Capítulo 14 -Un buen café para conocerse-

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Boston (Massachusetts)

A las 10:00h de la mañana del día siguiente el sol deslumbraba con fuerza por el horizonte. La jornada lucía un ambiente festivo con una Avenida Massachusetts abarrotada de gente. En la misma situación se hallaba el local de la cafetería Island Coffee, en cuya barra en forma de L estaba situada Catherine, en su lado más corto, tomándose un vaso de agua mientras esperaba a Ángela. Disposición nada casual, pues desde ese ángulo conseguía obtener una visión casi total del local, al tiempo que controlaba mucho mejor la puerta de acceso del mismo.

Kat, como prefería que la llamasen, tenía treinta y dos años y medía un metro setenta centímetros. Su cabello era corto y pelirrojo, ojos medianos y celestes, con un rostro agradable, pese a tener la expresión un poco seria. De apariencia algo delgada, aunque en buena forma física. Le gustaba vestir con traje de chaqueta, preferiblemente de tonalidades ocres.

Ángela y Mary, desconcertadas por la masificación, accedieron tímidamente hacia el interior de la cafetería sin estar seguras de cómo iban a poder localizar a Catherine en medio de tal multitud. Sin embargo, Kat, pendiente en todo momento, alzó su brazo y les hizo señas. Ambas se percataron de que se trataba de ella y aliviadas se aproximaron a la zona de la barra.

Angela ya a su altura preguntó:

—¿Kat?

—Sí —afirmó—. Y tú eres Ángela, la esposa de Eddie. Norman me ha hablado mucho de él.

—Un placer conocerte, Kat.

—Lo mismo digo, Ángela.

Las dos estrecharon sus manos.

—Te presento a mi amiga Mary, pareja de Marvin.

Respetuosamente se saludaron ambas, y del mismo modo se dieron las manos.

—Discúlpame por el lugar que he elegido para conversar —se excusaba Ángela—. Olvidé por completo que hoy era día festivo.

—¡No! No te preocupes. Me encanta este sitio —reconoció Kat.

En ese momento, una pareja se disponía a dejar libre una mesa situada en el rincón más próximo a ellas, oportunidad que aprovecharon para ocuparla.

—Aquí creo que estaremos más cómodas —manifestó Ángela.

—Sí. Además con el bullicio de fondo nadie oirá la conversación —explicó Kat mientras tomaban asiento con una tono algo misterioso.

—Que bien que hayas venido —se alegraba Ángela—. Lo cierto es que estamos un poco angustiadas. A casa de Mary también se presentaron esos hombres.

—Es cierto. Era de noche y estaba sola. Del miedo que tuve ni siquiera les abrí. Hice como si no hubiese nadie en casa.

Kat miró a su alrededor de forma discreta, y vio cómo una de las camareras se acercaba a la mesa.

—En seguida os tomo nota —dijo mientras retiraba el servicio de los anteriores comensales.

Una vez se alejó, Kat comenzó a habla:

—Bueno, os contaré lo que he sacado en claro de estas personas. Pero antes de hacerlo, quiero que sepáis algo sobre mí —expresó con aire reservado—. Trabajo para el gobierno.

Catherine pertenecía al departamento de defensa de los EEUU. Ejercía para una agencia de nueva creación formada en el mismo año de los hechos (1958): ARPA (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados) era como se denominaba. Su función pasaba por la investigación de las nuevas tecnologías de uso militar. Años más tarde fue renombrada como DARPA, añadiéndose la sigla "D" de Defensa. ARPA fue creada como resultado tecnológico de la guerra fría, dando lugar una década después a los comienzos de la Red de Computadoras (ARPANET), red de la que posteriormente nacería lo que hoy conocemos como Internet.

EL SECRETO DE TIAMATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora