"Lo siento, lo había olvidado - Gerard"

Luegó recordé cuando ella me pidió el número y me tranquilicé.

Hablamos unas cuantas horas, solo dejaba de escribirle para ir al baño, a comer y cuando llegó mamá.

Nos despedimos y tiré el celular a donde se encontraba la maleta. Sonreí y alisté ropa para el día siguiente. Luego de un rato de mirar para el techo tirado en la cama recordé que no había alistado la maleta y corrí a buscar los cuadernos correspondientes del segundo día. Revisé el celular y tenía un mensaje de LinZ hace un momento.

"Discúlpame...Esto sonará muy estúpido pero, estaba inentendo hacer algo con el bajo, me caí y me esguincé la mano derecha, con la que escribo. Unos días faltaré a clases. Intenta hacer amigos -Lindsey"

-Mierda - susurré.

¿En serio la única persona con la que he hablado en toda mi vida además de mi hermano y mi familia en general iba a faltar por lo menos dos semanas a clases? Me dije en mi interior, pero el punto es que iba a estar sólo, sin nadie que me ayudara, tendría que seguir todo como lo pensaba desde un principio, quedarme sólo en un rincón y empezar a determinar cómo era la gente para saber a quienes evitar y a quienes les daba igual.

Nada es bueno. No para mí. Nunca me pasan cosas buenas. Logro hablar con alguien y en la tarde esa persona esta en el hospital. Creo que doy mala suerte, pensé.

No me dio muy fuerte la noticia, ella era genial y todo, pero estaba acostumbrado a estar sólo, de igual forma todos habían parecido ignorarme. O tal vez solo era porque estaba con ella. Esperaba que fuera la primera opción y que me ignoraran por el resto del año.

Me tiré a la cama preocupado y me dejé llevar y así terminar en un profundo sueño.

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Me desperté con el sonido de la alarma.

- Mierda - dije.

Luego realicé la rutina de lo que sería para todos los dias, hasta la parte de autosofocarme con la almohada, pero obviando el golpe con la puerta y que esa vez sí dejé en un lugar específico la pijama.

Todo lo mismo. Me despedí de Mikey y mamá, quienes esa vez no me iban a llevar a la escuela. Recordé que LinZ no iba a ir y maldije internamente al pensar en que me empezarían a molestar o incluso, podrían golpearme. Debía pasar desapercibido.

Caminé por un tiempo hasta llegar a la escuela. Me detuve en la esquina. Pensé en huir de allí y faltar, pero no podía, así que me acerqué lentamente mirando a la gente que entraba. Aún faltaba media cuadra, ya que iba a paso de tortuga, y ví que ya no enrraba nadie más, mire la hora.

-Mierda- exclamé y corrí lo que restaba en la acera. Casi me cierran la maldita puerta en la cara, pero alcancé a entrar sin retardo.

Entré y ví que los pasillos estaban casi vacíos. Eso no era bueno para alguien como yo, que por mi aspecto físico y demás molestaban y uno nunca sabía en que me momento podía terminar fácilmente en el hospital.

No recordaba dónde quedaba el salón de francés así que empecé a caminar un poco más lento mirando el pequeño letrero de cada salón. Saqué el cuaderno para ver si mamá había anotado al menos el piso. Al sacarlo se cayó una hoja que iba dentro. Era el horario.

-¿Se te cayó algo, enano? - dijo alguien detrás mío. Demonios.

Me giré para ver quien había hablado. Era un chico alto y bastante fornido. Estaba seguro que fue uno de los que había mirado sorprendido cuando LinZ ne había saludado fuera del salón de Historia.

The World Is Ugly (But You're Beautiful To Me) -Frerard-Where stories live. Discover now