Capítulo 44 -El libro polvoriento y misterioso-

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—¡Por el amor de dios Ángela! —exclamó Mary, sorprendida por la inmensa cantidad de libros—. Esto es maravilloso. No sabía que os gustara tanto la lectura —dijo mientras ojeaba cada una de las estanterías.

—Bueno... realmente... casi todos son de Eddie, yo solo tengo quince o veinte —comentó sonriendo—. Ya sabes que lo mío es la buena música.

—Un buen lector daría lo que fuese por tener esta biblioteca —añadió Mary.

—¡Sí! Aunque ciertamente aún no se los ha leído todos. No cabe duda que su abuelo lo debió querer muchísimo. La gran mayoría de ejemplares los heredó de él. Era una persona muy idealista. Eddie fue el único nieto que tuvo y lo aficionó a la literatura. A menudo me contaba que, de pequeño, su abuelo le narraba historias y aventuras que vivió cuando joven, era su gran pasión, y a Eddie le fascinaba escucharlo. Cosa que su abuelo no pudo hacer con su propio hijo, o sea, mi suegro, él era más conservador.

—¿Podemos echar un vistazo? —preguntó de manera respetuosa Kat.

—Por supuesto. Adelante por favor. Como podéis comprobar se encuentran ordenados alfabéticamente, por columnas, comenzando siempre desde arriba. Aquí tenéis una banqueta por si la necesitáis —concluyó señalando una pequeña escalera de madera de dos tramos, desgastada por el tiempo.

Kat se fue directamente hacia la columna de la letra "i". En su mente rechinaba, una y otra vez, la palabra Illuminati que encontró en los archivos de la agencia. Mary por su parte hizo lo mismo, pero en libros que ya había leído, o aquellos que le resonaban por alguna causa. Ángela se limitó a observar y a ayudarlas a poner aquellos más interesantes sobre la mesa. Pero era como buscar una aguja en un pajar. Al cabo de un buen rato, y después de indagar entre varios cientos de ellos, nada encontraron que realmente les llamara la atención. Casi todos los libros eran novelas de ficción, otros de ciencias, y también algunos ensayos.

De repente, Ángela recordó que su marido almacenó aquellos libros que no eran clasificables alfabéticamente en la última columna de la estantería.

—Chicas, ¿servirán algunos de estos? —preguntó señalando hacia una zona del armario sin examinar.

Kat miró por encima con extrema atención. Había varios libros en donde su título comenzaba por un número. Pero sus ojos se desorbitaron cuando observó uno de ellos un poco más grande que los demás. En su lomo estaba escrito "666 Circle" «¡el número de la bestia!» musitó sorprendida. Su edición, aunque delicadamente ejecutada, no aparentaba haber usado medidas estándar. Puso su dedo índice sobre su lomo, y tiró con fuerza para atraerlo hacia ella. Parecía querer resistirse, pero después de varios intentos consiguió sacarlo de su lugar.

Con un tacto aterciopelado y algo pegajoso, sus tapas estaban fabricadas de piel, quizás oscurecidas por el paso de los años, aunque en buen estado; no obstante, presentaban algunos signos de desgaste. Al abrirlo aleatoriamente y curiosear su interior, percibió que se trataba de una obra enciclopédica, sin bien para nada convencional, aún así, y de igual forma, su información se ordenaba alfabéticamente. Un extraño aroma embriagador pero agradable y suave a la vez inundó parte de la habitación, era como si su contenido, de alguna forma, quisiera llamar la atención.

Apoyada sobre la mesa, rápidamente intentó buscar la palabra clave. Solo le bastó un par de ojeadas.

—¡Aquí está! —exclamó excitada Kat, antes de leer en voz alta:

"Orden Illuminati"

Derivado del latín Illuminati (iluminados). Miembros de la orden de los iluminados (Illuminatenorden). Sociedad Secreta fundada en 1776 por el jesuita Adam Weishaupt (1748-1830) en Babiera, Alemania.

EL SECRETO DE TIAMATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora