Little Joanna

- Capítulo Uno -

-        Te amo – soltó una leve carcajada mientras acariciaba mi mejilla, le sonreí a lo que él devolvió la sonrisa.

-        Yo a ti, Tyler.

Miré la hora y abrí exageradamente mis ojos, era tarde.

-        Tyler, ¡ya es tarde! – me levanté rápidamente de la cama y corrí al baño – Debo estar en el aeropuerto en una hora y media –grité desde el baño mientras me cambiaba de ropa.

-        Alcanzarás a llegar.

Terminé de ponerme mi pantalón y salí rápidamente del baño, me senté en la cama para ponerme mis insoportables botas que llegaban hasta mis rodillas.

-        Tyler, arréglate, ya tenemos que irnos – lo miré mientras subía el cierre de mi bota.

-        Ya voy – dijo levantándose y tomando su ropa, se acercó a mí y me dio un corto pero tierno beso antes de entrar al baño.

Me puse frente al espejo y delineé mis ojos, Tyler salió del baño y me observó riendo.

-        No te maquilles tanto, sabes que te ves hermosa con o sin maquillaje – me miró por el espejo mientras se ponía su chaqueta, sonreí y le lancé un beso, él hizo como que lo atrapaba y lo "guardó" en su bolsillo

-        Tonto –murmuré riendo mientras me ponía rimel en mis pestañas, él miró la hora.

-        Nos queda una hora y cuarto.

Guardé el rimel en el estuche y metí el estuche en mi cartera, tomé todas mis cosas y miré a Tyler.

-        ¿Lista?

-        Lista señor –respondí abrazándolo de costado y caminando a la puerta - ¿Las maletas están en el auto?

-        Si, todo ahí, tus padres ya están en el aeropuerto

-        ¿Hablaste con ellos?

-        Así es – abrió la puerta dándome un espacio, salí de la casa y corrí al auto, Tyler cerró la puerta tras su espalda y caminó detrás de mi hasta el auto – No puedo creer que haya llegado el día –suspiró mirándome una vez ya dentro.

-        Ni yo, aún recuerdo el día en que me dijeron que podía irme...

-        Te irás – susurró bajando su mirada, tomé su rostro e hice que me mirara.

-        Solo es un año –susurré y me acerqué a él para besarlo – Te amo, Tyler.

-        También te amo y mucho –me dio un beso corto y prendió el motor del auto, condujo lo más rápido que pudo hasta el aeropuerto.

Llegamos al aeropuerto a los pocos miinutos -veinte para ser exactos-, me sorprendí pues los viajes a este lugar solían ser de entre 40 a 50 minutos, vaya novio conductor que tenía.

Al entrar al aeropuerto pasamos unos diez minutos buscando a mi familia, hasta que por fin los encontramos en el pequeño local que Starbucks tenía allí dentro.

Mamá al verme sonrió y alzó su mano en forma de seña. Ha, como si fuera difícil reconocerla.

-        ¡Joanna!, ¡Tyler! – sonrió mi madre al ver que nos acercábamos s a ellos.

Abracé a mi madre, seguido de mi padre, que me miraba con una triste sonrisa, mi hermana pequeña saludó a Tyler y luego me abrazó fuerte besando mi mejilla. 

-        Hija, ya es el gran día – mi madre se acercó hasta donde yo me encontraba y me dio un gran y apretado abrazo - ¿Puedes creerlo?

-        La verdad, no – suspiré y miré de reojo a Tyler, quien miraba hacia el suelo moviendo su pie izquierdo de lado a lado.

Estaba nervioso, podía notarlo.

-        ¿Estás feliz? – preguntó mi padre con ambas manos en sus bolsillos del pantalón, asentí con mi cabeza y me separé de mi madre para ir donde Tyler.

Lo abracé por atrás y esté se asustó, dando un pequeño salto, a lo cual yo reí, Tyler inclinó su cabeza hacía atrás y la apoyo en mi hombro derecho, debe haber sido una imagen divertida, ya que, Tyler era muchísimo más alto que yo.

Besé su rostro repetidas veces recordándole entre besos que lo amaba, a lo que el respondía con una tierna sonrisa y un débil “Yo también”.

Mamá y papá se habían ofrecido a dejar mis maletas por mí, a lo que yo felizmente accedí, quería aprovechar al máximo mis últimos minutos con Tyler.