Capítulo diecinueve

1.4K 107 12
                                    

Después de su último examen, los alumnos salieron del salón de Estudios Muggles pero al demorarse en recoger sus cosas, la profesora aprovechó para hablar con la pequeña Ryddle.

- ¿Puedo hablar contigo, Bianca?

- Claro, de todos modos, ya lo está haciendo.- dijo lo último entre dientes pero Burbage lo escuchó perfectamente aunque lo ignoró.

- Bueno, solo quería decirte que entre Severus y yo no hubo ni habrá nada, así que puedes estar tranquila.

Bianca soltó una risa.- ¿Y por qué me habría de importar eso?

- Sé perfectamente que los dos ya comenzaron una relación y solo quería aclarártelo para que no quisieras matarme.

La menor bajó la mirada algo apenada y sonrojada.

- ¿Tanto se notaba?

- Mm... Sí, mucho.- dijo con una cálida sonrisa.

- De acuerdo. Lo... siento.

- No hay problema.

Terminó de guardar sus cosas e iba a poner un pie fuera de la sala pero la escuchó llamarla de nuevo.

- Sí, ah... Solo quería decirte también que cuides a Severus. Merece ser feliz y quiero ver contento a mi amigo.

- Claro. Lo haré feliz.- sonrió nerviosa y se retiró del aula dejando a Charity satisfecha.

Bianca le dio el alcance a Nicola y al llegar a la sala común se fueron directo a su habitación a dormir hasta la cena o, por lo menos, fue lo que hizo Bianca porque Nicola se quedó en su cama leyendo libros muggles como estaba acostumbrada antes de los exámenes.

+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+

- Severus Snape, no escaparás de mí.

- Hola, señorita Ryddle ¿qué la trae por aquí?- dijo sarcástico.

- Vete a joder a otra persona pero a mí no ¿Cuándo Burbage y tú se dieron cuenta de que yo pensaba que había algo entre los dos?

- Bianca, eras demasiado obvia. No es muy difícil darse cuenta de tu dulce mirada asesina. La pobre Char estaba asustada de que la fueras a lanzar al lago negro para que se ahogara o que la lanzaras de la torre de astronomía.

- Sí... No me des ideas y tampoco la llames "Char" si la quieres seguir viendo con vida.

Severus la atrajo hacia sí y posó sus labios en los de la pelirroja. Lentamente los labios de ella se fueron abriendo y la lengua del pelinegro se coló. La menor sintió como toda la sangre subía a sus mejillas mientras intentaba mover su lengua. Las sensaciones que ambos sentían eran increíbles.

Ambos se separaron con la respiración algo agitada y verla ruborizada era encantador. Le daba un aire inocente y tierno.

- ¿Qué piensas?- le dijo mientras pasaba sus manos por su cabello. Neecks se había equivocado, no era grasoso.

- ¿Qué fue lo que te gustó de mí?

- ¿Quieres saber?- preguntó y este asintió.- Bien... Tu manera de ser cuando estamos solos, también podría decir que el miedo que generas a otros, tus ojos, tu boca, tu nariz, tu cabello... todo tú. Lo que conozco de ti.- hizo una pausa y luego gritó riendo.- ¡Merlín! Me has vuelto cursi.

Severus se río también.

- Debes irte a tu sala común. Ya es tarde y debo hacer algo importante.

- Está bien. Te veo mañana.

Salió de las mazmorras para irse hacia la salida cuidando que nadie la atrapara, pero al ver tres cabezas ya conocidas, se escondió detrás de los arbustos.

La hija del Señor Tenebroso (Severus Snape)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant