Setentaiuno |Final|

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Este capítulo va dedicado a vos que estás leyendo esto. Te amo, gracias por leerme hasta el final. Espero que lo disfrutes tanto como yo disfruté escribierlo. Ahora si, los dejo leer tranquilos.

[NARRADOR]

El viento frío del bosque no ayudaba en tardes lluviosas como esas. Derek sintió como su piel se erizaba cuando un poco del agua de la lluvia fue impulsada hacia él por el viento. Se encontraba asomado por la ventana, su taza de café a medio beber apoyada cuidadosamente en el marco de esta. El bosque humedecido era un paisaje lindo de ver, y el olor del bosque le relajaba, siempre había sido así.

Un par de brazos pálidos con lunares se envolvieron en torno a su pecho. Sintió la nariz de su pareja frotarse contra su espalda desnuda, deteniéndose en el trisquel.

— Aún es temprano –Le dijo el Hale, acariciando su brazo.

— Tú estabas despierto –Repuso el humano a sus espaldas.— ¿Qué pasa?

— Estaba viendo el paisaje.

Stiles le soltó para ponerse a su lado, cogió la taza y le dio un sorbo al café, pero hizo una mueca al darse cuenta de que este ya estaba frío.

— ¿Cuanto tiempo llevas despierto?

— Una hora más o menos –Respondió Derek.— ¿Y los niños?

Stiles sacó su móvil y le mostró una foto de Tyler y Dylan, los dos estaban metidos en la cuna de Tyler.

— ¿Qué hace Dylan ahí? –Preguntó el lobo riendo.

— Supongo que se cambió de cama en algún momento de la noche –Dijo Stiles, volviendo a guardar el móvil.— Desde que trajimos a Tyler que lo quiere cuidar, quizás le escuchó llorar.

— Es un buen hermano mayor –Dijo Derek sonriendo.— Es bueno como tú.

— Y como tú –Le dijo Stiles, besándole la comisura de la boca.

El viento de nuevo mandó agua de lluvia a chocar contra ellos, pero esta vez con más fuerza y en mayor cantidad. Stiles cerró la ventana mientras se quitaba varias gotas de la cara y Derek se fue a preparar más café, llevándose con él la taza ya fría. Stiles fue detrás de él y volvió a abrazarle por detrás. Observó el reloj que había en la cocina, el cual marcaba las nueve de la mañana.

— ¡Papá Derek, papá, miren!

Ambos escucharon a Dylan bajar las escaleras corriendo. Pero casi les da algo al verlo llegar con el pequeño Tyler en brazos.

— ¡Dylan! –Le dijo Stiles, acercándose rápido.— No puedes correr con tu hermano en brazos, pueden caer ambos.

— No me voy a caer, soy fuerte –Dijo el niño, haciendo un mohín mientras Stiles intentaba coger a Tyler. Pero Dylan no lo dejó.— Tú lo tienes todo el día, déjamelo un rato.

— Hay que darle de comer –Dijo Derek, poniéndose del lado de Stiles.— Y tú tienes que desayunar.

El niño hizo un mohín mientras dejaba que Stiles cogiera en brazos a su hermano. Fue hacia la mesa y se sentó en una de las sillas. Stiles comenzó a preparar la fórmula para el bebé y Derek preparó el desayuno para los tres. Tostadas con café y yogurt para Dylan.

— Hoy va a venir la manada –Le contó Derek a Stiles.

— Genial, reunión de lobos –Dijo Stiles con algo de sarcasmo.— Espero que esta vez no rompan nada.

— Más les vale no hacerlo.

— ¿Por qué tía Erika le arrojó una mesa a tío Darren? –Preguntó Dylan mientras comía una tostada.

— Porque tu tío Darren hizo un comentario indebido acerca de la vida privada de tía Erika y tío Boyd –Explicó Derek.

— Dijo que los hombres de piel morena eran mejores en la cama –Stiles casi se ahoga con su café.— ¿Qué quiere decir eso?

— Eh... –Derek miró a Stiles.

— Que tu tío Boyd duerme mucho –Se apresuró a decir el humano.

— Eso mismo –Asintió Derek.— ¿Por qué no mejor cuando venga la manada vas a jugar con Tyler arriba?

— ¡Si, le voy a enseñar a jugar a los soldados!

— Nada de soldados, aún es muy pequeño –Dijo Stiles, pasándole el bebé a Derek.— Espera un par de meses más.

— Entonces veremos películas –Sentenció Dylan.

— Esa idea me gusta más –Asintió Derek.

(...)

La reunión con la manada fue más tranquila que la anterior. Dylan cuidaba a Talia y Tyler mientras que los adultos se encontraban en el piso de abajo. Kate estabas con los niños, puesto que aunque estaba más integrada en la manada, aún no tenía muy buena relación con todos. Pero eso estaba cambiando poco a poco, sobre todo porque Erika y Lydia la cuidaban cual águilas. Puede que tuvieran sus conflictos con ella, pero estaba embaraza y eso les despertaba el instinto protector. Además de que la ex-cazadora se había disculpado por todo lo que había hecho y se había visto realmente arrepentida.

Cuando ya se estaba haciendo tarde y todos seguían en la casa, Derek subió y fue al balcón de la habitación que compartía con Stiles. El humano le siguió a los pocos minutos.

— ¿Creíste que íbamos a estar así? –Le preguntó el menor, yendo a su lado y rodeándole con un brazo. Derek hizo lo mismo.

— Con las tres malas experiencias amorosas que he tenido, no –Admitió el lobo.— Pero tenía la esperanza de que la cuarta vez sería diferente.

Derek hizo que Stiles alzara la cabeza y le besó.

— Uno es accidente, dos es coincidencia, trea es un patrón –Dijo Stiles, mirándole fijo.— ¿Qué es la cuarta?

— Una última oportunidad.

NOTA DE LA AUTORA:

Estoy al borde de las lágrimas chicos. Esto se siente como ver a uno de tus hijos marcharse de la casa. Ahí va mi pequeño Última Oportunidad, ya con 71 capítulos. Esta es una de las historias que más me hizo crecer en Wattpad y es todo gracias a ustedes, mis queridos lectores, los amo con toda mi alma. Gracias por este año en el que me han leído sin parar.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora