El Testigo

Capitulo XXXVII

Ethan.

Busco incansablemente a Ainhoa desde que desapareció, de ese hecho ya ha pasado exactamente quince días.

No pude comunicarme con ella a través de nuestro enlace, tampoco pude saber del estado de salud de mi hijo por lo que llegue a la conclusión de que ese infeliz la inhabilitó totalmente para que no pueda escapar.

Maldito idiota, seguramente tiene esto preparado desde hace mucho. Pero más idiota yo en no haberle roto los huesos del culo en su momento. Ahora la vida de mi mujer y mi hijo corren peligro, por mi ineptitud. 

- Vamos a dividirnos Ethan.

La voz de Alex me sacó de mis pensamientos. El junto con Drago, Nate, Ilenya me acompañaban en la búsqueda de mi mujer. 

También teníamos la ayuda de Jal y Alia. Jal era un mago rastreador que fue liberado en la guerra por Ainhoa;Tiene unos veinticinco años y es de aspecto morrudo, Alia es una bruja blanca, es de nivel bajo y su magia sólo sirve para sanar. Cuando supieron del secuestro de Ainhoa, no dudaron en ofrecer sus valiosas habilidades para encontrarla y ayudarla en la circunstancia que este.

- Perfecto, Ve con Ilenya y Jal por el dato del sur y yo iré al dato del este. - Le dije y todos aceptaron. Teníamos el dato de una posible guarida donde podían estar Ezra y Ainhoa, una estaba al sur cerca de los campos desérticos y muertos de los demonios y la otra era en los terrenos de los Snocks al este del castillo.

Emprendimos camino con mi equipo, ambos estaban bien nivelados en habilidades. Ilenya y Alia se encargaría de la salud de ella, Nate y Jal del rastreo, Alex y Drago de la batalla. 

Corrimos durante mucho tiempo, no había un segundo que perder; ya habían pasado quince días y para estas alturas ella podría estar en una situación terrible. Solo quiero verla y saber que está bien junto con mi hijo, tenerla en mis brazos y llevarla a nuestra cama para que no salga en mucho mucho tiempo. 

Paramos cuando Nate hizo una seña y frenó su carrera bruscamente, su cara era indescifrable y tuve que acercarme para saber qué pasaba.

- Están en una cabaña, a unos 5km.

- Genial, vayamos. - Le dije comenzando a andar pero él tomó mi brazo para frenarme.

- No están solos, Galaphar está con ellos. - Dijo Nate. 

- Avisa a los otros por comunicador, necesitaremos toda la ayuda.

Ambos infelices estaban complotados. Con este nuevo conocimiento, me entró el miedo verdadero. Podía a llegar a tener un mínimo de esperanza de que Ezra no lastime a mi mujer, pero Galaphar es totalmente diferente.

Detuvimos nuestro paso a solo unos 50 metros de la cabaña, nos escondimos detrás de los frondosos árboles que estaban allí, debíamos esperar a que llegue el otro grupo para que no haya un margen de error en esta misión de salvataje. 

- Atacaremos en la noche, solo debemos esperar. - Me dijo Alia con su tono de voz bajo de siempre. Asentí y terminó la charla en ese momento, solo espero volver a ver a mi mujer y llevarla junto con nuestro hijo a casa.