Diferente.

56.3K 2.9K 406
                                    

Salí del baño con una toalla rodeando mi cuerpo, mientras escuchaba los pasos de William detrás mio, quien tapaba de la cintura para abajo con otra toalla.

Ignoré su cuerpo bien esculpido y dispuse a ponerme algo cómodo.

-¿qué haces?.- su pregunta me detuvo, miré hacia atrás con duda.

-cambiandome.- dije obvia. Este caminó hacia la cama, donde estaba dos cajas blancas que pensandolo bien nunca le presté atención.

Las abrió y luego las empujó encima de la cama, brindandomelo. Mis ojos brillaron y la tela me llamó mucho la atención, se veía tan hermoso. Acaricié la tela, era suave como el algodón.

Miré a William, quien esperaba que lo cogiera y me lo pusiera.

-es tuyo, adelante.- sonreí sin mostrar mis dientes y miré el vestido con ternura. No sé porqué, pero sentía algo extraño. Miré a William y lo saqué de la caja, era un vestido precioso crema, con detalles negros. Lo miré y le sonreí.

-gracias.- exclamé ante tal hermosura, lo miré de nuevo y me quité la toalla dejándome solo con las bragas que empezaba a colocarme justo cuando William me paró.

Sin vergüenza me coloqué el vestido frente a él, no llevaba sosten, así que tuve que pasarme el rato entero con mis senos al aire ante su presencia. Me acomodé los senos y luego bajé el vestido un poco más, acomodandolo en mis caderas.

-listo.- susurré alisando la tela con mis palmas y luego miré a William, quien tenía una sonrisa brillante.

-te queda precioso.- susurró acercándose a mi y arreglando los hombros un poco, ajustándolo.-estas hermosa.- lo miré a los ojos y sonreí echando mi cabello hacia atrás. -falta algo.- caminó hacia la cama y saco la otra caja, abriéndola y mostrandome unos zapatos cremas de tacón, eran hermosos.

Los agarró por los lazos y caminó hasta mi aún en toalla, se agachó frente a mi como si me iba pedir matrimonio y empezó a ponerme las zapatillas.

Me agarré de su hombro para no caerme, logré enderezarme y caminar con ellos. Eran cómodos y muy coquetos, lo que me hacía sentir muy hermosa.

-naciste para ser rica.- murmuró con una voz sensual, lo miré mientras este me miraba desde abajo.- te queda demasiado bien.- me miré una vez más sonriendo, asentí feliz por los resultados.

Me senté y suspiré, pero una duda se me instaló en la cabeza

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me senté y suspiré, pero una duda se me instaló en la cabeza.

-¿Qué pasa que me vistes así?.- pregunté alzando mis cejas.

Este se abotonó la camisa y me miró sonriendo.

-te tengo una sorpresa.- acotó sin decir más nada, lo miré pero no dije nada. No sabía a donde llevaría esto, pero no me daba buena espina.

El DictadorWhere stories live. Discover now