- Misión cumplida, ahora comamos. Por cierto, era una mañana fría, ¿cómo se te ocurrió cubrir a Kym con una sola frazada? en fin, ya me hice cargo.

El misterio señoras y señores estaba resuelto. Miré el tercer plato de comida y fue hasta ese momento que por primera vez abrí la boca, preguntando;

- ¿Por qué hay un lugar más, si solo somos tú y yo?

- Vaya, creí que no hablabas. Pues veras, es porque en el futuro soy un viejo terco que no acata las ordenes de llegar a comer las 3:00 pm a pesar de que dómino el viaje en el tiempo como nadie. ¿Puedes creerlo? Es el colmo - Respondió en tono molesto. Yo seguía sin entender absolutamente nada de nada.

- ¿A qué te refieres? – Pregunte, aunque la respuesta llego por sí sola, llego del futuro.

En medio de la sala y de la nada, una ventisca acompañada con partículas de energía azul empezaba a intensificarse y una silueta humana comenzó a formarse, cuatro segundos después un anciano pedía disculpas por haber llegado tarde a la comida.

- Hola a todos, perdón por llegar tarde.

Quede anonadado y mentiría si te digo que no me sorprendí. Era el viejo taxista, aquel que nos había llevado a Kym y a mí al centro comercial de la calle Kennedy, pero se miraba aun mayor de edad. La obviedad se hizo presente, se trataba de mí mismo, bastantes años después, quizás aquel Jonh Gleen ya tenía unos entrados 69 a 75 años. Simplemente increíble.
Se acercó a la mesa y me tendió la mano, al mismo tiempo en que yo le extendía la mía, pero de su bolsillo saco un grueso guante y me golpeó la cabeza con él.

- Auch... ¿Por qué hizo eso? - Pregunte.

- No has aprendido nada ¿cierto muchacho?

Acto seguido se colocó el guante y me volvió a tender la mano, dude en responder. Jonh Gleen del año 2023 sonrió y añadió.

- Ahora ya no hay problema, puedes saludarte, saluda a tu yo ¡del año 2056!

Lo mire boquiabierto mientras él me daba un fuerte apretón de mano.

- Vamos hijo, sentémonos a la mesa antes de que la comida se enfríe. Por cierto, muchas gracias Jonh – Dijo mi yo anciano dirigiéndose a nuestro anfitrión - No es por presumir, pero aun no pierdo el toque, también mis guisos siguen quedando de rechupete.

Y no mentía, era un hecho que la comida olía delicioso, una de las cosas que no te he contado es que amo cocinar (claro, cuando no como comida chatarra) y por lo visto aun en el futuro seguía haciéndolo excelentemente.
Durante la comida el primero en hablar fui yo.

- Así que díganme, ¿qué hago aquí, por qué me citaron justo en este lugar? Por cierto ¿realmente sigo viviendo en el mismo sitio en el 2023? - Pregunte.

- Así es, pero no te preocupes, ya no pagarás renta, compraras el departamento. Es acogedor ¿no?

Inmediatamente mire al anciano Jonh Gleen y antes de que yo pudiera preguntarle por mí lugar de residencia en el año 2056, adelantándose a mis pensamientos él respondió.

- Canadá, actualmente vivo en Canadá. Supongo que terminarás allí tarde o temprano, después de todo siempre nos han gustado los climas fríos.

- Genial, así es. Ahora por favor díganme que hago aquí.

- Disfruta de los alimentos hijo, tenemos todo el tiempo del mundo. - Dijo el viejo Gleen. Mientras ambos reían a carcajadas.

- Ya sabes, chistes que solo viajeros en el tiempo entienden. Pero sonríe muchacho quita esa cara seria. – Dijo el otro Jonh

Aunque aun no entendía su humor del todo, la comida, en serio que estaba deliciosa y mientras comíamos me percaté de los cambios que había en el departamento en el año 2023. El color al igual que la habitación era azul, los muebles demasiado minimalistas. Algo que llamo especialmente mí atención fue una base alargada sobre uno de los muebles, esta tenía el logotipo de SAMSUNG, no pude contener mí curiosidad.

El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...Where stories live. Discover now