6. Seth tiene novia.

Beginne am Anfang
                                    

Asiento.

—Rick va a matarme —musito y busco con la mirada a mi celular, pero no lo encuentro—. ¿Qué hora es? 

—No te preocupes —me dice cuando intento pararme para buscar mi teléfono—. Llamé a Alison, y ella le explicó a tu hermano.

—¿Exactamente qué le explicó? —pregunto con el corazón en la boca.

—Que estás en una fiesta. Pensé que es mejor que luego hables tú con él sobre lo que pasó.

—¿Y mi hermano lo aceptó? —enarco mis cejas ante la posibilidad. Rick no es capaz de admitir que estoy creciendo. ¿Una fiesta, en una ciudad desconocida, con desconocidos? Es un gran no.

—Estaba... Un poco borracho —me explica a lo que no puedo evitar rodar mis ojos. Ya encaja todo.

—Debería irme —respondo. Las ganas de estar en un lugar familiar y cómodo para mí me invaden. Me siento extraña y sucia, necesito irme de aquí y no volver a ver a ninguno de ellos nunca más.

Me levanto de la cama sintiéndome un poco mejor y es cuando me doy cuenta que sigo con mis shorts y con la parte de arriba de la bikini que Aggie me dio.

—Te llevo —se apresura a decir.

Asiento y salimos de la habitación. Me encuentro en uno de los tantos corredores por los que Aggie me hizo pasar cuando íbamos a la habitación de Nick, reconozco un cuadro de rosas a mi frente.

Cuando ya estamos abajo, veo a Riley y a Aggie sentadas en el sofá principal. Están de espaldas, pero alcanzo a ver como Aggie abraza a Riley, quien llora desconsoladamente en su hombro.

Ambas voltean al oírme llegar. Mi corazón se estruja cuando veo a Riley con los ojos hinchados y rojos de tanto llorar. El silencio que nos rodea es incómodo para todos. Se interrumpe cuando alguien más entra a la sala de estar, por la puerta que conecta a la cocina. Giro mi cabeza para ver a Nick entrando. Trae una bandeja de sándwiches en sus manos.

Nos mira a mí y a Tyler y luego posa sus ojos en Riley y su novia, dándose cuenta de la situación.

—Mal momento para sándwiches —murmura y se gira sobre sus talones para desaparecer en la cocina.

—Lo siento tanto, Riley —digo acercándome a ella, ignorando el dolor de cabeza que parece seguirme con cada paso que doy. Me siento a su lado y me atrevo a poner mi mano sobre su antebrazo para mostrarle mi apoyo.

—No fue tu culpa, Quinn —murmura apenada—. ¿Estás bien?

Fuerzo una sonrisa y me atrevo a acercarme para darle un abrazo. Las palabras salen automáticamente del fondo de mi corazón.

—Stefan no te merece, Riley —le digo baja la mirada atenta de Aggie—. Y verdad, siento tanto lo que pasó.

—Gracias, Quinn. Si Tyler no hubiera llegado... —no puede continuar cuando solloza.

—No es nada —murmuro. Paso mi mano por su espalda por última vez y me separo.

Al levantarme, miro de soslayo a Tyler, le indico que podemos irnos. Me despido rápidamente de Aggie. Le digo que encontraré la manera de devolverle el traje de baño, pero me dice que no importa. Y luego se despide de mí con un "nos vemos pronto".

Honestamente espero no volver a verlos. Solo quiero volver a casa, darme una ducha eterna y tomar alguna aspirina para aliviar el dolor.

Voy hacia la cocina y me despido de Nick, el cual está comiendo los sándwiches por su cuenta.

—Perdón por todo lo que pasó. Sé que es difícil, pero... De verdad espero verte más seguido por aquí, Quinnie —dice.

Una vez afuera, bajo el cielo estrellado de Miami, camino junto a Tyler hacia su auto rojo.

The New Heartbreaker | DISPONIBLE EN LIBRERÍASWo Geschichten leben. Entdecke jetzt