Dieciocho

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Siempre Serás Parte

[NARRADOR]

En la mañana siguiente Deaton llegó para ver como estaba Stiles. La situación del humano no había mejorado, todo lo contrario, la fiebre había aumentado y estaba aun mas pálido de lo normal, y eso que Stiles ya era realmente pálido desde el día de su nacimiento. Ya que sabían muy poco, por no decir nada, acerca de las mordidas de Kanimas. Deaton solo había logrado formular dos hipótesis: La primera era que aquel antídoto que Kate le dio al chico no era realmente la cura para el veneno de la criatura y el chico estaba muriendo lentamente, a nadie le gustó esta idea. La segunda y mas aceptada era que todo lo que le ocurría al chico era un efecto secundario de aquella cura y que tarde o temprano se le pasaría.

- ¿Me voy a convertir en Kanima?

- No, Stiles. No te vas a convertir en un Kanima.

Derek, quien había pasado toda la noche y lo que iba del día junto al humano hiperactivo, no se había movido del lado del chico ni siquiera para ir al baño. No era como si lo necesitara en ese momento, estaba mas preocupado por el estado de Stiles. Se encontraba recostado del lado contrario de la cama al que estaba el chico, mirando como el pecho de este subía y bajaba de forma tranquila.

- Que bueno que no me voy a convertir en Kanima ¿Qué harías si me convirtiera? Matarme, supongo. Porque ya no puedes convertirme como cuando convertiste a Jackson ¿Por qué a mí no me mordiste? Hubiera sido cool ser un Hombre lobo y poder andar por ahí sin enfermarme. Pero no me acercaría al acónito, esa cosa es del Diablo.

Derek se permitió reír por el comentario del chico, ya no sabía si el del ojos color miel desvariaba por la fiebre o por ser él mismo. Dejó de sonreír cuando notó la mirada del chico clavada en él, tenía una expresión triste.

- ¿Por qué no me mordiste? -Volvió a preguntar.- Es porque soy débil ¿Verdad?

- Stiles, yo...

- No te culpo -Lo interrumpió el menor.- Si yo fuera un alfa y me encontrara a alguien como yo tampoco lo mordería.

El de cabello castaño se dio la vuelta en la cama dándole la espalda al ex-alfa. Este solo lo miraba.

- No es como si yo fuera un miembro productivo de la manada, tampoco -Continuó hablando el menor.- Darren me lo dijo una vez, solo soy una carga para cualquiera que se me acerque, la maldición de la familia, el niño que salió mal, el...

- Cállate -Le ordenó Derek.

Stiles se volteó a verlo y antes de que pudiera decir nada el mayor junto sus labios en un brusco beso. Estaban solos en la casa, Lydia se había llevado al bebé para que Stiles pudiera descansar y Scott se había ido a petición de Deaton, el Druida sabía que el de rasgos latinos no iba a permitirle descansar a su amigo, por lo que inventó una excusa para que solo Derek pudiera quedarse (Deaton es Sterek shipper *-*).

El de cabello negro azabache se encontraba en la cocina del departamento sirviéndose café, no había dormido bien por la posición en la que había estado. Ya con su taza servida se encaminó al cuarto del ojimiel, el cual aun intentaba tomarse un líquido negro que le había dejado Deaton.

- ¿Aun no te lo bebes? -Preguntó Derek.

Stiles llevaba media hora mirando el mismo vaso de vidrio con el contenido de color oscuro, pero no se dignaba a bebérselo por nada del mundo.

- No pienso beberme esta cosa -Se quejó el menor.- Nada con este color puede ser bueno.

El de cabello castaño tenía un trauma con las cosas de ese color: La oscuridad de cuando estuvo poseído, los ojos del Nogitsune y cientos de otras cosas que lo habían torturado desde que murió su madre. Era un casi mayor de edad que le temía a la oscuridad.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora