LUNA

hola extraña

Capitulo 36 hola extraña

GRECIA ANTIGUA

MUCHO ANTES DE LA GUERRA

-hola abuela- dijo el joven de cabellos rojizos

-¡pero qué!- exclamo la mujer quien se encontraba sentada en una roca jugando con unas flores, las cuales las hacia floreceré y volver a cerrar a su antojo. -¿Qué haces aquí?- pregunto preocupada, ella había recibido un mensaje de su hijo para reunirse hoy en ese lugar. Lo que menos se esperaba era encontrarse con su nieto.

-yo te llame para encontrarnos- le dijo con la cabeza inclinada y con la una sonrisa de costado.

-¿como?-

-lo he visto a mi padre cuando te llamaba o cuando tú lo llamaras, lo sé hacer también-

-no debemos encontrarnos no – se levanto rápido para irse.

-lo tengo todo planeado solo necesito que me escuches y luego decidirás que piensas hacer y me iré y esto nunca ocurrió- dice el concentrado –si quieres vas y tomos unos sorbos de esa agua que te hace olvidar de ese rio-

-ese rio se llama-

-no me importa ahora estoy bastante ansioso como para acordarme del nombre de ese rio- interrumpió el joven.

-que necesitas decirme-

-hace un tiempo, no sé cómo pero esta tierra me ha avisado de lo que va a ocurrir dentro de mucho tiempo-

-¿eso es bueno?-

-no- niega con la cabeza –en mi cabeza hay como una especie de recuerdos que no me pertenecen, hay una guerra, en realidad dos, pero una es la desencadenante de la otra y lo que pueda pasar allí depende la existencia de esta vida tal y como la conocemos y de la inmortalidad de los Dioses-

-¿pero qué dices chico?- pregunto la mujer

-te contare todo pero necesito que me prometas que pase lo que pase harás todo lo que te pida mi padre- la mujer asintió.

El joven de cabellos rojos suspiro y mientras caminaba de un lado hacia otro como animal enjaulado mientras relataba esos sueños que poco a poco se convertían en pesadillas en la cual su mujer debía sacudirlo para despertarlo, mas de una vez ella entre lagrimas le había rogado de que no durmiera. Ella temía que los sueños que a él visitaban por las noches terminaran o volviéndolo loco o matarlo mientras descansaba.

La mujer en silencio escucho el relato. El chico le conto como fue que comenzaron sus sueños, ver a hombres y mujeres morir, niños llorar, lobos y una especia nueva sobrenatural luchaban a muerte. Cuando el joven término de hablar la luna había cambiado de posición, si antes estaba cerca del horizonte ahora se encontraba sobre ellos.

-necesito que esto pare o me volveré loco-

-eso no son tus recuerdos- dijo la mujer mirándolo con seriedad –lo que viste es el futuro. La tierra te mostro lo que pasara en un tiempo lejano-

-eso lo sé a mi padre le sucede- comenta el chico frustrado. - lo que no entiendo es por qué yo lo padezco, entiendo que soy el hijo del Rey y que el titulo quedo estancado con el por ser tu hijo y porque es inmortal. No te sientas mal no pretendo acusarte ni mucho menos el cargo de mi padre pero ¿Por qué lo veo yo?-

-se debe a que tu eres el siguiente en la línea sucesoria- le explica cabizbaja –si mi hijo no fuera inmortal hubiera tenido la vida como la de cualquier ser humano, nacer, procrear y morir. Pero el solo lleva dos de las misiones de los humanos cumplidas-