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Pov’s Nacho






Pocas eran las veces donde estaba indeciso con algo en mi vida, donde alguna situación me deja completamente desorbitado. Siempre me había caracterizado por ser una persona con un carácter fuerte, de esos caracteres que chocan y llevan hacia el abismo de decir lo que sea cuando sea. Muchas eran las veces que había peleado por en ciertas oportunidades abrir la boca más de lo que debía, no solía controlarlo. Ahora era completamente diferente. Desde la fiesta estaba completamente ensimismado en mi mundo, me sentía perdido ante las repercusiones de todo lo ocurrido. Las veces que me quedaba callado de esta forma era cuando mis padres me sermoneaban porque siempre ellos tenían la primera y última palabra. Pese a los buenos momentos que hemos pasado juntos no había falta de oportunidad que no demostraran su autoridad sobre nosotros. Cuando la ligaba uno la ligaban los dos, porque aunque podríamos estar peleados entre nosotros siempre nos defendiamos igual, porque así éramos y somos. Hermanos.







Hacia dos días que no quería salir de la habitación porque sabía que de la puerta para afuera estaban los problemas. En varias oportunidades golpeo mi puerta pidiéndome hablar, quererme explicar sus motivos. Y yo
...yo como todo un cobarde no le respondí. Me quedé en absoluto silencio, solo esperando que se vaya y crea que dentro no había nadie. Pero a quien quiero engañar, todos en la casa sabían que permanecía encerrado allí, que solo salía al baño y cuando lo hacía procuraba no cruzarla. Y no cruzarlo. Llámenme cobarde, o como quieran, pero no estaba listo para enfrentar a la persona que amo ni mucho menos a la persona a la cual los dos le fuimos infiel. Se que me los eh cruzado antes, lo se, pero ahora es cuando necesito no tener ningún confronta miento si no quiero perder la poca dignidad que me queda. No es mucha, pero es algo. Ya entenderán porque.







-Nacho- sentí la voz de Ramiro desde el otro lado de la puerta - Abrí, te traje algo de comer -por unos segundos sentí otra voz que estaba con el - Estoy con Bian y su panza acá, quieren hacerte compañía.




-Pero yo no quiero compañía.




-Y a mi eso me importa tres carajos Ignacio -una Bianca enojada no es digno de ver -abrí la puerta Nayar porque te la tiro abajo sino.




-¿Ni estando Embarazada frenas vos no? -entre abrí un poco la puerta mirándolos a los dos desde ahí -quiero estar solo Bian




-Y yo quiero que Paio deje de ser un pelotudo y sin embargo no me encierro como una cobarde -se adelanto unos pasos y me empujo con sus manos para pasar -¿No te aburrís de solo mirar la tele?




-También pienso -me senté en la silla giratoria del escritorio cuando Bianca se apropio de mi lado de la cama ttumbandose ahí y Ramiro de una punta luego de dejar la bandeja sobre la mesa de luz -¿Acaso no tenés momentos donde querés estar sola?





-Pero no me duran dos dias encerrada -ironizó -yo entiendo que te sentís para el tuje porque te mandaste una cagada pero ya paso, no podes hacer nada contra eso.





-Si, desaparecer del mundo.





-Los dos querían que pase eso -Ramiro habló por primera vez en esa charla - no se porque te juzgas tanto vos cuando la otra anda como si nada por la casa.




-¿Como?




-¿Te pensaste que Micaela iba a estar llorando por los rincones porque perdió a Bruno o porque vos no le hablas? En estos días no le importo nada. Es mi amiga pero no se que le anda pasando. Y te digo más, si vino hasta acá a querer que le abras es porque yo se lo pedí, o todos casi se lo se pidieron, no porque ella lo quisiera.





-Al final hermanito la rubia te tiene como quiere -Bianca movió la cabeza asintiendo lo que el otro mellizo había acotado -Sabes que hace y deshace todo como quiere, y vos como tonto detrás de ella.





-Eso es amor, Ramiro. Vos porque no estas enamorado entonces no lo sabes -pese a todo defendería a Micaela en todas.





-No, eso es obsecion amigo -Mire a Bianca, fue quien lo había dicho. La enganche justo sacando una porción de pizza de la bandeja que Ramiro me había traído -Micaela no se si siente por vos el amor que vos sentís por ella. Y puedes amarla todo lo que quieras, pero se nota que está jugando con vos Nacho. ¿Y sabes lo peor de todo? Es que vos te das cuenta y sin embargo seguís cayendo en sus redes.





-No es tan así…





-¿Y si no es así como es? -la impaciencia de Bianca a que le explique algo que yo tampoco solía encontrarle lógica me ponía nervioso - sabes que tengo razón entonces no podes decirme nada. Sos mi amigo, pero estas en pelotudo, que queres que te diga.





-Gracias amiga, también te quiero -Ironice mientras me frotaba las manos sobre el pelo.





-Ay, no te pongas cursi conmigo. Me empalagas - bromeo- Che, la pizza fría está buenísima -y no pudimos evitar junto a Ramiro reír. Podía saltar con cualquier cosa ocasionando una risa o una simple discusión. Así era ella - por lo menos no le puso veneno - esa pizza fue cocinada por Gonzalo la noche anterior.










Aproveche cuando Bianca me aviso desde el otro lado de la puerta que todos se habían ido y que ella también lo haría para poder salir. Hacia tiempo no sentía tan silenciosa la casa, siempre había alguien que estuviera dando vueltas o simplemente en su habitación pero lo estaba. Me acerque al ventanal que da al patio y observe por algunos minutos el pasto, completamente cuidado por alguno de los chicos. Siempre eramos los encargados junto con Pablo y Sergio de hacerlo.








Me vi interrumpido por el ruido del timbre, alguien lo estaba tocándo. Arrastre los pies con toda la paciencia hacia la puerta, no tenia ganas de ver a nadie y el sonido del timbre arruino esa idea. Atendí, por la simple idea de que fuera el cartero o alguien que venga a darme una solución que componga mi vida. Fije mi vista en los dos cuerpos que se encontraban frente a mi. Una señora y un señor me miraban fijamente. El llevaba traje, ella venia bien vestida y con una bolso colgando de su brazo derecho. Los mire sin entender. ¿Buscan a alguien o vienen a venderme algo?





-¿En que los puedo ayudar? -titubee al hablar. No sacaban la vista de mi, como yo tampoco de ellos. A los lejos logre reconocer que había tres personas mas pasadas, mirando atentamente todo.




-Buscamos a nuestro hijo -ahora entendía menos - A Bruno.


•••

Perdón por la demora, tratare de subir mas seguido.

Gracias por la paciencia.
T.

Under the same roof 2 © Where stories live. Discover now