Dame tu Luz

Capítulo 28: Sentimientos cálidos

Hokage-Sama:

Como usted me ha pedido le envio este informe para mantenerlo al tanto de todos nuestros pasos. Es increíble como ya han pasado tres meses de nuestra partida de Konoha, y para serle franca se extraña mucho la aldea, pero no le voy a mentir, este viaje junto a Sasuke-kun ha sido muy bueno. He visto muchas cosas nuevas y puedo ver con mis propios ojos cómo va el mundo después de la gran guerra ninja. En algunos momentos es difícil ver que aún quedan personas en malas situaciones, pero junto a Sasuke-kun tratamos de ayudar en lo que podemos. En estos momentos nos encontramos en el país del agua, pero no estamos en Kirigakure, nos encontramos en unas de las islas de alrededor, el clima de aquí ahora es un tanto crudo, llegamos justo cuando el invierno es más notorio, pero de cierta forma es agradable. Después de estos meses puedo decirle que finalmente acabamos con la misión de atrapar a los ex AMBU y de destruir todas las dosis de la droga del nueve colas. Los últimos enemigos los encontramos en la aldea donde nos encontramos ahora, los que quedaban estaban juntos y por ello pudimos capturarlos sin problemas y sin levantar muchas sospechas. Para que no se preocupe, nosotros estamos bien, en la pelea ninguno de los dos sufrió daños graves y pudimos capturarlos después de unos minutos. Espero que en un par de semanas los prisioneros lleguen a Konoha y así usted pueda darle la sentencia correspondiente por sus actos, me gustaría que esto también le fuera informado al Kazekage.

Nosotros aún no sabemos qué haremos ahora, ya que la misión terminó, nuestro nuevo destino es desconocido... pero si se decide algo le haré saber por otro informe. Espero que todos en la aldea estén bien y por favor, salude a Naruto y a todos de nuestra parte... sobre todo a mis padres... se lo agradecería muchísimo. Por supuesto un saludo para usted también. Sin quererle quitar más tiempo me despido y si hay algo que quiera que hagamos por estos lugares no dude en informarlo.

Haruno Sakura.

La pelirrosa termino de leer el informe que había escrito en el comedor de la posada donde se encontraban y sonrió satisfecha por las palabras plasmadas en el papel. Al fin ellos habían terminado su misión de capturar a los ex AMBU con el chacra del Kyubi y ahora el mundo estaba seguro nuevamente. Se habían demorado menos tiempo de lo planeado y aquello era algo bueno, ahora se sentía más relajada y podrían andar sin prisas por los lugares. Enrolló el informe como un pergamino y observó al pelinegro que estaba frente a ella con sus ojos clavados en otro pergamino, uno que había encontrado en una feria del lugar y hablaba del clan Uchiha. Por lo que ella pudo apreciar, la lectura del muchacho era importante y se le veía en su expresión. Ya hace un tiempo él le había hablado de su casi extinto clan y todo lo que había pasado, ella al principio no podía entender las decisiones de Itachi al cometer aquel acto en el pasado, pero después de haber escuchado todo lo que le tenía que decir él azabache, comprendió muchas cosas y entendió mucho más a Sasuke. Al recordar aquello Sakura sonrió tristemente y bajo la mirada, aun no podía creer todo el dolor que soporto solo Sasuke, pero aun con ese pensamiento se sentía feliz de que él fuera abriéndose lentamente más a ella. Sin querer interrumpirlo guardo su informe en su bolso y tomó su té recién servido, en la mañana planeaba mandar el pergamino a Konoha, solo esperaba que el clima mejorara un poco para que así el halcón que enviaran no tuviera problemas en volar. Después de tomar un sorbo de su bebida caliente, Sakura miró el reloj del lugar, ya eran cerca de las diez de la noche y después de la batalla que habían tenido con los ex AMBU su cuerpo le recordaba que estaba cansada. Sus jades ojos se posaron el pelinegro y volvía a pasar por su mente la misma pregunta que tenía metida hace horas en la cabeza. ¿Qué iba a pasar ahora?, esa duda le molestaba a la pelirrosa desde que terminaron de capturar a sus objetivos, ella sabía que había comenzado su viaje con el azabache ajena de su misión de capturar a los traidores, pero al enterarse aquel también se volvió en su objetivo... ¿Ahora qué pasaría?, ¿Qué tenía planeado Sasuke para los siguientes días, meses?... no lo sabía y quería preguntarle, pero al verlo tan concentrado, sus labios se sellaban y no podía soltar aquellas dudas... Suspiró rendida y decidió que era mejor preguntarle mañana, cuando él le dijera el siguiente destino.