Ni bueno, ni malo

28 4 0
                                    


Me miré al espejo. Llevaba enferma casi una semana; una gripe horrible atentaba contra mí y me desesperaba. Pasaba en cama con fiebre. Violeta me venía a cuidar un ratito, rato que estaba Rodrigo. Sólo una de esas noches se quedó conmigo. Aunque me obligó a aceptarlo. Es que no entendía que el departamento era chico y no había comodidad para que él se trasladara. Aun así se quedó conmigo toda la noche. No tengo ni la menor idea como no se contagió.

Sinceramente ya no aguanto más en esta cama, abría las ventanas, no había mal tiempo en absoluto, por lo mismo no entendía por qué mi resfrío.

Respiré el aire, impuro, claro está. Me puse las pantuflas, una bata de levantar y salí directo a la cocina arrastrando mis pies. Me sentía tan débil que me movía flácida de un lado a otro. Puse agua en el hervidor y a los cinco minutos me estaba preparando un agua de hierbas. Fui por mis remedios y me los tomé.

Frazada en mano, sofá. Película y así pasó mi día. Sólo hablé con Rodrigo por teléfono, ni de eso tenía fuerzas.

Cerca de las 7 llegó María con Vicente. Simplemente les alcé una mano con el afán de saludar. Por suerte entendieron. Se quedaron conversándome un rato; realmente sólo quería que se callaran. Gracias a Dios, después salieron a cenar.

Pasaron los días y con ellos me fui mejorando, agarrando fuerzas y empezando nuevamente a trabajar. Tenía un montón de cosas por terminar. Estaba viendo unas fotos para la selección cuando apareció Carlos, mi jefe en mi oficina.

—Mi niña, ¿Repuesta?

—Sí —nos dimos un abrazo—. Ya estoy mucho mejor.

—Excelente porque te tengo una noticia —sonrió—. Se va a realizar una fiesta V.I.P en Las Vegas —miré atenta. No quería—. Prácticamente allí estarán todas las celebridades...

—¿Y? —salió de mi garganta pronunciado por varios segundos.

—Quiero que mi mejor fotógrafa vaya a cubrir el lugar. Quiero muchas fotos, chismes, etc.

—Carlos yo...

—Claudia, no acepto un no. Serán sólo algunos días. Supongo unos cuatro. Te vas dos antes de la fiesta y vuelves uno después.

—La verdad me complica... —me miró esperando, suspiré—. Tú sabes que mi novio necesita de mí, estamos en un tratamiento súper importante para que vuelva a caminar... Carlos no puedo dejarlo.

—Claudia, entiendo eso y te he dado facilidades con respecto a salidas y cosas que has necesitado... Pero para esto te necesito.

—Lo sé y te lo agradezco infinitamente...

—Piénsalo bien —me interrumpió—. Te doy hasta mañana. Si aceptas viajas en 3 días.

Nos despedimos y salió. Me tiré en mi asiento. ¿Qué haría? Aceptar o no. Definitivamente tendría que conversarlo con Rodrigo, sin embargo, no tenía ganas de ir. Menos sola.

Terminé todo luego de llevarlo a edición, tomé mis cosas y me fui. Pasé a comprar unos pastelitos para llevarle a Violeta y caminé hasta la casa. Iba ansiosa, Rodrigo tenía control y su mamá lo había llevado ya que yo no podía. Al llegar me saludo mi suegra, le entregué los pastelitos y la miré esperando que me contase.

—¿Cómo les fue? ¿Rodrigo?

—Rodrigo está en el jardín leyendo —sonrió—. Y con respecto a lo primero no nos fue mal, Hugo dijo que todo iba avanzando, lento, pero bien...

—Y qué hay con ese reflejo al mover su cadera —pregunté.

—Tú misma lo has dicho, dijo Hugo que pudo haber sido sólo un reflejo, ya que el cuerpo, debido a los masajes estaba reaccionando.

Suspiré haciendo una mueca.

—¿Él está bien?

—Sí. No lo tomó mal, no es una mala noticia. No es ni bueno ni malo... vamos avanzando de a poco.

—Tienes razón... iré a verlo —le sonreí y me levanté. Caminé hasta llegar a él y abrazarlo—. Hola mi amor...

—Clau —sonrió volteando su carita—. ¿Cómo estás, princesa?

—Bien, cansadita; tuve bastante trabajo hoy.

—Quieres dormir un ratito —propuso.

—No, quiero hablar contigo —me senté en sus piernas y nos besamos.

—¿Algo malo?

—No, no sé. Carlos mi jefe me pidió que viajara a Las Vegas, de paparazzi —rodeé los ojos—. Son cuatro días y me irían a tres.

—¿Cuál es el problema? Aparte de ir patentada como paparazzi.

—No quiero dejarte —suspiré—. No quiero estar lejos de ti. No sólo por tus masajes, porque sé que tu mami los hará... Pero no quiero estar lejos de ti mi amor.

Me sonrió y tomó del mentón. —Clau, chiquita —me dijo—. Es tu trabajo, tienes que ir. Yo voy a estar aquí, esperando que vuelvas y me des todos esos besos que me vas a deber...

—No me quiero separar de ti Rodrigo.

—Mi amor, serán sólo unos días. Es tu trabajo. Por otro lado, creo que te hará bien estar en otro lugar.

—Pero es que...

—Pero es que nada. Vas a ir porque te corresponde, vas a volver y te raptaré.

—Eso lo ocuparé como fondo motivador —reí.

—Será tu primer trabajo de paparazzi —se burló.

—Sabes que odio ese tipo de fotografía, no tienen ningún sentido.

—En cambio foto de nosotros desnudos si lo tienen.

Lo miré y sonreí amplio.

—Obvio, tienen sentido, significado, motivos, etc.

—Te amo.

—Yo mucho más.

•••



Twitter Novela: miramestoyaqui

Twitter Personal: fraanbuurgos



Mírame, aquí estoy [EDITANDO] #TWGames2016 #EditorialWonderland2016Where stories live. Discover now