- Capítulo Once -

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[Tom’s POV]

—    ¡Joanna! — golpeé en la puerta de la habitación de mi prima. Nadie respondía — ¡Joanna, te tengo una noticia! — grité esperando respuesta. 

Nada.

No escuchaba nada. Joanna no me respondía. Toqué la puerta nuevamente con mis nudillos, una y otra vez, no había caso, no quería abrirme.

—    Joanna, ¿pasa algo?

—    Tom, vete — escuché la voz de mi prima del otro lado de la puerta, la voz de Joanna se escuchaba quebrada.

—     Joanna, ábreme, ahora.

Esperé unos minutos, no respondió, suspiré y me giré sobre mis tobillos, alejándome de la habitación. A centímetros de entrar a la mía, sentí como la puerta de su habitación se abría lentamente, dejando ver a una Joanna totalmente diferente: ojos rojos y maquillaje corrido de tanto llorar.

Me acerqué nuevamente a ella y la abracé.

—    Joanna, ¿qué pasó? — murmuré acariciando su cabello mientras la abrazaba. Ella escondió su rostro en mi cuello y comenzó a llorar — Dime, ¿qué ha pasado?

—    Tom — habló entre llanto, aferrándose más a mí.

—    Dime Joanna, dime que te ha pasado... — me separé un poco de ella para así poder mirarla.

Joanna cerró sus ojos, limpiándose las lágrimas con la manga de su chaleco. Esperé a que su llanto se calmara, suspiró una o dos veces antes de que comenzara a hablar.

—    Ty…Tyler — murmuró bajando su mirada y volviendo a abrazarme.

—    ¿Qué te hizo? —pregunté, juntando mis labios.

—    Él… él…  — volvió a llorar. No podía escucharla, su llanto era de esos llantos en los que se podía sentir el dolor — Él terminó conmigo —dijo finalmente.

No podía creer lo que escuchaba, el sábado pasado me hablaba de lo enamorado que estaban y ahora, él terminó con ella, era algo que simplemente no podía creer.

—    Joanna, lo siento mucho — murmuré y ella negó, encogiéndose de hombros.

—    Descuida —dijo calmada y besó mi mejilla — Gracias Tom, necesitaba un abrazo, en serio necesitaba uno... — murmuró — Iré a darme una ducha — ladeó una sonrisa.

—    Está bien –besé su frente y la vi alejarse volviendo a su habitación.

Bajé las escaleras en dirección a la cocina y me serví un poco de jugo de naranja.

Carrie se acercó a mí y sacó un vaso para que le sirviera jugo también. Apoyé mi codo en la mesa y miré a Carrie.

—    Tyler terminó con Joanna — comenté antes de llevarme el vaso con jugo y beber de él. Carrie abrió sus ojos, sorprendida y tosió al ahogarse con su jugo.

—    ¿Qué?, eso no puede ser cierto — murmuró Carrie tomando una servilleta y limpiándose su boca con ella.

—    Lo sé, estaba destruída — murmuré recordando su rostro. Negué con mi cabeza y escuché pasos bajar por la escalera.

Joanna apareció por la puerta, nos miró a Carrie y a mi, dedicándonos una sonrisa, una sonrisa que apenas se podía ver.

—    Joanna, ¿Tom te contó lo que haremos? — habló Carrie.

Joanna miró a Carrie  y negó con su cabeza mientras se servía un vaso de jugo. Se sentó a su lado y tomó un sorbo.

—    ¿Qué haremos? — murmuró pasando el torso de su mano limpiándose de esa forma la boca.

—    Mañana iremos a la nieve  — sonrió amplio Carrie.

Joanna que se encontraba jugando con su vaso subió la mirada a Carrie y le sonrió, nuevamente una de esas tristes sonrisas que no llegaban a sus ojos.

— Será divertido, te hará bien —le aseguré y le dediqué una sonrisa tomando su mano, ella fijó su mirada en mí y asintió leve.

[Joanna’s POV]

Al escuchar el “te hará bien” de Tom, mi mente me decía lo contrario, no quería hacer nada, ni salir, ni correr, ni caminar, ni comer, nada. Solo quería morir, era la mejor opción en este minuto. Quería quedarme en mi habitación recostada comiendo todo un bowl de helado.

¿Cómo era que Tyler me había dejado? Si hace días habíamos hablado.

¿Por qué?, ¿Por qué?, era la pregunta que se repetía en mi cabeza una y otra vez.

Las palabras de Tyler, nunca se me iban a olvidar.

“Joanna, sabes que eres increíble, una de las mejores personas que he conocido…”

Claro, si hubiera sido hasta ahí, todo hubiera sido perfecto, pero no, todo tiene su pero.

“… Pero, creí que sería más fácil, la verdad, es que no podemos seguir así, Joanna. Lo siento, pero... esto tiene que terminar.”

Cerré mis ojos fuerte, creando un puño con mis manos, necesitaba desquitarme con algo.

Me levanté de la cama, y caminé a la sala, la casa estaba vacía, Tom había salido con Giovanna y Carrie con sus padres.

La sala estaba oscura, prendí la luz y lo primero que vi fue el piano, creo que lo necesitaba. Me senté frente a él y posé mis manos sobre las teclas, aun sin presionarlas. Suspiré profundo cerrando mis ojos y comencé a tocar, no sabía que era lo que tocaba, solo dejaba que mis dedos se dejaran llevar por el momento, toqué cada tecla sintiendo como el dolor sonaba con ellas. Con mis ojos aún cerrados y casi sin notarlo, una sonrisa estaba en mi rostro, estaba haciendo lo que me gustaba. Me estaba dejando llevar por la música, dejando salir todos mis sentimientos con cada tecla. Dios, amaba tocar el piano y no podía recordar cuando había sido la última vez que había tocado con tanto sentimiento.

La música sin duda alguna era la mejor escapatoria a los problemas.

Little JoannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora