Treintaiocho

8.1K 729 109
                                    

Stiles de verdad estaba deseando que se lo tragara la tierra. Había intentado tener una charla tranquila y civilizada con Derek, de verdad que lo intentó. Pero ni Derek era bueno hablando ni él lo era escuchando. Y ninguno de los dos era bueno en hablar como gente tranquila y civilizada.

- ¿¡Qué mierda quieres de mí, Stiles!? -Gritaba Derek ya harto.

- ¡No quiero nada de ti, Derek! -Le respondía el ojimiel.- No has hecho nada.

- Entonces ¿Por qué? ¿Por qué haces lo que haces?

- ¿Qué hice?

Ante lo que acababa de preguntar el menor, Derek le miró como si al otro le hubiera salido una segunda cabeza ¿Hablaba en serio o era broma? Esperaba que fuera una broma.

- No tienes que darme explicaciones, después de todo no somos nada -Stiles recordaba haber dicho esa frase.- ¿Qué crees que iba a pensar yo luego de eso? Prácticamente me rechazaste, Stiles. Y no, no fue de forma amable o sutil. Me dejaste bien en claro que no somos nada.

- ¡Pero yo pensé que tú eras el que no quería ser nada!

- ¿¡Qué te hizo pensar eso!?

- ¡Te fuiste, Derek! Te fuiste por cuatro malditos años.

- ¿Lo ves? Estás enfadado por eso –Puntualizó Derek.— ¡Ya dije que lo siento! Debía irme, si no lo hacía iban a lastimar a la manada ¡También a ti y a Dylan!

— ¡Ya lo sé, no estoy molesto contigo! –Gritó Stiles.— ¡Estoy molesto porque eres insoportablemente bueno, Derek! Pudimos haber salido de ese problema sin que te fueras, no tienes que ser siempre un martyr. No tenías que irte.

Derek se quedó en silencio, no esperaba que Stiles le dijera todas esas cosas a la cara. Menos se había esperado que el humano comenzara a llorar de rabia. Eso si que le había hecho sentirse culpable.

— ¿Y sabes qué es lo peor? –Stiles hablaba entre dientes.— Que a pesar de que te fueras nunca dejé de sentir cosas por ti. La verdad es que no me sorprende, tardé diez años en superar a Lydia y era solo un interés adolescente –El humano respiró profundo.— Pero a ti...

— ¿A mí?

— Si –El ojimiel apretó los puños.— A ti no creo poderte superar nunca.

Eso bastó para que Derek caminara hacia la cama, en la cual se encontraba Stiles sentado y se lanzara encima de él. En un principio, el humano creyó que el otro iba a besarle, uncluso a golpearle, pero no se esperó que el pelinegro fuera a abrazarle como lo hizo. Por poco y asfixiándole.

— Lo siento –Murmuró Stiles mientras le regresaba el abrazo.— No quise hacerte sentir mal diciendo esas cosas, yo...

— Está bien, tranquilo –Derek le hablaba con calma.— Te tengo ¿Entiendes? No me iré a ningún lado.

— Mierda –Gruñó Stiles mientras se aferraba aún más a Derek.— Tengo veinte años, no tendría que llorar por estas cosas.

— Pues entonces estamos igual –Dijo Derek.— Porque yo tengo 26 años y cada vez que pensaba en ti y en la forma en la que me fui sin decirte nada me ponía a golpear las paredes para no llorar. Aunque casi nunca funcionaba.

— Entonces podemos decir que ambos somos unos machos hechos y derechos que de vez en cuando lloran –Opinó Stiles.— ¿Qué te parece esa idea?

— Es una muy buena idea.

— Todas mis ideas son buenas.

Stiles sintió como Derek reía contra la piel de su cuello, luego, el lobo aspiró su aroma con fuerza. Y luego el que tenía un fetiche era él.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora