21. Los Ángeles no Vuelan.

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Magnus se encontraba finalizando un trato perfecto. Esclarecido el abuso de confianza y con los fondos recuperados, el déficit era cosa del pasado. Pero si "WARLOCK RECORDS" tenía que llegar a lo alto de las listas musicales, debía diversificarse y obtener letristas mejores. Jace y Tessa lograban grandes cosas, pero tenían géneros limitados, necesitaba letristas y músicos más complejos.

Will tenía muy buen ojo para los letristas novatos que podían pulirse, pero necesitaba encontrarlos, necesitaba una campaña potente, entonces Alexander sugirió un "Festival Musical", patrocinado por la empresa y con el fin de que los mejores 20 letristas tuviesen un contrato inmediato, pero a los cinco mejores, los ganadores, podrían hacer las canciones para el siguiente álbum de alguno de sus mejores artistas. Las mejores opciones, aquellas que llamarían en masa a todos, eran "Millenium Lillium" – la banda de Simon –, Sebastián, Raphael Santiago – el autonombrado rival de Simon – y Moreen, una nueva promesa en la empresa. Era muy joven pero su capacidad de interpretación era comparada con Amy W., nativa de Inglaterra.

Magnus sabía que en pocos días Alec debía volver a Nueva York y Magnus tendría que quedarse el resto de los días para cerrar contratos, detalles finales de las giras, y especificar legalidades del concierto. Era muy minucioso en sus contratos, a pesar de haber contratado a Gideon Lightwood para revisar los términos legales de algunas cuestiones.

Dentro de poco y todos los Lightwood estarían invadiendo su vida, pensó Magnus, pero la verdad es que no le importaba mucho. Mientras Alec estuviese en su vida, no mucho le molestaba.

- Sabes que hiciste una tormenta de nada.- reiteró Will revisando el nuevo material con el cual se trabajaría en la gira. Magnus le sonrió y se encogió de hombros.

- No podemos hacer que "Millenium Lillium" surja de las entrañas de un ángel.- respondió Magnus, evadiendo el tema a propósito.- Es extraño hasta para Simon.

- No es eso.- Will sonrió antes de mirar directamente a su amigo.- Algo que nace de las entrañas de algo siempre es bueno en el metal, ¿por qué no les serviría a ellos?.- añadió enrollando los documentos con el menor interés.- Me refería más a lo sucedido con Alexander. Todo fue por un beso y un ligero desliz. Nada más.

- Cuando el amor está involucrado, nada es tan simple.- dijo Magnus con cierto tono reflexivo.- El amor es complejo, los celos son inevitables. Puedes confiar pero siempre tendrás esa vena que te insiste en que no quieres compartir. Puede que suene infantil, pero esa persona es tuya y no la quieres compartir con nadie, quieres que la miren, incluso que la admiren. Te sientes orgulloso de amarlo y que te corresponda y sus logros son los tuyos.- Magnus se detuvo por un instante, cuando entraron en el ascensor, entonces después de que las puertas se cerraron, Magnus continuo.- Pero el amor te hace ligeramente más egoísta. Sabes que si lo pierdes... el mundo no será igual, continuara rodando y seguirá brillando la luz del sol, pero será como vivir sin un brazo.

- Vivir sin un brazo.- reflexionó Will.- No sé si lo que dices es sumamente morboso o sumamente romántico.- añadió torciendo ligeramente la boca.- Seguro que estará en una canción.

- Muy divertido, Herondale.- espetó Magnus, arqueando las cejas.

- Así soy, Bane.- respondió Will.- Soy el señor diversión.

Magnus cruzo los brazos sobre el pecho y espero. Su teléfono celular vibro y se vio obligado a responder.

- Bane.- dijo cortante. Había necesitado sincronizar el nuevo aparato con aquel que destrozo pues la tarjeta SIM había quedado irreconocible. Era molesto no reconocer todos los números que lo contactaban y almacenarlos nuevamente.

Mi Hermoso AlecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora