42. Juno y Bleeker.

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Estoy vestida de una manera horrible, a decir verdad. Para alguien que tiene sentido de la moda, estas prendas son un delito que se debe pagar con todas las de la ley.

Miro a Baxter de reojo con enojo, si mi padre estuviera aquí, también le miraría de esa manera. No puedo creer que le haya dejado hacer esta tonta fiesta a Kaleb. Sí, ha pasado un mes y más de la muerte de Felicity. La abuela dice que no debemos estar mortificándonos, que lo mejor que podemos hacer es vivir la vida que a ella le fue arrebatada.

—¡Me veo horrible! —grito.

—¡No grites! —exclama Kaleb con el ceño fruncido—. ¿Te crees banshee o qué?

Quiero golpearlo porque esta fiesta de disfraces me tiene de pésimo humor, principalmente porque Baxter ha elegido el peor disfraz en pareja de todos. O el mejor, aunque no lo quiera admitir porque este fue mejor que mis opciones.

—Vamos, Pep —me sonríe Baxter, sus manos están en mi vientre dándole pequeños masajes—. Te ves hermosa.

—Como siempre —aclaro—. Pero Juno se vestía feo, admítelo.

—Vamos, ¿ya viste mis pantaloncillos?

Se ríe. Son muy cortos, como los del novio de Juno que ahora mismo no quiero recordar su nombre. El que Crystalie siguiera en mi vientre hasta unas semanas más fue la excusa de Baxter para que nos vistiéramos de esta manera.

—Me encantas —dice acercándome para plantarle un beso.

—Lo sé, Bleeker —le digo, recordando el nombre del novio de Juno... o al menos el apellido—. Te quiero.

—Probablemente esté tan enamorado de ti, que doy pena —reímos.

La fiesta comienza, me alegra ver que incluso mi madre está con su disfraz y que se lleva mejor con mi padre. Ya casi salen los papeles del divorcio, porque se lleven bien o no. Esto ya no da para más y ellos lo saben.

Todos vienen con sus disfraces, Honey llega sin ganas pero bien arreglada, mientras Kerrick llega con Summer. Hasta ahora no sé nada de lo que Kerrick le ha dicho a mi pobre Honey acerca del bebé de ambos.

—¡Alégrate! —exclamo chocando mi hombro con el de Honey.

Miro a la distancia a Baxter en medio de la gente, está hablando con unas chicas de manera cortés. Me mira y me sonríe. Acerco dos de mis dedo a mis ojos y luego le apunto a él con ellos. Se ríe.

—Gracias a Dios no puedo beber nada porque ya estaría haciendo el ridículo con esta gente desconocida —me dice.

—¿Qué te dijo Kerrick? —pregunto.

En medio de la música, ella suspira.

—Lo tendremos —me responde—. Es oficial, mi bebé Channing tendrá un hermanito. Aún no asimilo todo esto y le he fallado a mi madre otra vez.

—Hon, es hora de asimilarlo y tienes a Channing, ¡lo harás bien! —exclamo.

Asiente pero aún sigue desganada, pero al menos el padre no huirá como le pasó antes. Sé que debe estar aterrada, hasta yo lo estaría... pero quizás en medio de este desastre, las cosas con Kerrick se concreten.

Kerrick llega, se la lleva y yo voy con Baxter para no quedarme sola.

A pesar de mi gran vientre, hago lo mejor que puedo para bailar bien en mis condiciones. Ya fui bailarina en mis tiempos de muchacha tonta, ahora hago lo mejor que puedo.

—Me alegra estar más cerca de mi madre —me dice Baxter.

Mis brazos van hacia su cuello y le rodean con cariño. Sus manos están en mi cintura y me sonríe.

—Lo sé, hicimos bien en mudarnos.

Kaleb empieza a recibir sus regalos y a ponerle más diversión a la fiesta, todos beben y gritan. Incluso mi abuela está bailando, Neptuno.

—Bien, bien —Kaleb habla por el micrófono—. Es hora de elegir el mejor disfraz en solitario y el mejor disfraz en pareja, ¡ahora!

Claro que ganamos Baxter y yo, somos los mejores. Bueno ya, la competencia estaba algo fuerte con Aaron Samuels y Regina George, pero al final Juno y Bleeker ganaron, já.

—Por supuesto que mi hermanita tenía que ganar —ríe Kaleb.

Seguimos bailando, pero algunos han empezado a fumar así que tenemos que alejarnos de ellos. A lo lejos, una figura castaña me resulta sospechosa y sé quién es.

—¿Qué haces aquí? —le pregunto.

—Necesito dinero para salir de aquí, Virginia —me dice Cole.

—No pienses que seré tu cómplice en este desastre —le digo.

Él toma mi brazo y lo retuerce, me pregunto dónde está Baxter, pero ha ido por un poco de jugo.

—Maldita sea, dame dinero —dice.

—Suéltame —reprocho.

Entre más se lo digo, más me aprieta el brazo... así que dejo de intentar.

—Suéltala o llamo a la policía —le dice Baxter apareciendo.

Cole me suelta de repente, mira de un lado a otro y se va por la carretera oscura. No quiere ser atrapado, pero pasa en lugares públicos. Él no sabe cómo hacer las cosas bien.

—Vámonos a casa.

Me despido de la gente conocida en casa y nos vamos. En la casa todo está alumbrado porque odio dejar las luces apagadas.

Me meto a la ducha y luego me visto con mi pijama. Baxter me espera en la cama serio.

—Tenemos que tener cuidado con Cole —dice.

—Ya lo sé —suspiro.

Esa noche antes de dormir, alistamos la pañalera de Crystalie en caso de cualquier emergencia o el parto se adelante.

***

—Entienda que tengo ocho meses y no puedo más —le digo al fotógrafo.

Él asiente rodando los ojos. Mi padre insistió en una sesión de fotos y aquí estamos. Apenas han tomado unas cincos fotos y no puedo más.

Yo fui modelo hace un tiempo, así que sé cómo hacerlo, pero el vientre pesa y mis pies están hinchados.

—Eso es, Pep —me dice Baxter.

Me toman fotos con él y casi puedo gritar porque salen más perfectas que su exquisita comida.

—Son perfectas —les digo al fotógrafo y a Baxter.

—Oh, nena —dice él—. Lo sé, soy el mejor fotógrafo que tu padre pudo haber contratado.

»Ahora ve a alistarte para las fotos desnudas, vamos a cambiar de fotógrafa.

Baxter se espanta y arma una escena jamás antes vista. Pero le digo que quiero esas fotos, quiero ver que tanto ha cambiado mi cuerpo.

Me retocan el maquillaje y me hacen vestir con una bata de baño. Salgo y Baxter está de un lado a otro.

—Pep, no es necesario —me dice.

—Cálmate, Baxter —le digo.

Al final si se hacen las fotos y le han encantado a Baxter... pero no lo niego, me veo muy bien.

¡Ayúdame, Baxter!Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt