capitulo 2

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Debo reconocer que el volumen de mi voz la mayoría de las veces no es tan bajo como quisiera, normalmente llamo la atención incluso cuando intento pasar desapercibida y esta vez no sería la excepción,  pues alguien a quien yo no había notado captó mi presencia. Justo en la parte de atrás del altar un hombre alto de cabello negro volteó a verme, algo sucedió entonces cuando nuestras  miradas se cruzaron, una corazonada fuerte me decía que a partir de allí nada seria igual. El joven,  dejo caer uno de los candelabros que tenia en sus manos y confieso que su  tierna torpeza me causó gracia

-Hola -me dijo entonces rompiendo el silencio que invadía el lugar-  me disculpo con ustedes por lo que acaba de suceder, no fue mi intención interrumpir de esta manera- mencionó dirigiéndose también a mi madre excusando lo sucedido

-y  usted también padre disculpe mi torpeza -le dijo a Doménico- ha sido un accidente, una leve distracción- dijo mirándome-  no he querido asustarles, por favor continúen  en lo suyo tendré mucho más cuidado- continuó mientras terminaba de recoger lo que sin querer había tirado

Antonny me miró con una sonrisa picara, esa sonrisa que no voy a olvidar nunca. La sonrisa más perfecta que jamás había visto

-No te había visto aquí nunca -me atreví a decirle después de haberme perdido en él por un buen rato- ¿también eres cura?

- sí, me asignaron de nuevo a esta iglesia -dijo- hace poco llegué de una misión en Brasil,  estuve aquí hace un par de años pero tuve la oportunidad de ir a ayudar en otro lugar y partí de inmediato y ahora nuevamente, estoy de regreso. Pero soy yo quien debe decir que no te había visto antes, en todo el tiempo que llevo aquí es la primer vez que te veo -me dijo arcándose un poco hasta donde me encontraba-

- es cierto, no salgo mucho y no vivo exactamente aquí -le respondí un poco nerviosa- vivo algo cerca, los suficiente como para venir y volver cuando yo quiera. tampoco acostumbro mucho a venir a esta iglesia, hoy en realidad lo hice porque de camino a la tienda de vestidos mamá decidió que entraría a hablar con el padre acerca de mi fiesta de cumpleaños.

-pues felicidades, espero que disfrutes mucho tu fiesta -me dijo regalándome otra encantadora sonrisa- disculpa mi falta de cortesía -dijo dándome un gran susto- no me he presentado y aun así te felicito por tu cumpleaños, me llamo Anthony- dijo brindándome su mano- encantado de conocerte

- Helena - le respondí también con una pequeña sonrisa- mi nombre es Helena, el gusto es todo mío. - respondí con una sonrisa y probablemente también con el rostro sonrojado - ¿ por qué le dije eso? - pensé- no no no, helena que te pasa, si Amelia te escucha, corre por que te mata 

-Bueno, espero verte nuevamente por aquí Helena, eres bienvenida- me dijo sacándome de los absurdos pensamientos que comenzaba a tener- 

mientras me retiraba su mano y me observaba de una forma particularmente profunda, el roce de sus dedos con los míos me hizo estremecer 

En ese instante mi mente se borró por completo, estoy segura que nuestras  miradas se conectaron de la forma mas intensa. Bendito el momento en el que mi madre tomó como costumbre ir a la iglesia, toda la vida le agradecería  a ella su insistencia

Poco a poco el ruido de la calle fue despertándonos del pequeño trance en el que habíamos quedado, y menos mal, porque ambos pudimos notar  las extrañas miradas que tenían mi madre y el padre Doménico, así que de inmediato separamos nuestras manos, no era lo que quería, pero a ver... con una medre como la señora Amelia por mucho no  podía continuar así, con esa  tierna mirada de  dragón enfurecido cualquiera entendía, si no le soltaba, la interminable tarde de compras sería un completo infierno. 

- Bueno helena -me dijo Anthony- nuevamente mucho gusto, y espero de verdad pases un excelente día de cumpleaños, sabes que aquí encontraste un nuevo amigo -mencionó mientras guiñaba pícaro un ojo-

-"sería perfecto si te viera allí" -pensé-

-Estas invitado también Anthony, junto con el padre -dijo mamá como leyendo mis pensamientos- los espero con todo gusto el día de mañana, luego de celebrar la misa habrá un banquete en el cual nos tendrían honradas a mi hija y a mi si asistieran, sabe bien padre que  es como de la familia y sería una pena no poder compartir con usted este festejo- dijo mamá mientras nos acercábamos a la salida-

-te espero mañana nuevo amigo -Le dije de modo casi imperceptible, para que ni mi madre ni el padre notaran lo emocionada y completamente loca que estaba comenzando a verme, aunque estaba segura que mucho mucho no podía disimular,  Luego de esto partimos camino a la modista

-Que me perdone Dios por esto, es inevitable pensar en él después del intenso momento que acabé de pasar, pero ya... ahora helena, contrólate, domina lo que sientes, es solo un hombre, uno que no puedes ver como algo más que un simple amigo -pensaba mientras me probaba el vestido antes de regresar a casa- 

no puedo negar que aquel día disfruté más el salir de compras con mi madre, no pude ni un segundo apartar mi pensamiento de Anthony y por más que me repetía lo imposible que era, mi loca cabeza no paraba de imaginar una que otra situación con esa maravilla de hombre, que para mi infortunio,  solamente podía ser mi amigo.

Dame EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora