- Capítulo Diecisiete -

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Mi mano que estaba tras su cuello comenzó a acariciar su nuca, subiendo mis dedos por su cabello, que sorprendentemente era suave. Esa misma mano la bajé hasta su camisa cuadrille azul, arrugándola un poco y acercándolo a mi.

Abrí lentamente mis ojos y vi a Dougie algo nervioso, lo había notado por el cambio que sus latidos habían tenido, de latidos relajados pasaron a ser acelerados.

Dougie me miraba sorprendido, le dediqué una sonrisa, la cual me respondió. Me acomodé en la cama sentándome en mis rodillas, aun con mi mano derecha en su camisa. Él tenía sus manos a los costados, las cuales al segundo en que volví a acariciar su mejilla, las posó en mi cintura, abrazándome.

Sentí como lentamente se iba acercando a mí, hasta quedar tan cerca de su rostro que sentía como su respiración se encontraba con la mía, sentía un aire caliente chocar contra mis labios. Volví a mirarlo, hasta acortar la diminuta distancia que había entre nuestros labios. Dougie dudó por unos segundos pero después se dejó llevar, correspondiendo el beso al mismo tiempo que me acercaba más a él con sus manos en mi cintura. Yo arrugué su camisa que aún tenía sostenida, sentía su abdomen al acariciar su torso por sobre la camisa.

Me separé lentamente de él, aún con los ojos cerrados, no quería abrirlos, aún estaba sintiendo el placer en mis labios, me los remojé soltando un pequeño suspiro y al abrir mis ojos me encontré con los ojos de él. Mordí mi labio inferior y bajé mi mirada algo avergonzada.

Dougie soltó una pequeña carcajada que yo imité. Ambos estábamos algo avergonzados de la reciente situación que habíamos pasado. Dougie subió mi mentón obligándome de esa manera que lo mirara, al encontrarme nuevamente con sus ojos le sonreí y él depositó un corto beso en mis labios.

—    Gracias por cuidarme — murmuré y solté una pequeña y casi inaudible carcajada.

—    De nada — rió también acariciando mi mejilla. —Ha sido un verdadero placer.

El contacto de sus manos hizo que me estremeciera, sus manos estaban frías y la yema de sus dedos recorrían mis mejillas con suaves caricias, no pude evitar sonreírle.  

Por una extraña razón Dougie se veía más lindo de lo común hoy día, o quizás, nunca me había dado cuenta de lo lindo que era.

Por un momento había olvidado lo que había pasado con Tyler la semana pasada o lo de mi embarazo. En este minuto estaba feliz y no dejaría que cosas como esas me lo arruinaran, hace días no me sentía así y merecía sentirme feliz aunque fuera por unos minutos.

[Tom’s POV]

Después de una gran cena en el hotel May Fair fui a dejar a Giovanna a su casa, en la cual me quedé hasta casi las dos de la mañana, a esa hora decidí volver a casa.

Al llegar no escuché ningún ruido, supuse que Joanna dormía, quizás Dougie ya se había ido. Intenté subir las escaleras lo menos ruidoso que podía, pero los escalones rechinaban de lo viejo que estaban. Aún así, no sentí ruido, eso quería decir que no había despertado a Joanna.

Abrí lentamente la puerta de Joanna, quería ver como dormía, si necesitaba algo o simplemente, ver como estaba. Me sorprendió ver a Joanna durmiendo junto a Dougie, abrazados. Me acerqué a ellos silenciosamente y acomodé el cubrecamas para taparlos mejor, la noche estaba fresca. En ese minuto Dougie abrió uno de sus ojos, me miró y se sorprendió.

—    ¿Qué pasó? — murmuró mirándome, pestañando varias veces para despertarse por completo.

—    Solo te quedaste dormido... — respondí en el mismo tono que Dougie había hablado.

Dougie seguía mirándome con cara de cansancia, tenía una expresión de no entender nada, miró a su lado y vio a Joanna, arqueó una ceja y subió su mano a su cabello, tocándolo en expresión de no saber que hacía ahí.

—    Hey Doug, sigue durmiendo — asentí riendo.

—    ¿Tú crees?

—    Sí, no seré malo y te dejaré que duermas, pero… ahí — le señalé el sillón que se encontraba a un lado de la habitación.

Dougie asintió, le pasé unas frazadas y almohadas y rápidamente se acomodó en el sillón. Me despedí de él con mi mano y el respondió mi acción con la de él, quedándose dormido a los pocos segundos.

Entré a mi habitación y me cambié de ropa, también necesitaba descansar, había tenido un largo día y mis ojos me pesaban, al apoyar mi cabeza en la almohada caí casi igual de rápido que Dougie.

Little JoannaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant