Capítulo veintisiete.

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Las clases siguieron normalmente. Volviéndose más difíciles y duras que nunca, y con Defensa no había excepción.

Fue sorprendente enterarse que en la clase de Moody serían puestos bajo la maldición imperio cada uno para ver si podrían resistirse a ella. Como siempre, Granger dio uno de sus comentarios molestando al profesor e invitándola a salir del aula si no estaba de acuerdo con su método de enseñanza. La castaña enrojeció, musitó algo apenas entendible y no habló más.

La clase se llenó de saltos, sonidos de ardillas, gimnasia y golpes (lo que resultó gracioso para Bianca viniendo de Potter). Ella también tuvo su turno y fracasó como los demás. Moody la puso a cantar y bailar (muy desastroso según palabras de Nicola) y obedeció después del intento fallido que tuvo de no hacer caso.

Cuando tocó clases con McGonnagal no hizo falta el recordarles que el siguiente año presentarían sus TIMO's; Binns les dejaba redacciones; Severus, descubrir antídotos (y los había amenazado con envenenarlos); Flitwick, leer libros de encantamientos convocadores; y Hagrid, tomar notas sobre el comportamiento de los escregutos de cola explosiva.

Eran tantas las tareas que Nicola y Bianca se estuvieron desvelando haciéndolas y se quedaban medio dormidas en el desayuno, y cuando volvían de Cuidado de Criaturas Mágicas, planeaban irse directamente a su habitación a descansar pero una multitud de estudiantes amontonados les impedían el paso.

Un gran cartel estaba en la escalinata de mármol causando ese desorden y pelirroja con pelinegra se tiraron al piso gateando para pasar y leerlo:

TORNEO DE LOS TRES MAGOS
Los representantes de Beauxbatons y Dumstrang llegarán a las seis en punto del viernes 30 de Octubre. Las clases se interrumpirán media hora antes.
Los estudiantes deberán llevar sus libros y mochilas a los dormitorios y reunirse a la salida del castillo para recibir a nuestros huéspedes antes del banquete de bienvenida.

Salieron de la multitud y escucharon a Ernie MacMillan decir que le diría a un tal Cedirc.

- ¿Cedric?- preguntó Neecks. Ella no conocía a otros que no sean de su grado a excepción de Ginny Weasley y Cara Matsuoka que eran un año menor.

- Digorry. Capitan del equipo de Quidditch de Hufflepuff. Séptimo año.

- Ni me gusta el Quidditch. Ni por asomo me iba a acordar.

Pudieron escuchar a Hermione y Ron hablar cuando se iban y rieron.

- Sólo te gusta porque es guapo.

- Perdona, a mí no me gusta la gente sólo porque sea guapa.

Ron iba a hacer amago de toser pero fue interrumpido por Bianca que gritó «Lockhart» llamando la atención de todo el pasillo. Hermione se sonrojó y miró con ira a la pelirroja y a su amiga quienes huyeron riendo a carcajadas de ahí.

Ambas se fueron al patio, Nicola sentándose debajo de un árbol y Bianca subiéndose y colgándose de la rama de este quedando de cabeza.

- A veces me pregunto cómo Granger no nos mata- dijo Bianca aún riendo.

- Nah. En el fondo nos quiere- cogió su mochila y sacó un manga con un chico de camisa abierta y un tapaboca.

- Uff... Me huele a yaoi. ¿De qué trata?

- De un psiquiatra que se enamora de un misofóbico. Él solo atiende a los niños pero igual intenta curarlo.

- ¿Me lo prestas luego?

- Claro, mientras que los chicos de los otros colegios no lo encuentren o luego nos tachan de raras... de nuevo- suspiró y luego miró a Bianca sonriendo-. Adivina qué "relación" va a acabar pronto.

La hija del Señor Tenebroso (Severus Snape)Where stories live. Discover now