Lo bueno por lo malo

13 2 0
                                    


La felicidad nos embriagaba, las cosas eran demasiado perfectas entre nosotros; demasiado. Amaba por sobre todo a Rodrigo.

—¿Para cuándo te pidió los exámenes el doctor Clau? —preguntó María mientras las dos cocinábamos. Era sábado y nos dimos el día para ambas.

Definitivamente un día de chicas más mi bebé. Adiós novios por unas horas.

—Tengo que llevarlos el próximo control. Supongo que esta semana me los haré...

—¿Sabes? Creo que Vicente me engaña.

La miré con los ojos abiertos. Primero por haber cambiado así de tema. Segundo: ¿Estaba loca? Ese hombre la idolatraba con la mirada. Sería un imbécil si la engañase.

—¿Estás de broma?

—En realidad sí.

Ambas reímos.

Terminamos de cocinar un pastel de verduras al horno. Hice un jugo natural de melón y luego de servirnos nos sentamos a la mesa.


—Madre mía, qué rico huele esto.

—Tú que con el embarazo encuentras que TODO huele rico —río.

—¡Ay no, todo no!

—Bueno, no todo: al menos...

—Ni menciones lo que vas a decir porque me dará asco y no podré comer.

—Tienes razón amiga mía, no diré nada. ¿Oye? Podríamos ir al cine luego, ¿Te parece?

—Me encanta la idea Candy.

—¡Dios! Hace años no me decías así.

—¿Enserio? —reí.

Ella asintió con la boquita estirada haciendo puchero y luego rió.

—Ya hemos madurado.

—Definitivamente con el gesto que acabas de hacer no. Y dudo que lo hagamos.

Nos callamos casi obligándonos para así comer. Al terminar ordenamos todo, vez que podía María me agarraba la pancita y yo reía. Luego nos cambiamos y salimos en su coche al cine.


—¿Amor? —llamé a Rodrigo a su teléfono—. Te aviso que voy al cine con María. Si. También te amo, muchísimo. Un besito —corté.

—¿Lista?

—Obvio —sonreí.

Nos pasamos un día más que increíble, cómo hace meses no lo hacíamos.

Luego de la película fuimos por mi gran helado de chocolate más chip's y crema. Me volvería una gorda, estaba segura.

Llegamos a casa y para nuestra gran sorpresa, Vicente y Rodrigo estaban allí. Sentados en el sofá, con una cerveza cada uno viendo un partido de fútbol.


—¡Ámonos! Están cómodos en su casa...

Yo reí y Rodrigo quitó la vista del televisor, se levantó y me abrazó para luego darme un besito en la frente.

—¿Cómo les fue? —preguntó Vicente tirando a María para que se sentara a su lado y no tener que dejar de ver la Televisión.

—Mal. ME VIOLARON —le gritó.

Vicente frunció el ceño y la miró.

—¿Ves que nada te costaba mirarme? —se besaron.

—Aprende de Rodri, Vicente —abrazando a Rodrigo lo besé en los labios—. Estoy cansada, iré a mi cuarto.

—Te acompaño —dejó su lata a un lado y me alcanzó para abrazarme y poner sus manitos en mi pancita.

Entramos al cuarto y cerramos la puerta. —¿Cómo les fue a mis dos princesas?

—A tu princesa menor, más que bien.

—¿Si?

—Disfrutó de un gigantesco helado de chocolate.

—¿Y tú no? —me miró divertido mientras me ayudaba a quitarme algunas prendas.

—No —miré hacia otro lado, era evidente que yo disfruté más. Reímos. —Bueno, las dos...


Me recosté en la cama y cerré los ojos.

—No sabes cómo pesa...

—Y aún es pequeñita esa barriguita... —se arrodillo a mi lado, a la altura de nuestra bebé y besó mi vientre luego de levantar la polera—. Hija... bebita hermosa. Tu papito te extrañó hoy, mucho, muchísimo —¡Dios, esto me apretaba el pecho, era tan hermoso!—. Te amo preciosa, a ti y a tu mamita...

Acaricié su cabello con una sonrisa bastante tonta en mi cara. Él apoyó su mano en esa bolita que tenía en el estómago y no alcanzaron a pasar 5 segundos cuando sentí moverse. Él me miró con cara de sorpresa.

—¿Eso...?

—Se movió —automáticamente nos emocionamos. Y volvió a hacerlo. Quizá una patadita, porque: ¡Ay que fue fuerte!

Rodrigo se recostó a mi lado y volvió a poner su manito ahí, de a poco iban cesando los movimientos, me di media vuelta quedando de frente a él y nos besamos, deje caer lágrimas y sentí las de él. Sonreímos al separarnos y nos abrazamos.


—Te amo tanto, Claudia. Es imposible hacerlo más.

—Pero yo quiero más —sonreí y nos besamos de nuevo—. ¿Por qué no pasamos esta noche en nuestra casa? Nuestro cuarto está terminado.

—Pero le faltaba...

—Ya está listo, hoy me encargué de ello...

Sonreí amplio.

—Entonces vamos.

Mírame, aquí estoy [EDITANDO] #TWGames2016 #EditorialWonderland2016Where stories live. Discover now