Capítulo doce

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La casa de Neville era enorme, muchas habitaciones que estaban bien equipadas con varias cosas que parecían de valor. Era más hermoso a comparación de la mansión Lestrange.

La abuela de Neville la había recibido de maravilla y siempre la trataba de hacer sentir cómoda invitándola de compras pero ella siempre le rechazaba diciendo que no quería abusar de su amabilidad cuando la verdadera razón era que no le gustaba para nada los gustos de la señora.

Neville le preguntaba muy seguido sobre Bellatrix, lo que tomó normal puesto que había vuelto locos a sus padres y era normal querer saber más sobre la mujer que los "llevó" a San Mungo.

- Digamos, Bellatrix es algo, bueno, muy psicópata, sádica, malnacida, desgraciada, le gusta el dolor ajeno al de ella...

- ¿Y por qué te odia?

- Porque yo no fui su hija.

Bianca le explicó el amor u obsesión que Lestrange tenía por Voldemort y envidió que él violara a su madre y la hubiera concebido. Ella quería mantener relaciones con él pero al mencionado no se le antojaba meterse con ella.

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Después de un mes, a Bianca y a Neville les había llegado la carta con todas las materias que necesitarían pero Bianca se dio cuenta de que no poseía su llave de Gringotts y no podría ni costear una nueva túnica.

- Y ahora ¿Cómo voy a conseguir todo esto? No tengo dinero.

- Mi abuela tal vez te ayude a conseguir tus libros.

- Pero no quiero molestarla.

- Vives un mes y medio aquí, sabes que no la molestas.

- "Emilly", tranquila, yo voy a ayudarte.

- Ya le había dicho que no quería molestarla.

- Y no lo haces, en lo absoluto. Es por eso que te conseguiré los materiales y no aceptaré un "no" en respuesta otra vez.

Bianca sonrió pero seguía pensando que era mala idea.

Fueron al caldero chorreante y la abuela de Neville fue a conseguir los libros dejándola a ella con el niño.

Se fue a sentar mientras que Bianca pedía unas cervezas de mantequilla para ambos. Un hombre que estaba al lado estaba pidiendo lo mismo y la observaba atentamente. Bianca se dio cuenta de ello rápidamente. El hombre tenía cicatrices en el rostro con una mirada castaña.

- Disculpa, ¿cómo te llamas?

- Puedes llamarme señorita Maravillosa.

El adulto se río ante la ocurrencia de la niña.

- Veo que estás aquí con tu hermano.

- No es mi hermano, es mi amigo, estudiamos en Hogwarts

- ¿Cuántos años tienes?

- Trece años.

- Vaya, no se nota.

- ¿Y tú?

- Treinta y dos.

- Wow, no se nota.

El hombre de detrás de la barra le entregó a la chica sus dos pedidos y ella se despidió.

- Señorita Maravillosa.- la llamó el hombre.

- En verdad, mi nombre es Bianca.

- Y yo supongo ser Remus.

La hija del Señor Tenebroso (Severus Snape)Where stories live. Discover now