The World Is Ugly (But You're Beautiful To Me) -Frerard-

Bye Hell... Or Not?

¿Qué tal tu día Mikes? - dije apenas vi a Mikey sentado en el pasillo.

-Bien, Gee. Último día y oficialmente solo nos queda un maldito año de infierno - Me respondió mientras se levantaba y tomaba sus cosas para ir conmigo.

-Si. Es cierto - dije despreocupadamente - Al menos te tengo a ti. No podría imaginar que estuviera sólo en éste maldito lugar -

-De acuerdo hermanito. Sería una completa mierda, además que nos joderían más -

Recuerdos llegaron a mi mente rápidamente y las lágrimas amenazaban con salir. Mikey me miraba con preocupación.

-Yo... Lo siento, Gee. No debí decir eso -

-No importa... Al menos estás conmigo para evitar esas cosas. - dije mientras acomodaba la manga de mi saco negro y sonreía a medias.

Mikey me abrazó y me hizo una señal para ir a la siguiente clase. Por suerte solo faltaban tres horas de clase y oficicialmente acaba el año escolar.

El tiempo pasó lento en Historia. Más lento de lo normal. Ya quería que acabara todo. Y para mi mala suerte, terminaba mi condena con Deportes. Jodidos deportes. No sirvo para eso, nunca lo hice. Y aún peor, Mikey no estaba en la clase conmigo. Quería saltarme la clase pero, podría ser el último día, más igual podrías ir a detención. Nadie quiere terminar el maldito año en detención. Así que cogí mis cosas y fui a las graderías. Me senté allí esperando al profesor y rogando porque dijera que tendríamos las dos horas libres.

Cuando llegó, mis esperanzas se fueron a la basura, traía un bate y una pequeña pelota. Jugaríamos Baseball.

-Mierda -susurré. Unas chicas que estaban cerca mío me miraron mal y se alejaron. No entiendo como es que toda la clase amaba esa porquería. A demás de que me parece un asco, yo soy un asco en todo lo que tenga que ver con moverse y más esto.

- ¡Way!- gritó el profesor. Le dediqué una mirada de odio y bajé al patio. - ¡A cambiarse!- Dijo y quise que la tierra me tragara, como todas las clases. A parte de todo debía quitarme el saco, y eso no trae cosas buenas.

Fui al baño y me saqué mi pantalón negro, que por cierto, era muy justo. Y me puse un short blanco. Me saqué mi saco y miré mis cicatrices con lástima de mí mismo.

Volví al patio y como siempre todos me miraban mal y con cara de asco.

-Maldito Emo - dijo un chico que estaba abrazado con una chica rubia. Nunca lo había visto, simplemente ignoro al mundo.

-A detención, Daniels - Me reí disimuladamente. Eso le pasa por imbécil.

Volví a sentarme en las gradas y dejé mi mochila a un lado. Me puse los audífonos mientras esperaba a que fuera mi turno de batear. Eso llegó muy pronto. Y así mis esperanzas de que me ignoraran y no tuviera que hacerlo se fueron a la basura, como siempre.

Me paré en la primera base y me concentré en golpear la pelota, o al menos en que no me golpeara, especialmente en la cara. No quería terminar mi año en enfermería.

- Demonios - dije para mí mismo. El chico que iba a tirar la pelota era el tal Daniels. Tenía una sonrisa maliciosa en su cara. Se notaba que no tenía intenciones de que yo saliera vivo de allí. Después de todo ya iba para detención. El chico se giró y le mandó un beso a la chica rubia - Asco - simplemente dije mientras rodaba los ojos y me acomodaba para batear.
Lanzó la pelota y le cayó en la cara al profesor. Todos rieron ante el suceso.

-Me aseguraré de que repruebe la materia y también las otras que yo dicto - hizo una pausa -  también me aseguraré que el siguiente año se quede todo un mes en detención, Daniels. - dijo el profesor.