Veintitrés

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Cadáver urbano

[NARRADOR]

Cuando finalmente finalizó la reunión, todos se despidieron y se dispusieron a irse a casa. Stiles observaba como Erika se dejaba jalar se sus rubios rizos por Dylan cuando sintió que le observaban a él, se volteó y encontró a Derek viéndole, estuvo dispuesto a darse media vuelta e ir junto al pelinegro cuando fue detenido por su hermano.

- Hey, Stiles -Le habló este mientras le pasaba un brazo por los hombros.- Quiero que me acompañes a hablar con unos amigos.

El joven humano asintió, aunque entrecerró sus ojos en sospecha de lo que su medio hermano le había dicho.

Quiso llevarse a Dylan, pero Lydia insistió en que ella nunca se había podido quedar a solas con el niño. Por lo cual tuvo que ceder a lo pedido por la pelirroja.

Una vez se retiraron de la veterinaria, y de que Lydia se hubiera llevado su Jeep, Stiles se fue con su hermano en el coche de este.

- ¿Cómo puedes pagar semejante coche? -Preguntó disfrutando de los asientos de cuero.

- Soy sicario.

Y Stiles se quería lanzar del auto, pero no lo hizo, rezando porque fuera un mal chiste.

- Es broma ¿Verdad? -Preguntó Stiles.- Por favor dime que es broma.

Como toda respuesta, Darren se carcajeó. Indicando que si, que era un muy mal chiste.

- Se... Soy doctor.

- ¿Tú un doctor? No me jodas -Se burló Stiles.- Me es más creíble que ganes dinero matando gente.

- Pues que poca fe me tienes -Dramatizó el mayor.- Porque si, soy doctor, cirujano para ser más precisos.

Stiles se quedó en silencio hasta que se detuvieron en un semáforo.

- ¿A dónde vamos en realidad? -Preguntó finalmente.

- Ya te lo dije, a ver a unos amigos míos.

- No tienes amigos.

- Estás comenzando a herir mis sentimientos, hermanito.

Menos de veinte minutos después, ambos llegaron a la zona en construcción de Beacon Hills. En uno de ellos se veía una tenue luz saliendo de una de las ventanas.

- Aquí es -Dijo Darren bajando.

Stiles hizo lo mismo, observando detenidamente los alrededores con especial cautela, porque su instinto auto-conservador le decía que no era seguro estar allí.

Se adentraron en el edificio, el cual estaba vacío tanto de muebles como se gente, y subieron las escaleras hasta llegar al cuarto del que provenía la luz. Esta venía de un fuego encendido en un contenedor de combustible, como uno de esos que usan los vagabundos en los callejones.

Y entonces comenzó el juego de la espera, porque los minutos pasaban y nadie llegaba al lugar. Stiles comenzaba a aburrirse de estar en un frío, tétrico y vacío lugar que solo era iluminado por aquél fuego.

- ¿Con quién venimos a hablar? -Volvió a preguntar el menor.

- Unos cazadores que me contactaron -Antes de que Stiles se quejara, Darren continuó.- No malinterpretes, son amigos del tal Chris Argent, gracias a ellos te encontré. Les debo un favor.

- ¿Y qué quieren a cambio?

- Eso, hermanito, es lo que hemos venido a averiguar.

Nuevamente se quedaron en silencio, luego de varios minutos Darren comenzó a caminar por el lugar. Recorriendo todo ese piso del edificio en busca de algo para distraerse.

De repente, un tenue aroma le llegó a las fosas nasales, era un olor amargo y apenas perceptible. Pero de todas formas logró llegar a su nariz.

Le llevó unos minutos reconocer aquél aroma, ya que era realmente débil, pero cuando lo consiguió se puso completamente tenso. Corrió hacia el piso superior, en donde se encontró con el espectáculo más macabro que jamás podría haber imaginado.

Colgado de la pared se encontraba un sujeto, uno de los cazadores que le habían ayudado, este estaba colgado a la pared como si fuera Jesucristo, con el estómago abierto y las tripas cayendo como si fuera una cascada perturbadora. Varias ratas habían logrado trepar por sus piernas y se encontraban devorando los órganos internos de aquella pobre víctima.

- Darren, que demonios está...

El mayor intentó voltearse a tiempo y cerrar la puerta para evitar que Stiles viera eso, pero no alcanzó a hacerlo. Es más, al girarse quedó de perfil y le permitió al menor una vista aún mejor de lo que el alfa tenía en frente.

(...)

Minutos después de lo acontecido, un automóvil la policía llegó al lugar debido a que Stiles les llamó, aunque se aseguró de que solo fuera Parrish el que llegara porque de si fuera otra persona no iba a poder explicar que hacía allí a altas horas de la noche con su medio hermano mayor.

Luego de que Parrish llegara, viera el cuerpo y llamara a sus colegas con la excusa de una llamada anónima. Darren y Stiles se fueron de allí lo más rápido que pudieron en el vehículo del mayor.

Stiles estaba en silencio, clavando las uñas en el asiento y mirando por la ventana. Intentando borras aquellas imágenes de su mente mientras se maldecía mentalmente por haber tenido la maldita idea de ir a ver qué era lo que su hermano estaba haciendo.

Darren le dejó en casa de Lydia y se fue acelerando a fondo a casa de Chris Argent, ya que el cazador debía saber acerca de lo que acababa de ocurrir.

- Dile a ese tío que por favor no me dispare cuando llegue -Le pidió a Lydia.

La Banshee, al enterarse de lo que acababa de ocurrir, obligó a Stiles a quedarse a dormir con ella. Y el ojimiel aceptó, porque la verdad no le quedaban muchas ganas de quedarse solo con su hijo en aquél enorme departamento.

Esa noche durmió con Lydia, ambos en la misma cama siendo separados por el bebé que suspiraba en sueños entre ambos.

- Enano aprovechado -Murmuró Stiles riendo al ver como su hijo apretaba una de sus manitas contra uno de los senos de la pelirroja.- Siempre dejando que te manoseen ¿Eh, Lydia?

- Calla tú, padre adolescente.

Stiles rió al escuchar a la chica y esta dio un ligero golpe en el hombro, sin la intención de lastimarlo. Luego de eso, la pelirroja se quedó profundamente dormida.

A pesar de la compañía, esa noche Stiles no pudo conciliar el sueño. Pensando en como debería de haber sido la muerte de aquél desdichado hombre, el cual se notaba que llevaba en el lugar varias horas. También se imaginó cómo sería si eso le pasara a él, le provocaba pavor y unas horribles ganas de vomitar la simple idea de ser convertido en un nido de ratas humano.

NOTA DE LA AUTORA:

Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les haya gustado y que me dejen sus opiniones en los comentarios.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora