6. El abrazo de Baxter.

32.4K 3K 448
                                    

Entonces descubro el puñetero plan de Kaleb y mi padre. No fue bueno, no claro que no. De hecho fue un plan mediocre: meterse en la cajuela del auto quince días después en la segunda visita de mi nana.

—¡Ese plan más mísero les hizo tardar mil años! —exclamo mirándolos con los ojos entrecerrados.

Baxter está en el sofá riéndose, ha decidido tomarse el día libre y hacer del vago en la casa.

—Discúlpanos, pero parece que la loca ha reforzado la seguridad —me informa Kaleb—. La verdad no sé que rayos le preocupa tanto. Además la loca Anika y la santa Felicity se han convertido más chismosas que unas viejecitas de vencidad.

—¿Por qué llamas a tu hermana santa Felicity? —le interrumpe papá.

—Tu hija se escapa por las noches y se va con su novio drogadicto a algún bar, y luego la loca mayor la pone de ejemplo —le dice Kaleb y a mi padre parece que su corazón se le quiere quedar tieso mientras mi nana niega con la cabeza—. Tu esposa quiere por poco ponerle un altar a santa Felicity y nos salió más diabla que aquí mi bella dama —me señala.

Ruedo los ojos y me quejo, papá se queja de Cole y mi nana se queja de cómo habla Kaleb de Anika y Felicity, pero a mi padre le afecta que le digan la verdad de su niña de quince años.

—Felicity sólo tiene quince años —él dice sentándose en el sofá con aire de derrota—. Nana, ¿qué hice mal? ¿No las crié con suficiente amor? ¿Qué fue lo que hice mal?

Mi nana suspira con derrota también y Baxter se mantiene callado.

—No eres tú —dice—. Es tu mujer, les llena la cabeza de cosas. Apuesto a que ella sabe del novio drogadicto.

Papá está entre abatido y enojado con la situación. Baxter se lleva bien con Kaleb y empiezan a hablar mientras mi nana y mi padre desaparecen por la cocina. Kerrick aparece de visita y se unen como los tres mosqueteros. Ha comprado una casa cerca y vendrá a visitar seguido, según él.

Pienso en Felicity, mi hermana solo cuenta con quince años y una madre permisiva. Pero no puedo quejarme si yo con diecinueve años acabé con un bebé dentro de mí y un padre que se dió a la fuga como fugitivo. Pero Cole no era drogadicto, ahora temo por la salud de Felicity.

—¿Estás bien? —la voz de Baxter me hace sonreír y asiento.

—Sí, siempre lo estoy —respondo.

—Te ha caído de sorpresa lo de tu hermana Felicity.

Asiento y me acomodo en el sofá, mi padre cambia de humor y veo que disfruta de la compañía de los tres mosqueteros. Empiezan a conversar de fútbol y más cosas. Entonces veo a mi padre completamente feliz y mi mayor deseo (después de que mi hijo nazca bien) es que él se divorcie de la loca. Son sus bienes, él siempre fue el de dinero, mi madre simplemente lo hizo caer en sus redes. Deseo verlo así de feliz todos los días. Pero no con ella.

—Le podríamos poner Kaleb al bebé, tendría suerte con las mujeres —me dice mi hermano.

Pero no, mi hermano no tiene tanta suerte con las mujeres. Siempre se termina enredando con las que lo engañan, las que me le rompen un trocito más a su corazón.

—No, el bebé no se llamará así —dice mi nana, Baxter la mira—. Al parecer los hombres Rowe no saben elegir una mujer que les sacuda el mundo con amor.

—Oh, nana —se quejan mi hermano y mi padre al unísono. Kal continúa: —No es necesario que me repitas que no sé elegir a una buena chica, joder.

—Mientras yo viva esas palabras serán escuchadas —dice mi nana y mira a Baxter—. Lo mismo para ti, jovencito. Cuidado me quieres venir con una chica que se haga cargo de mi granja y quiera venderla.

—¡Mamá! —él exclama. Me río, la nana se las ha cargado con los hombres—. Yo ni siquiera he tenido novia en un buen tiempo.

Bernardette rueda los ojos con gran frustración.

—Pues la última vez que me presentaste una novia, ya sabes como terminó —ella dijo antes de irse a la cocina.

Baxter se queda en silencio mientras Kaleb sigue conversando de mujeres que no aprecian el amor. Mi padre se va tras mi nana y a mí me pica la barriga y no por las posibles estrías que me saldrán más adelante... es por la curiosidad por la ex novia de Baxter.

¿Qué tan mal pudo haber salido?

—Pequeña tonta —Kal me mira—. No pareces embarazada, al menos infla tu vientre con helio para que finjas.

Me río junto a Baxter y Kerrick, que por un momento había olvidado que estaba con nosotros.

—Oh, cállate —digo—. Dentro de unos meses estaré tan inflada que no podré ver mis pies.

—Quiero estar jodidamente vivo para eso, créeme —sonreí—. Me emociona la idea de ser tío, ¡basta, tendré un bebé!

—No es tu bebé, es mío —declaro—. Él está dentro de mí, já.

Él me mira mal, seguimos hablando y parecen interesados por mi estado, así que empiezan con los posibles nombres incluso cuando el bebé debe tener el tamaño de un fréjol. Incluso Baxter parece emocionado y mis ojos solo recorren sus pecas.

—Me gusta mucho Colette —dice Baxter—. Claro, si es niña.

—¡Ah, no! —exclama Kal—. Su nombre será Rose.

Lo miro mal.

—No quiero un nombre tan común, así que hagan un esfuerzo —aclaro.

—¡Pixie! —exclama Kerrick.

Me cubro el rostro con un cojín y mi frustración mientras ellos ríen de manera escandalosa. Pero en el fondo me gustaría quedarme con Kal y mi papá aquí para siempre.

El almuerzo estaba delicioso y me frustro cuando descubro que jamás cocinaré como Baxter o mi nana. Tienen manos de ángel en la cocina.

A la hora de la despedida me siento decaída por el hecho de que se vayan, pero no puedo evitarlo. Mi padre se despide cuando su chofer llega por ellos y es el primero en subir al auto con mi nana.

—Escucha, pequeña tonta —dice—. Yo conseguiré un nuevo celular y voy a llamarte cada jodida hora, tanto que vas a cambiar de número —río—. Te seguiré extrañando.

—Y yo a ti, portador de gérmenes.

Los veo irse y mis entrañas hacen un revoltijo. Baxter sale a mi encuentro en la puerta principal, está recién bañado y el jabón de menta es un buen olor.

—Regresarán —me dice.

Asiento y me giro hacia él, me mira por unos segundos y luego me rodea con sus brazos. Se sienten fuertes y le regreso el gesto, su olor me invade y no me molesta en lo absoluto. Tomo un respiro y mis hombros descansan, mi cuerpo se relaja.

Es un abrazo relajado, un buen gesto, un buen abrazo. El abrazo de Baxter.

¡Ayúdame, Baxter!Where stories live. Discover now