38 - Final -

141 28 15
                                    




Narra Micaela



Apague las luces y cerré detrás mio la puerta de entrada a la casa. Una vez que cerré con llave la guarde dentro del bolso y me coloque los anteojos de sol. Respire algunas veces el aire que pleno septiembre nos estaba regalando. Cuando llegue a la esquina divise un auto conocido. Lo rodee y me subí del lado del acompañante.


-¿Estas lista? - Pregunto en cuanto termine de cerrar la puerta y comenzaba a colocarme el cinturón de seguridad.


-Mas que lista - Anuncie con una sonrisa. 


Entre nosotros no existía ninguna charla, simplemente dejábamos que el auto se llenara de la música que la radio nos obsequiaba. "Fue tan lindo hacer un puente, de verdad, solo para vos" sonaba. No pude evitar sonreír pequeñamente.


-¿Te das cuenta todo lo que pasamos hasta estar acá?


-Muchas cosas pasamos - Largue un pequeño suspiro - Pero algunas cosas valieron la pena para que ambos estemos juntos, ¿No es así?


-Nadie se pensó que nosotros nos conocíamos desde mucho tiempo antes de que llegara a aquella casa - Asentí levemente - Tan mal no nos fue.


-En el medio lastimamos mucha gente - Y cuando me referí a lastimar se que pensaba en la misma persona que yo - Pero ya claramente no podíamos seguir ocultando lo que sentíamos. Algún día se darían cuenta.


-Dejaste muchos baches, Mica - Me sentía totalmente culpable ante ello - De por si el primer bache fue cuando ingresamos juntos a la casa por primera vez tomados de la mano, ¿Lo recordas? - Moví la cabeza, asintiendo - Ahí todo comenzó a dar vueltas en la cabeza de Nacho, hasta tal punto que comenzaba a estar paranoico que entre nosotros pasaba algo.


-Tan errado no estaba después de todo..Nosotros estábamos juntos desde antes que yo me ponga a salir con el, cuando viaje a España y te conocí por primera vez - Lo vi asentir - Después todo se fue dando de la manera en que no pensábamos. Nadie contaba con mi indecisión ni mucho menos todo lo que paso en el medio con cada uno de los chicos.


-No pensé que Bianca perdería el bebe, ni mucho menos que Florencia estaría con su hermanastro - Lo escuchaba atenta hablar - Tuve que irme para que dejen de sospechar, la llegada de mis padres podrían arruinar todos nuestros planes.


-Mis suegros son unos genios - Murmure - Se la aguantaron al no decir nada de que yo era tu novia mientras le hacia de novia a Nacho.


-Tenían que soportarlo si necesitaban la plata - Gruño repentinamente - Aunque nunca llegamos a conseguir esa plata. Nacho termino por no ceder ante tus encantos.


-Quizás se avivo en el ultimo momento de que yo no era esa clase de mujer que el pensaba - Me toque el pelo con nerviosismo - ¿Que hubiese pasado si conseguíamos esa plata?


-Nos hubiésemos ido mucho antes de este lugar - Dijo con suficiencia en su voz. Estaba decidido desde mucho antes que yo en todos los pasos que daba -¿Te pensas que hubiese aguantado tanto tiempo con todos esos locos en la misma casa?


-Bruno...


-Llegue a tenerles afecto - Me interrumpió - Me ayudaron aunque no lo necesitara, confiaron en mi aunque me conocían muy poco...pero no podía darme el lujo de echar a perder todo por una amistad que me duraría solo un tiempo indeterminado.


-¿Sera que nosotros estamos destinados a esto?


-Es posible - Freno el auto en un semáforo. Aprovecho para mirarme - Pero ahora tenemos que arrancar denuevo, de cero.


-¿A donde estamos yendo?


-A nuestro próximo objetivo.



Un día y medio estuvimos dentro del auto, solo frenaba para cargar nafta o en algún parador para que podamos comer algo. Córdoba. Ahí es donde estábamos. Acá era nuestra próxima misión.


Nos instalamos en un hotel, cuartos separados. Primero entre yo pidiendo uno, cuando lo tenia asignado me llego un mensaje de el que ya tenia el suyo. Suspire cuando saque de mi bolso un sobre marrón. Dentro había unas cuantas hojas. Mauro Blazquez, mi próximo novio.


Tome mi celular apenas sonó el calendario. Me quede atónita, necesitaba caer en la realidad de que tan rápido había pasado el tiempo. Fui a la galería de mi teléfono y me quede mirando sus fotos, su sonrisa. En si, me quede mirando todo.


-Bruno - Lo llame por teléfono.


-¿Que pasa?


-Hoy es el día


-¿Que día?


-Es su aniversario - Dije en un susurro.


-Olvidate de eso. Florencia ya esta muerta, Mica. No tenes nada que hacer allá - Me corto el teléfono.





Bien, no es gran cosa el final pero pensé miles de formas para dárselo y no pude... Tranqui, falta el epilogo que si puedo lo estaré haciendo entre hoy y mañana. Con el epilogo mis palabras de agradecimiento, claramente.


Tati.

Under the same roof 2 © Onde as histórias ganham vida. Descobre agora