- Bueh. Me da lo mismo. Además, amo joderlo, más desde que anda contigo. ¿Qué tenemos ahora?

- DCAO. Tenemos 5 minutos para llegar.

- Entonces apresúrate. Quiero ver qué tan bueno es Moody enseñando.

- Bien. No corras que soy todo menos atlética.

Cuando llegaron al salón, todos los sitios estaban ocupados a excepción de dos asientos al fondo, así que no tuvieron de otra que sentarse ahí.

Al igual que todos los demás sacaron sus libros: Las fuerzas oscuras: una guía para la autoprotección pero apenas entró Moody dio la indicación de guardarlos de nuevo, pasó la lista y al finalizar los miró a todos.

- Bien. He recibido carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que ya son bastante diestros en enfrentamientos con criaturas tenebrosas. Han estudiado boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grindylows, los kappas y los hombres lobo, ¿no es eso?

Hubo un murmullo general de asentimiento.

- Pero están atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a enfrentarse a maldiciones.- prosiguió Moody.- Así que he venido para prepararlos contra lo que unos magos pueden hacerlos a otros. Dispongo de un curso para enseñarlos a tratar con las mal...

- ¿Por qué, no se va a quedar más?- dejó escapar Ron.

El ojo mágico de Moody giro hacia Ron. Este se asustó pero al cabo de un rato Moody sonrío. Bianca no podía evitar pensar en lo raro que era que un hombre como él sonriera, porque al hacerlo se le veía más desfigurado el rostro y las cicatrices que llevaba se le marcaban más.

- Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley, ¿no? Hace unos días tu padre me sacó de un buen aprieto... Sí, solo me quedaré este curso y me vuelvo a mi retiro.- soltó una risa estridente y luego aplaudió una vez.- Así que... vamos a ello. Maldiciones. Varían mucho en forma y en gravedad. Según el Ministerio de Magia, yo debería enseñaros las contramaldiciones y dejarlo en eso. No tendríais que aprender cómo son las maldiciones prohibidas hasta que estéis en sexto. Se supone que hasta entonces no seréis lo bastante mayores para tratar el tema. Pero el profesor Dumbledore tiene mejor opinión de vosotros y piensa que podréis resistirlo, y yo creo que, cuanto antes sepáis a qué os enfrentáis, mejor. ¿Cómo podéis defenderos de algo que no habéis visto nunca? Un mago que esté a punto de echaros una maldición prohibida no va a avisaros antes. No es probable que se comporte de forma caballerosa. Tenéis que estar preparados. Tenéis que estar alerta y vigilantes. Y usted, señorita Brown, tiene que guardar eso cuando yo estoy hablando.

Lavender se sobresaltó y se puso colorada. Le había estado mostrando a Parvati por debajo del pupitre su horóscopo completo. Daba la impresión de que el ojo mágico de Moody podía ver tanto a través de la madera maciza como por la nuca.

- Así que... ¿alguno de vosotros sabe cuáles son las maldiciones más castigadas por la ley mágica?

La mayoría de las manos se levantaron incluyendo la de Nicola, aunque Bianca dudó el hacerlo. Moody señaló a Ron, aunque su ojo seguía mirando a Lavender.

- Eh...- dijo Ron, titubeando.- mi padre me ha hablado de una... se llama la maldicion imperius, o algo parecido.

- Así es.- aprobó Moody.- Tu padre la conoce muy bien. En otro tiempo la maldición imperius le dio al ministerio muchos problemas.

Moody se levantó de su asiento con dificultad y abrió el cajón de su mesa y sacó un tarro de cristal en el que habían tres arañas grandes y negras. Metió la mano y sacó una para luego ponerla en su palma.

La hija del Señor Tenebroso (Severus Snape)Where stories live. Discover now