LUNA

rugido

-ya sabía cuál era mi final solo te pido saca a mis hijos de aquí y mándalos con mi hermana hay mas como yo escondidos en el sótano la puerta esta atrás-

Escucho en su mente. Era la voz de la mujer quien entre lágrimas cerraba los ojos para no sentir asco a lo que le estaba ocurriendo. No podía defenderse solo podía entregarse a su trágico final.

William antes de cerrar la puerta le dio un claro mensaje en voz alta en su mente.

Lo hare no permitiré que nada les pase

Suspiro y se dirigió hacia donde la bruja le había ordenado. Al abrir la puerta del sótano encontró a un montón de niños, un par de adolescentes, tres mujeres y cinco hombres

-los sacare de aquí- solo dijo cuando vio a los hombres levantar las manos listos para atacar –están todos- las mujeres asintieron -¿no quedo nadie?- pero nadie respondió –vayan al consejo- le dijo a uno de los hombres que salió primero –cuenten lo que paso aquí y por favor díganle algo de mi parte a la princesa de los lobos- el hombre asintió.

Gracias

Fue lo último que escucho William de parte de aquella mujer en su mente. Ella ya había dado su último aliento.

BEN

Delante de nosotros había cinco lobos, podía oler sus aromas tres de ellos de ojos color rojos, machos y estaban muy lastimados. Esto no pintaba bien. Los tres lobos machos de pelaje marrón oscuro nos gruñían mientras que el otro, el cual era un femenino de pelaje gris se mantenía atrás de ellos

-¿pues hacer algo?- le pregunte por lo bajo a Selene pero ella, que ya se encontraba a mi lado, solo contesto con un ligero no. -¿Cómo que no puedes hacer nada?-

-¿Qué quieres que haga?- pregunto con desesperación seguido un gruñido de uno de los lobos.

-eres la princesa futura Reina Alfa haz que te respeten-

-no puedo- la miro sorprendido y confundido –no recibí ningún manual de que hacer en momentos en los que te enfrentas a lobos rabiosos- dice ella moviéndose muy lentamente pero sus palabras salen de ella muy rápido.

-aullé, ladra, usa tu voz alfa-

-¡no puedo!- exclama con voz algo alta haciendo que uno de los lobos de un salto más cerca a nosotros.-estoy paralizada-

-bueno simplemente nos queda hacer una cosa- ambos intercambiamos miradas –CORRE- grite ambos nos damos media vuelta y la veo correr delante de mi mientras que yo opto por dejar a mi lobo actuar.

SELENE

Corría derecho a casa.

Ben se había transformado en un lobo negro con una mancha blanca en su lomo quien venía a la par mía. El maldito solo estaba trotando ya que si le echaba ganas podía llegar a casa en lo que canta un gallo dejándome atrás con los que nos perseguían. En mi mente le decía de todo menos bonito, mientras recordaba decirle a mis padres que eran unos egoístas ¿Por qué? Simple mis hermanos se podían transformar yo no ¿la culpa? pues por el momento eran de mis progenitores.

Mire a Ben quien estaba concentrado en saltar obstáculos. Maldito podría haberme llevado en su lomo.

Okey pensándolo bien no, no es lindo cabalgar a tu hermano, a Yon si pero a Ben, mi hermano como que era muy enfermizo y bizarro aunque con Yon. Okey ¿Por qué me imagino cabalgando a Yon? y sin ropa, ambos, en esta situación. Necesito ayuda psicológica inmediatamente.

Bowen se encontraba a mi lado, Luna estaba sobre él y podría jurar que estaba clavándole las garras en el lomo para no caerse haciendo que Bowen corra más rápido por el dolor que la gata le producía. Zeus y Lucinda se encontraban atrás cuando los lobos se acercaban ellos se encontraban ahí para morderlos o simplemente empujarlos a un lado haciéndoles perder el camino y el equilibrio. Artemisa y Apola iban adelante, saltando los obstáculos que encontraran, ellas iban aullando y ladrando claramente estaban dando la señal de que algo malo estaba pasando.