Capítulo ocho

1.5K 131 38
                                    

Después de decirle su idea al profesor Dumbledore, él las miró algo extrañado pero después de aceptar sus causales, accedió.

Después de conseguir lo que querían, comenzaron a caminar y pasaron cerca de la entrada a las mazmorras.

- Oye, ¿le avisamos al viejo que le conseguimos trabajo?

- Claro, ¿qué opinas de ir con él de joda un rato?

- No, pues. Excelente, vamos.

Ambas se fueron saltando hasta llegar al despacho de Snape. Cuando llegaron, abrieron un poco la puerta del aula de pociones donde se encontraba Snape sentado corrigiendo unos ensayos, pero eso, a ellas no les importó y entraron salvajemente pegando un brinco sorprendiéndolo.

- ¿Qué es lo que quieren, mocosas?

- Queremos darle la fabutastica y maravillosamente fabulosa noticia que le conseguimos trabajo.- chilló Neecks. Bianca la miró extraña por la rara mezcla de una voz ronca con emoción, pero luego añadió con un tono meloso.

- Profesor "McViejo" Snape (esto fue en contra de mi voluntad), nos es un placer informarle que es el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Bueno, para nosotras.

Snape hizo un gesto de desagrado y Neecks gesticuló haciéndose la ofendida.

- ¿Cómo puede actuar así, profesor Snape? Cualquier profesor se sentiría halagado al tener que darnos clases privadas a nosotras. Pero usted solo nos responde con ese gesto tan huraño. Nos ofende.- dijo mientras que Ryddle convulcionaba de risa en el piso.

- Señorita MointClaire, le recomendaría salirse de Hogwarts, regresarse a América e ingresar a ese afamado instituto de teatro muggle que hay. Y, señorita Ryddle, le recomendaría levantarse del suelo si quiere recuperar por lo menos la última gota de dignidad que le queda. En fin, volviendo al asunto que las trajo aquí, supongo que no me queda de otra nada más que resignarme puesto que tengo la teoría de que ya hablaron con el profesor Dumbledore y no queda nada más que hacer.

- Una estrellita dorada por lograr acertar esto y otra más por animosidad.- Bianca hizo ademán de acercársele, dejando una distancia prudencial, para ponerle una estrella con el pulgar en la frente.

- Bueno, mio caro Snape, nos tenemos que retirar. Soy... digo, somos demasiado fabulosas para estar tanto tiempo en un mismo lugar. Ciao.

+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+

Ambas, morena y pelirroja, caminaban hablando de Snape. Neecks comentaba que el profesor era demasiado arisco y Bianca apoyaba la idea tratando de reprimir el gusto que crecía dentro de ella por su profesor. Hubieron seguido dando comentarios "positivos" de él si un grupo de idiotas no las hubiera detenido.

El grupo era conformado por la idiota de Weasley, la pretenciosa de Matsuoka, Degregorie y, sorprendentemente, Parkinson.

- Ryddle, mointCla... MoiintCla... como sea.- dijo Matsuoka haciendo una mueca.- No es un gusto verlas por aquí.

- Es recíproco.- dijo Neecks Sonriéndoles falsamente.

- Y ¿Qué hacen aquí? Además de andar jodiéndole la vida al resto.- preguntó Pansy haciendo protagonismo.

- Justo hacemos eso. Acabamos de volver del despacho de Snape después de joderlo.

Wealey la miró impactada.

- No en ese sentido, pequeña depravada, solo nos gusta molestarlo.

- Escucha, no me habría sorprendido que fuera en el sentido en el que se refería Ginny, conociendo tus raíces.- comentó Matsuoka para finalmente tocarle la nariz retándola.

La hija del Señor Tenebroso (Severus Snape)Where stories live. Discover now