Capítulo VIII

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Ezra conducía rápidamente por la carretera mientras Ainhoa sólo veía el camino y lloraba silenciosamente, es que enterarse de ese pasado y atar cabos rápidamente no es trabajo de todos los días.

- ¿Dónde me llevas? -Dijo Ainhoa mirando a Ezra con ojos llorosos.

- A una posada donde viven protegidos por la alianza, mañana volveremos a Eratra - Dijo el viendo sus ojos por un momento y volvió su vista a la carretera.
Ya no pronunció palabra hasta llegar a la posada que se encontraba justo en el medio de la nada. Era una casona vieja que tenía cantidad de habitaciones y todas eran ocupadas por aliados.
Ezra le pidió una habitación de dos a la dependienta y Ainhoa lo siguió en silencio tratando de digerir toda ma información dadá.

Una vez que entraron cada uno se sentó en las camas individuales que estaban una junto a la otra, la habitación era simple, tapizada en  colores verdes claros, una puerta de baño y una mesilla a cada lado de las camas.

- ¿Dónde iremos mañana? - Le pregunto Ainhoa después de un largo silencio.

- Iremos a la manada principal, allí te cuidaran mientras preparó tu regreso - Le respondió Ezra mirándola a los ojos en donde vio miedo.

-Descuida son confiables, Chris es parte de la alianza y gran amigo de Marcus, tu abuelo.

-¿Qué paso con mi... madre? - Pregunto Ainhoa dudosa.

- No se sabe, desapareció después de dar a luz. Aunque yo creo que murió el mismo día que naciste.

- ¿Y mi padre? ¿El sabe que estoy viva? -Le pregunto Ainhoa con esperanzas.

- El sabé que naciste pero todos creen que el bebé murió al nacer, aunque creó que el en su interior sabe que estas viva.

Ainhoa no dijo una palabras más y se dispuso a dormir, había sido una larga jornada.
Al despertar se encontró sola en la habitación, busco a Ezra por todo el cuarto y sólo encontró de el una nota y una muda de ropa.
"VÍSTETE, TE ESPERO ABAJO.NO TARDES. "  Conciso y al pie.

Se tomó una corta ducha en el baño de la habitación y luego se vistió con la ropa que Ezra le había traído.
En menos de veinte minutos salió de la habiatcion vestida con unas calsas negras y una blusa azul holgada, simple pero sexy.
Vio a Ezra parado junto al auto afuera de la posada, el se veía impecable en su camisa negra y jean desgastados, realmente era muy guapo.

- Tardaste mucho, debemos irnos a la manda de Chris, en el auto tienes comida - Dijo Ezra sin mirarla y entrando al auto.
Ainhoa rodó los ojos y entró sentándose en asiento del copiloto, allí había una bolsa que tenía un sándwich de pavo que devoró en dos segundos.

-¿Qué relación tiene mi origen con la muerte de mi madre humana? - Pregunto Ainhoa de golpe.
Ezra la miró dudoso entre decirle la verdad o no.

- No lo sé exactamente, pero intuyó que fue obra de demonios comandados por Viktor.
A su madre la habian asesido por su causa, era una respuesta que no necesitaba; Hay puertas que no deben ser abiertas.

No supó cuando se durmió, sólo supó que Ezra la despertaba porque ya habían llegado a destino.
Ainhoa salió del auto y vio el enorme bosque que de plantaba frente a ella, justo en el centro había una gran mansión hecha de madera.
A ellos se acercaban un hombre de unos cuarenta años con una mujer de su misma edad.
El hombre era de piel morena y ojos aguamarina y la mujer era una pelirroja de ojos azules preciosa. El hombre se acercó a ella y dudó por un momento pero después le dío un gran abrazo.

- No sabes lo feliz que me pone verte princesa, ¡Espera a que tu abuelo te vea! - Le dijo Chris con los ojos llenos de lágrimas mientras acariciaba el rostro de Ainhoa, se acercó la mujer y también le dio un gran abrazo, de esos que sólo las madres pueden dar.

- Eres igual a tu madre, una muñeca -Dijo la mujer llorando -Ya debes saber toda la verdad...

Ezra tomó del brazo a Ainhoa y la acercó a su cuerpo mientras que Chris calmaba a su mujer que lloraba a lágrima viva.
A los lejos se acercaban dos jóvenes sin camiseta y corriendo, parecía que estaban discutiendo. Chris les hizo una sena y ambos se acercaron.

- Mira Ainhoa quiero presentarte a mi hijo y a un cachorro de la manada - Dijo Chris mientras ambos jóvenes se acercaron, no hacia falta presentaciones porque ellos ya se conocían.

- Ellos son Ethan, mi hijo y Drago , el cachorro idiota de la manada - Dijo Chris, Ethan y Drago la vieron anonadados, si ella estaba allí significa que sabe de la existencia de los lobos y si es así pertenece a una especie.

- Ainhoa ¿Qué haces aquí? - Dijo Ethan viéndola sin poder creerlo.

- Quizás mi error fue llevarla a esa manada, yo debería haberla llevado conmigo lejos de todos - Dijo Ezra con la voz cortada.
- ¿ La amabas? - Pregunto Malcom
- Como nunca amé a nadie...
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Holaaaa. Volví con otro capítulo, que les pareció? Volvió el zenzual Ethan!!

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Los amo alucipentos lectores.
Alucinantes + Estupendos = Alucipentos
Dr. Malcom en multimedia

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