tan perfecto y tan bueno no se encuentran ya en la faz de la tierra, solo hay gente mala y desquiciada, que solo el 1% se puede sacar etiquetado como decente.

Tenía casi dos horas parado como un idiota y la sangre se me empezaba a helar imaginando lo peor, si no hacen nada rápido para salvarla, juro que quemo el hospital con todo y doctores.

El doctor casi iba corriendo hacia mi y yo lo miré esperanzado, por suerte no se quitó el gorro como los doctores hacen en la películas para dar una mala noticia. Eso me dió esperanzas.

Pero estaba cagado del miedo.

-Buenas Excelencia.- inclinó su cabeza y yo casi le pego al estar con formalidades en este momento.

-dígame todo.- demandé, este me miró a los ojos y pensó al parecer muy bien sus palabras lo que me asustó mucho.

-la señorita está a un hilo de la muerte, señor.- dijo sin rodeos lo que agradecí en el momento pero al repasar las palabras quise que lo maquillara un poco por lo menos.-logramos parar la hemorragia que había dentro de su pecho, sus órganos internos fueron lastimados pero no a gravedad, lo que es un milagro del divino señor, así que vaya dando gracias desde ahora.- Junté mis cejas y agradecí mentalmente al saber que había esperanza aún.- pero perdió mucha sangre y resulta que la sangre de la señorita es una de las más escasas y valiosas del mundo.- me miró.

-haré lo que sea, ¿pero cuál es?.- pregunto.

-el tipo de sangre es el 0- , que tan solo es compartido por el 5% de la población. A diferencia de otros grupos, los que tienen 0- pueden donar a cualquier otra persona, es decir, se trata de donantes universales, pero solo pueden recibir sangre de otras personas de su mismo grupo, lo que reduce significativamente la posibilidad de encontrar donantes compatibles.- explicó el doctor, lo miré y pensé en las posibilidades.

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