Boston (Massachusetts)
La escasa luz del alba iba abriéndose paso hacia una gélida mañana. Kat, tal y como había planeado la noche anterior, se dirigió a su agencia con el pretexto de revisar un informe urgente que le fue encargado para el nuevo modelo de computadora. Máquina que se destinaría a almacenar y controlar toda la información perteneciente a los archivos confidenciales del departamento de defensa.
Tras pasar unos años como agente de policía, Kat, bajo petición por escrito y demostrando su habilidad con las nuevas tecnologías, consiguió que la destinaran a DARPA (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa). Durante los años que dedicó al servicio como agente de policía, sacó tiempo para graduarse en ingeniería electrónica, ya que realmente era lo que le gustaba hacer, pero los recuerdos de su padre biológico y su posterior vida con Elías Hopkins, quien atendió a todas su necesidades hasta su adolescencia, influyeron en ella una inclinación especial hacia los cuerpos de las fuerzas de seguridad.
Después de pasar con su automóvil por la barrera vigilada por dos agentes de policía, se dirigió al estacionamiento exterior del edificio de la agencia. Una construcción de cinco plantas de grandes ventanas con cristales ahumados. Alrededor, una amplia zona ajardinada y debidamente cercada mediante un muro con cámaras de vigilancia. En su interior cientos de personas trabajando para el departamento de defensa.
Después de saludar a varios de sus compañeros mientras recorría las zonas comunes del edificio, tomó el ascensor hacia la tercera planta donde, justo en frente había un departamento dedicado exclusivamente al desarrollo de una supercomputadora; varios ingenieros trabajaban en ella. A la derecha, un segundo sector destinado a la información clasificada. Estaba dispuesto por grandes armarios metálicos revestidos de un sinfín de archivadores, éstos formaban largas calles de un metro y medio de ancho, algunas de ellas ordenadas alfabéticamente y otras con códigos numéricos.
El puesto donde trabajaba Kat estaba ubicado entre ambos sectores; era una zona amplia con separadores de espacios para cada individuo, con una mesa de despacho. Kat tenía una pequeña planta de interior sobre ella, una máquina de escribir y varios archivadores pequeños; tomó asiento guardando la normalidad de un día laboral cualquiera y extrajo un dossier de ellos.
—Hola Kat. Pensé que estabas de vacaciones —la sorprendió su compañero.
—¡Oh, sí Michael! Aún lo estoy —repuso intentando mostrar naturalidad—. Sólo he venido a corregir varios datos importantes del informe antes de que se me olvide. Ya sabes cómo se las gasta el jefe.
—¡Sí, lo sé! —gesticuló el compañero—. Es muy exigente. ¿Te acuerdas de la reprimenda que me dio hace unas semanas? Creo que se enteró toda la planta —terminó riéndose.
—No se lo tomes en cuenta. Después de todo es buena gente.
—Bueno, si tú lo dices.
Michael era una de las últimas incorporaciones después de que lo hiciera Kat. Llevaba pocos meses en la agencia. Al parecer no era demasiado brillante, y tampoco estaba muy bien valorado entre sus jefes y compañeros. Accedió al puesto por recomendación familiar de uno de los altos cargos del departamento de defensa. Era un tipo rechoncho, algo pasado en kilos, de estatura media, y muy repeinado para intentar ocultar su calvicie. Su rostro redondeado, que parecía estar siempre acalorado, se iniciaba en una ancha papada, eso le daba un aspecto un tanto apacible y benévolo, pero los rumores eran otros muy distintos. Entre los compañeros se decía que en más de una ocasión y con relativa facilidad se iba de la lengua fuera de las oficinas, sobre todo en su entorno más familiar y acomodado. Varios compañeros sufrieron fuertes amonestaciones a causa de sus ligerezas. Nadie conversaba con él, sólo Kat por cortesía respondía a sus comentarios; sin embargo, ese hecho era razón suficiente como para que Michael se sintiera atraído por ella, aunque su compañera no le daba ningún motivo.
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EL SECRETO DE TIAMAT
Science FictionA finales de la década de los 50, cuatro exploradores llamados a realizar una misteriosa expedición a la Antártida viven la aventura más fascinante y peligrosa de sus vidas. Un trepidante recorrido en el que, mientras luchan una dura batalla interna...