-Yo sé a donde lleva ese sendero -dijo el padre domenico-, cuando llegué a este pueblo me perdí y tardé un par de horas para retomar el camino, cuando por fin pude salir terminé en esta misma parte. el lugar es sólo, un poco más adelante hay un despeñadero y un camino que lleva directamente al puerto, claramente nadie lo descubriría allí, y fácilmente pudo salir con helena sin ser notado, porque el cementerio tiene una puerta trasera que conecta a un camino cerca de aquí
-¡¿Cómo alguien puede hacer una entrada a un cementerio por un camino como este?!- preguntó andrus molesto-
-Hijo, era la puerta antigua, por donde entraba anteriormente la gente, nunca nadie la cerró, el lugar quedó despoblado y nadie pasaba por allí, no suponía un peligro para ninguno-
-Pero ahora lo supone padre -respondió andrus-
-No es momento para discutir andrus, mi pobre helena debe estar muy asustada. Vamos ,no perdamos mas tiempo. -dijo antonny
-Pero es un poco lejos antonny, si tuviéramos un caballo.... lo mas seguro es que leandro ha venido en uno, no podremos seguirlo.
-No me importa-exclamó antonny- un caballo no me impedirá ir a buscarla.
y se pusieron en marcha. Por suerte leandro iba a un paso moderado, y ellos a una distancia prudente, podían verle a la perfección
Mientras tanto en la casucha, helena estaba en manos de damian, aquel que tanto daño le había hecho, la pobre estaba inconsciente, hatada a una silla, con una mordaza.
-La bella helena... ahora no eres nada -dijo damian escupiendo a sus pies- ¿Que harás ahora que no tienes a nadie? Ya jamás verás a nadie, serás mía como tuvo que ser desde el principio, harás todo lo que te ordene, y me complacerás porque va a ser tu obligación.
No sé cuanto tiempo estuve inconsciente, solo sé que me desperté en un lugar horrible, el olor me causaba nauseas y la cabeza me daba mil vueltas, tardé un poco en recuperarme por completo, mi sentido de la orientación estaba bloqueado por completo
-Que pasa, donde estoy... antonny? -dije somnolienta y con la boca seca-
Ahí confirmé que no estaba nada cerca de mi casa y que estaba amarrada de pies y manos a una silla, no podía moverme, no podía hacer nada y al parecer mi boca seca era por la mordaza que tenía ahora en el cuello, alguien me la había quitado
-Suéltenme- Grité con fuerza- Déjenme ir, quien ha hecho esto. por favor suéltenme, no me hagan daño
-Pero si ya despertaste querida, ¿como has dormido?-escuché una voz petrificante, la voz del a persona que tanto daño me hizo en el pasado- de una vez te digo que te vayas acostumbrando a esto, porque no te soltaré hasta tenerte subida en el barco que nos llevara directo hacia el otro continente, allá solo seremos nosotros tres, y nadie impedirá que así sea.
-¡Damian!...SUÉLTAME -grité como nunca-, que haces aquí... déjame ir por favor, te lo suplico, ya no más, ya me hiciste mucho daño... déjame -le suplicaba con la voz ya maltratada-
-No mujer... el daño me lo hiciste tu... Si ese día solo me hubieras complacido yo no hubiera tenido que usar la violencia, y hoy seriamos muy felices. nos hubiéramos evitado todo esto -me dijo acercándose bruscamente y agarrando mi rostro con fuerza- pero claro... a ti te gusta todo lo complicado, siempre dándotelas de dama correcta.. - dijo soltándome con fuerza y golpeando con un puño la pared-
-ayuda!! -gritaba helena- Antonny aquí estoy, ayúdame, ven por mi mi amor, aquí estoy, ayuda antonny.
-Cállate maldita vendida, que aquí nadie te va a escuchar, Nadie va a venir a este lugar. pobre helena, tan sola, tan.. NADIE.
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Dame Esperanza
RomanceElla, una joven de sociedad, reconocida por su frialdad y su gran ego, guapa, inteligente y calculadora, con un pasado lleno de tormentosos momentos que le impedían ver el brillo de su presente. Él, un Cura reconocido por todo el pueblo, entregado...