5. Lo que realmente quiere Stefan Fleming.

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—Nunca me dijiste que la noche en Mykonos era tan divertida. Tenemos que volver, pero todos juntos —comenta Tyler. Me siento un poco culpable por no haber preguntado sobre sus vacaciones antes. Él sí preguntó por las mías. Nada extravagante en mi respuesta, por supuesto.

Cuando su amigo está por contestarle, carraspeo con la mirada baja. No quiero parecer una entrometida pero esto del modo planta me está poniendo enferma.

—Quinn, este es Nicholas Ackerman —me presenta Tyler al darse cuenta.

—Odio que me digan Nicholas —interrumpe de buen humor mientras arruga la nariz.

—Lo sé —contesta Tyler cargado de confianza y esboza una pequeña sonrisa. Nicholas empuja a su amigo tras mirarlo bien y voltea para hablarme.

—Dime Nick.

—Quinn —respondo porque siento que es lo apropiado. Él asiente y me inspecciona con la mirada rápidamente.

—¿Exactamente qué eres de Tyler? —me pregunta frunciendo el ceño.

—Es una amiga, Nicholas —contesta él antes de que pudiera abrir mi boca. Su tono de advertencia hace que todas las posibles insinuaciones desaparezcan.

—Entonces es un gusto conocerte, pasa —dicho eso, se hace a un lado, dejándonos pasar.

Me sorprende lo agradables que son los amigos de Tyler. Luego de haberla pasado tan mal, es reconfortante recordar que sigue existiendo gente buena. A medida que entro, tengo que hacer un esfuerzo para que mi mandíbula no caiga al suelo. Si el exterior ya me dejó boquiabierta, el interior me deja sin aliento. Vidrio reemplaza las paredes, hay luces en el suelo que le dan un toque sofisticado al lugar. La decoración luce costosa y muy delicada, perfecta para todo el lugar. Dios, amaría vivir aquí. Luego de pasar el hall de entrada, me encuentro con la gran sala de estar.

No me dan mucho tiempo para admirar la casa, cuando Tyler tira de mi brazo hacia la parte trasera donde hay una piscina enorme. La música viene de este sector enorme. Desde aquí mismo tengo vista a una playa, probablemente privada.

La iluminación es tenue y viene del fuego de las antorchas que le dan un toque cálido y tropical al ambiente. Rápidamente me percato de la barra con sus luces encendidas y varias botellas de alcohol sobre la mesa listas para ser mezcladas.

No hay muchas personas, quizá unas quince. Todos se acercan para saludar a Tyler, y se presentan conmigo. Algunos rozan la borrachera con sus enormes sonrisas, ojos chispeantes y actitudes relajadas. Aun así, quedo sorprendida por la amabilidad de todos, debe haber algún imbécil. Exijo conocer al imbécil.

—Esta es Aggie —me dice Tyler, presentándome a una rubia como yo pero cien veces más linda. Es alta y con un cuerpo del infierno que logra golpearme justo en la autoestima. Tiene puesto un bikini color verde agua, que resalta su piel muy bronceada y sus grandes ojos azules—, es la novia de Nick, y mi mejor amiga.

—Un gusto, soy Quinn —sonrío con incomodidad. Por supuesto que Nick tiene novia y por supuesto es ella.

—Lindo nombre —chasquea su lengua. Me da un vistazo de pies a cabeza que logra ponerme nerviosa—. ¿Tienes un traje de baño bajo esa ropa?

Me quedo en blanco cuando me pregunta eso y caigo en la cuenta de que todos están disfrutando de la piscina y este tal Stefan nunca nos dijo que debíamos traer traje de baño.

—Uhm... No.

Al principio luce indecisa pero termina por estirar una sonrisa diabólica. He visto ese tipo de sonrisa antes.

—¡Yo me encargo! —exclama animada y de repente, tira de mi brazo. Me arrastra por la casa mientras yo intento despabilarme del shock. Ojalá tuviera tanta confianza como esta chica.

The New Heartbreaker | DISPONIBLE EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now